A 21 años de los operativos militares en la Comuna 13 de Medellín, Hacemos Memoria reconstruye los momentos más significativos asociados al terreno La Escombrera, desde que fue denunciado como un posible lugar de enterramiento de personas desaparecidas, hasta el presente cuando está vigente la orden de excavar en la zona y hacer lo posible por encontrar a las víctimas de este crimen de lesa humanidad.
Las Madres de la Candelaria – Línea Fundadora lanzarán la campaña Mi familia no sabe que fui un falso positivo con el fin de encontrar a las familias de 17 de los cuerpos encontrados en el cementerio de Dabeiba.
Alicia De los Ríos Merino, alias Susana, militante comunista, está desaparecida desde enero de 1978. Su hija sospecha que es una de las víctimas mexicanas que fueron arrojadas al mar desde aviones durante la llamada “guerra sucia”, un método también usado en Argentina, Uruguay y Chile.
La directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas hace un balance de sus primeros tres meses al frente de la institución, que tiene la misión de dar con el paradero de 103 955 personas.
Organizaciones de la sociedad civil, en distintos rincones del país, buscan desde hace décadas a quienes fueron desaparecidos. Según la UBPD, en Colombia se desconoce el paradero de 103 955 víctimas.
El Oriente concentra el 14 por ciento de los casos del departamento. Para intentar dar con el paradero de las víctimas se puso en marcha un plan específico para esa subregión.
Mujeres buscadoras de Colombia y México se reunieron en ese país para intercambiar experiencias, métodos de búsqueda y estrategias para dar con sus familiares desaparecidos.
Organizaciones defensoras de derechos LGBTIQ+ como Caribe Afirmativo, resaltan los desafíos y avances en la búsqueda de personas LGBTIQ+ desaparecidas en el conflicto armado colombiano.
Madres de la Candelaria se comprometieron a acompañar la búsqueda de los familiares de las personas desaparecidas que han sido halladas e identificadas en el cementerio Las Mercedes de Dabeiba.
En 1982, el F2 de la Policía Nacional detuvo y desapareció forzadamente a 13 jóvenes, en su mayoría universitarios y trabajadores, en Bogotá y Cundinamarca. Desde hace 40 años las familias de 11 de ellos los buscan sin encontrar respuestas. Hoy, son las segundas generaciones las que continúan una lucha en la que han tenido que enfrentar problemas de salud física y mental derivados de la ausencia, las estigmatizaciones y los seguimientos por preguntar: ¿Dónde están?