El 27 y el 29 de junio se realizó la Audiencia de Reconocimiento de Verdad citada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en el coliseo de Dabeiba y en la Terminal de Transportes del Norte de Medellín. Al mismo tiempo, las Madres de la Candelaria se comprometieron a acompañar la búsqueda de los familiares de las personas desaparecidas que han sido halladas en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba. 

Por Emmanuel Zapata Bedoya 

En Medellín, el 27 de junio, algunas mujeres de la Corporación Madres de las Candelaria se reunieron en el Museo Casa de la Memoria para ver la transmisión de la Audiencia de Reconocimiento de Verdad y acompañar con un acto simbólico a los familiares de las víctimas desaparecidas y asesinadas en el contexto del subcaso conjunto 03 y 04, del cementerio Las Mercedes, de Dabeiba.  

Antes de que se iniciara la Audiencia, las Madres de la Candelaria, línea Fundadora, instalaron en la tarima del auditorio del Museo Casa de la Memoria un espacio simbólico compuesto por flores, una mandala y 17 velas que representaban los 17 cuerpos hallados en Dabeiba, que ellas adoptaron para dar con sus familiares.  

La intención de las Madres es acompañar la búsqueda y encontrar a las 17 familias de esas personas asesinadas, quienes eran hombres de la ciudad de Medellín y tenían entre 20 y 35 años. Esta campaña de acompañamiento ha sido denominada por ellas “Mi madre no sabe que fui un falso positivo”. Según Luz Amparo Mejía, lideresa de la organización, “lo hacemos para que estos cuerpos recuperen a sus familias. No queremos que sigan separados de sus seres queridos, por eso, conmigo, otras dieciséis personas buscadoras trataremos de regresarlos a sus hogares”.  

Para el desarrollo de la campaña, estas mujeres empezarán a tocar puertas en medios de comunicación y así difundir la tarea que por solidaridad y voluntad propia asumieron. “Iremos a medios de comunicación, pediremos espacios para que se difunda lo que estamos haciendo. También, si alguna persona se quiere hacer la prueba de ADN, solo es que nos busque y nosotras la guiaremos en este proceso”, explicó Luz Amparo Mejía.  

Los 17 cuerpos hacen parte de la lista de los 49 que se encontraron en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba, en donde tan solo se han reconocido 14.  

En la Audiencia de Reconocimiento de Verdad del 27 de junio, el coronel retirado Efraín Prada Correa, excomandante del Batallón de Contraguerrillas N.° 79, listó los diferentes asesinatos que fueron cometidos bajo su mando, con el fin de que las personas que aún buscan a sus desaparecidos tengan en cuenta las características que él nombró: fechas en que los militares los engañaron y se los llevaron para mostrarlos como “resultados operacionales”, cuando en realidad eran personas inocentes, que no tenían nada que ver con el conflicto armado. Prada instó a las familias que tienen desaparecidos a que se acerquen a la JEP para iniciar los procesos de reconocimiento de sus seres queridos.  

Entre los crímenes que asumió el excoronel Prada en la Audiencia de Reconocimiento de Verdad, se encuentran los asesinatos y desapariciones de 16 personas:  

  • El 16 de diciembre de 2005 fue asesinado 1 hombre adulto no identificado, quien fue llevado a Dabeiba por paramilitares desde Medellín. Se cuerpo se encuentra en el cementerio del municipio.  
  • El 26 de diciembre de 2005, 1 persona sin identificar fue llevada por soldados desde Medellín a Dabeiba, donde la asesinaron, luego la trasladaron a Urabá y la enterraron en el cementerio de Carepa.  
  • El 3 de marzo de 2006, bajo el mando de Prada, militares asesinaron a 3 personas, una de ellas se llamaba Alirio. Las otras dos víctimas eran habitantes de calle que fueron llevados con engaños desde Medellín. Según el excoronel, “una de ellas era menor de edad”. 
  • El 17 de marzo de 2006 fueron asesinadas 2 personas, ambas habitantes de calle. Fueron llevadas de Medellín a Dabeiba y las enterraron en el cementerio de ese municipio. En la inhumación de los cuerpos, uno de ellos fue identificado como Wilmar Trujillo; el otro continúa como N. N. 
  • El 21 de junio de 2006 fueron asesinadas 6 personas, entre ellas un menor de edad, que fueron llevados desde Medellín. Después de ser asesinadas, estas personas fueron trasladadas al municipio de Carepa, a la Brigada 17.
  • Según Prada Correa, “en julio de 2006, 1 desempleado fue traído de Medellín y asesinado por el capitán a mi cargo. Yo no estaba en Colombia, por eso no cuento con información».  

El magistrado Alejandro Ramelli, correlator del caso, hizo también un llamado a los buscadores de personas para que su labor continúe, y a la vez agradeció por la persistencia de los familiares de desaparecidos y por el compromiso que asumieron los comparecientes con los procesos de verdad. “Gracias a la lucha incansable de las buscadoras y los buscadores, a la articulación con la Fiscalía y Medicina Legal, y sobre todo, al compromiso temprano con la verdad de los comparecientes, se logró desenterrar una verdad”, dijo el 27 de junio en el coliseo municipal de Dabeiba. De igual forma, afirmó que el cementerio Las Mercedes se convierte en un sitio de memoria histórica, en un referente nacional del nunca más”.  

En Dabeiba los participantes de la Audiencia de Reconocimiento de Verdad sembraron en el cementerio de Las Mercedes tres guayacanes, árboles de madera robusta que en su adultez florecen profusamente: uno en honor a las víctimas del caso y a sus familiares, otro por el compromiso de verdad de los comparecientes y uno más por la labor de investigación y búsqueda de justicia de la JEP. Foto: Margarita Isaza.

Los familiares de las víctimas halladas en el cementerio Las Mercedes no sabían cuál había sido el destino de sus seres queridos. Sin embargo, sí hacían falta en sus hogares y nunca habían dejado de preguntar por ellos, solo que no había una conexión que ligara su desaparición al contexto de Dabeiba, municipio del Occidente antioqueño. Jorge Andrés Ortiz Zapata, por ejemplo, fue denunciado como desaparecido en Medellín en marzo del 2007, y solo 15 años después, en agosto de 2022, sus familiares pudieron reencontrarse con él en Dabeiba y darle una sepultura digna. En la Audiencia de Reconocimiento de Verdad participaron Teresa Zapata, su mamá, y Catalina Ortiz Zapata, su hermana, quien les reclamó a los comparecientes: “Mientras las personas que habían cometido estos hechos tan atroces podían seguir una vida normal celebrando con sus familias, nosotros tuvimos que parar nuestra vida en ese momento”, dijo.  

El asesinato y desaparición de Jorge Andrés Ortiz Zapata es coincidente con al menos dos patrones de macrocriminalidad que la JEP describió en el subcaso conjunto 03 y 04 de Dabeiba. Los tres patrones son: el primero, homicidios de campesinos de la región acusados de ser insurgentes y desmovilizados de las FARC-EP; el segundo, homicidios de personas ajenas al territorio, quienes eran llevadas desde Turbo y Medellín para ser mostradas como resultados de operaciones o bajas en combate; y el tercero, la desaparición forzada utilizando cementerios para ocultar los cuerpos, en este caso el cementerio Las Mercedes.  

Los 8 exmilitares comparecientes como máximos responsables de estos hechos, que fueron citados a la Audiencia son: los coroneles en retiro Efraín Enrique Prada Correa, excomandante del Batallón de Contraguerrillas (BCG) N.° 79; Edie Pinzón Turcios, excomandante del BCG N.° 26; los sargentos retirados William Andrés Capera Vargas, Fidel Iván Ochoa Blanco y Jaime Coral Trujillo, del BCG N.° 79; los mayores en retiro Yaír Leandro Rodríguez Giraldo, del BCG N.° 26, y Hermes Mauricio Alvarado Sáchica, del BCG N.° 79. También el soldado retirado Levis de Jesús Contreras Salgado, exintegrante del BCG N.° 79.  

Quienes no aceptaron su responsabilidad fueron los coroneles Jorge Alberto Amor Páez, de la Brigada Móvil N.° 11, y David Herley Guzmán Ramírez, excomandante del BCG 79. 

Hasta la fecha, las 14 víctimas plenamente identificadas que habían sido inhumadas en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba son: José Dubán Espinoza, Ovidio Jiménez, Jesús Javier Suárez Caro, Alveiro Úsuga, Andrés Fonnegra, Oscar de Jesús Durango Pino, Wilson Manco Úsuga, Jorge Andrés Ortiz Zapata, Faber de Jesús Manco, Jael Góez, José Antonio Quesada, Jhon Jarvy Cañas Cano, Edison Alexander Lezcano Hurtado y Germán Darío Flórez.  

La magistrada a cargo del caso, Nadiezhda Henríquez, anunció que hay tres personas más de las 49 enterradas en Dabeiba, en cuya identificación se ha avanzado de la mano de Medicina Legal.  

La Audiencia Restaurativa del 29 de junio 

Mientras que en la Audiencia que se realizó en Dabeiba se habló del pasado y se explicaron los patrones de macrocriminalidad, en la audiencia del 29 de junio, celebrada en la Terminal de Transportes del Norte, en Medellín, se buscó mirar al futuro, para comprender las afectaciones de las víctimas y buscar la no repetición de estos crímenes.  

La diligencia, de 8 a. m. a 1 p. m., contó con la presencia de las víctimas del caso de Dabeiba, los 8 comparecientes y otros 17 militares que no fueron seleccionados como máximos responsables.  

En esta Audiencia Restaurativa se explicó detalladamente cómo se configuró el segundo patrón de criminalidad identificado por la JEP: el homicidio de personas ajenas al territorio, quienes eran llevadas desde Turbo y Medellín para ser mostradas como resultados de operaciones o bajas en combate. La Terminal de Transportes del Norte terminó siendo un lugar simbólico, pues allí fueron escogidas y convencidas muchas de las víctimas que posteriormente fueron trasladadas con engaños al municipio de Dabeiba.  

Las víctimas que los responsables elegían en su mayoría hacían parte de poblaciones vulnerables: algunas personas eran habitantes de calle, otras estaban desempleadas y unas más tenían problemas de consumo de sustancias psicoactivas.  

Con el fin de comprender el funcionamiento de este segundo patrón, el magistrado Óscar Parra, de la Sala de Reconocimiento de Verdad, le preguntó al sargento retirado Fidel Iván Ochoa Blanco, por qué eligieron a Medellín para extraer víctimas. Ochoa Blanco le respondió: “Fue una doctrina clandestina que nosotros creamos, los que teníamos mando. La desmovilización de las autodefensas incide en que se hiciera una planeación para venir hasta Medellín porque bajaron los resultados”. En su intervención, el sargento retirado William Andrés Capera Vargas complementó la respuesta a esa pregunta: “Los traíamos por la distancia entre Medellín y Dabeiba. Medellín era una ciudad peligrosa, había muertes, esto ayudaba a que las familias no los ubicaran; y por el aumento de habitantes de calle y consumidores de drogas que había allá”.  

En la Audiencia Restaurativa, diferentes organizaciones encargadas de buscar desaparecidos del conflicto, entre ellas las Madres de la Candelaria, o que realizan trabajo social con habitantes de calle, ratificaron su compromiso por buscar a esos jóvenes que fueron llevados a Dabeiba u otros municipios, desde Medellín, con engaños y con la ilusión de un futuro mejor.  

La organización que lidera Luz Amparo Mejía extendió una invitación: “Queremos que los colombianos nos ayuden a encontrar a sus familias biológicas, esas mamás que no saben que su ser querido es un falso positivo”.  

Sobre esto, el magistrado Alejandro Ramelli le recalcó a Omaira Montoya, una de las representantes de los habitantes de calle, que ese momento era histórico para el país, pues era la primera vez que esa población vulnerable estaba siendo escuchada por la justicia. “Los hemos convertido en ciudadanos visibles. Esto es justicia transicional, que las víctimas tengan voz”, puntualizó Ramelli.

Dora Durango fue habitante de calle por 24 años, y Omaira Montoya lo fue durante 40 años. En el caso Dabeiba se comprobó que los militares engañaban a poblaciones vulnerables para asesinarlas, borrar su identidad y hacerlas pasar como bajas en combate o resultados operacionales. Foto: cortesía JEP.

La Red de Habitantes de Calle, presente en la Audiencia Restaurativa, presentó algunas propuestas con el fin de aportar a la reparación de los habitantes de calle: campañas de sensibilización para devolver la humanidad a esta comunidad vulnerable, que los comparecientes se encarguen de buscar a las familias de los cuerpos sin identificar, que haya acompañamiento psicosocial y jurídico para la población habitante de calle, y que también los comparecientes se vinculen a los ejercicios de memoria como la campaña #MeResistoADesaparecer de la Red de Habitantes de Calle.  

Así mismo, las organizaciones sociales y de víctimas, en representación de Arlex López, integrante de Convivamos, dieron a conocer algunas de sus propuestas para aportar a la no repetición de estos crímenes. Sus solicitudes implican la continua búsqueda de comparecientes para que sigan contribuyendo a la verdad, campañas de comunicación para enterar y sensibilizar a la sociedad con respecto al segundo patrón de macrocriminalidad investigado por la JEP, la articulación entre la Alcaldía de Medellín y la Gobernación de Antioquia que permita compartir boletines que visibilicen la búsqueda de personas desaparecidas y, por último, la construcción de monumentos y murales en Medellín y Dabeiba, en lugares significativos para los familiares de las víctimas.  

Este jueves 29 de junio la diligencia terminó con un acto simbólico en el que los familiares de las víctimas, las organizaciones, los comparecientes, la JEP y los representantes de los entes gubernamentales se pusieron de pie y se abrazaron, a la vez que Luz Amparo Mejía los guiaba con su voz para que dijeran al unísono: “Unidos lograremos la paz que anhelamos”.