Hasta el 31 de diciembre se exhibirán las obras Duelos, de Clemencia Echeverri y Antibalas, de Felipe Arturo, en Bogotá. Son las primeras en llegar a Fragmentos, un espacio dedicado al arte sobre las memorias del conflicto en el país.

Por: Adrián Atehortúa
Fotos: archivo particular

Tras la cortina gris, al final del pasillo, se abre el cuarto que es completa oscuridad. De a poco aparecen algunas fugas de luz que rápidamente son tapadas con el constante movimiento de tierra y escombros que caen y caen y caen casi infinitamente. Todo está ambientado por los ruidos de tractomulas, susurros, voces guturales y el raro sonido de la tierra en un derrumbe. Eso es lo que se puede ver, escuchar y sentir en Duelos, la obra de la artista bogotana Clemencia Echeverri, una videoinstalación a nueve proyecciones y tres niveles de sonido que parecen enterrar al espectador y que fue creada como una reflexión sobre el drama de la desaparición forzada en Colombia.

Videoinstalación Duelos, de la artista bogotana Clemencia Echeverri. Foto: archivo particular.

Más adelante, en un salón bañado de luz natural, cuelgan una serie de trajes poco convencionales, difíciles de asimilar con cualquier otra prenda que el público haya usado alguna vez. Están hechos de materiales como sacos de arena, espuma, mallas metálicas, acero, cerámica. Tienen formas desproporcionas, carentes de simetría, en una escala de tonos verdes, amarillos y rosados. El público puede usarlos, pero no por mucho tiempo, puesto que el peso de cada pieza es anormal y las hace inmanejables, incómodas, simplemente algo que nadie debería vestir. De eso se trata Antibalas, obra del arquitecto colombiano Felipe Arturo, que reflexiona sobre la indumentaria de defensa creada especialmente para la guerra.

Ambas obras son las primeras en presentarse en Fragmentos, el espacio creado como un antimonumento por la artista Doris Salcedo y que a su vez abre sus puertas a la presentación de trabajos de artistas que reflexionan sobre el conflicto armado colombiano y sus memorias. Duelos y Antibalas estarán exhibidas hasta el 31 de diciembre y así inauguran oficialmente las exposiciones en este espacio, que se seleccionan por medio de convocatorias publicadas por el Museo Nacional y el Ministerio de Cultura.

En su caso, Clemencia Echeverri ha explorado durante cuatro años y en diferentes formas el fenómeno de la desaparición forzada en Colombia y sus secuelas en los familiares de las víctimas. Duelos alude específicamente al caso de las desapariciones que han tenido como punto final el lugar conocido como La Escombrera, en la Comuna 13 de Medellín, destinado para depositar los escombros de la ciudad durante décadas pero que ha sido usado también —todo el mundo lo sabe— como una fosa común donde han sido arrojados cuerpos de desaparecidos con registros desde 1987 y que tuvo su mayor concurrencia durante y después de la Operación Orión. La artista ha visitado el lugar en repetidas ocasiones, ha hablado con las madres que aún piden que se recuperen los restos de sus hijos desaparecidos, y ahora presenta esta instalación como una manifestación de todas las vidas, testimonios, esperas e injusticias que conoció.

Por su lado, Felipe Arturo realizó una amplia investigación sobre algo que podría servir como una historia del vestuario pensado para la defensa y la protección en la guerra. Esa especie de línea de tiempo detallada y rigurosa que trazó, se materializa en los trajes que ha confeccionado para Antibalas, en los que cada pieza es la combinación de muchas capas de esas etapas de la evolución de la indumentaria bélica hasta tomar la forma insostenible que ostentan. Cada una, a su vez, es una metáfora en sí misma del insostenible peso que llevan quienes son atravesados por la guerra en cualquiera de sus formas.

Antibalas, obra del arquitecto colombiano Felipe Arturo. Foto: archivo particular.

Duelos y Antibalas son obras cuya esencia radica en la confrontación que experimenta el espectador cuando interactúa o se deja llevar por cada una de sus dinámicas, pensadas especialmente para ser instaladas en Fragmentos. Las obras pueden conocerse de forma gratuita de martes a sábado, entre las 10 a.m. y las 6 p.m.; y los domingos de 10 a.m. a 5 p.m.

Fragmentos: Carrera 7 # 6b – 30 en Bogotá.