Ituango, un municipio marcado por el dolor de la guerra, es el escenario en el que transcurren las crónicas de Sanar las heridas, libro del periodista Rafael Alonso Mayo que tiene como propósito hacer memoria y construir resiliencia.

Por: Sergio Alejandro Ruiz Saldarriaga

Foto: archivo particular

“Este libro es el resultado de lo que yo soy, de todas esas experiencias que me han marcado y de una región de la que se ha dicho mucho, pero se ha contado muy poco”, afirma Rafael Alonso Mayo, autor de Sanar las heridas, crónicas del conflicto armado en Ituango.

Para él, el conflicto armado no ha sido un tema ajeno, pues su familia fue desplazada a principios de la década del 2000 del municipio de El Peñol, Oriente antioqueño. De allí, con una mano adelante y otra atrás, llegó a Medellín donde inició sus estudios de antropología en la Universidad de Antioquia.

Pero ¿cómo nació Sanar las heridas? En junio de 2016, Rafael viajó por primera vez a Ituango, un municipio escondido en las montañas del Norte antioqueño, que por cuenta del conflicto armado ha padecido múltiples hechos victimizante, como las masacres de El Aro y La Granja, declaradas en 2018 de lesa humanidad por la Corte Suprema de Justicia. Hasta allí fue con un periodista español que quería hacer una serie de reportajes para la revista Vice y otros medios internacionales, a propósito de la posible firma de un acuerdo de paz entre las Farc y el Estado colombiano, y la llegada de guerrilleros a las zonas de concentración.

Para entonces, Ituango se veía como un gran laboratorio de paz, donde llegarían todas las instituciones, donde todo mejoraría, donde una guerrilla letal entregaría las armas. Rafael propuso el tema a una revista colombiana que finalmente cerró sin publicar su reportaje. Así que por sus propios medios lo publicó, pero no quedó tranquilo con el resultado pues sentía que le faltaba mucho por contar.

Su interés por narrar más de Ituango lo mantuvo atento a lo que allí estaba pasando. “Meses después volví con un equipo de Teleantioquia e hicimos un documental con la presidenta de la Asociación de Víctimas de Ituango, quien es conocida como ‘la mujer de los abrazos’, mostrando la importancia de reunir a las víctimas para que se reconocieran entre sí”.

Y aunque tal vez su trabajo pudo culminar allí, decidió asumir durante los dos años siguientes la tarea que él mismo denomina como “hacer memoria”. El resultado de ese ejercicio es Sanar las heridas, libro ganador de la Convocatoria Pública a la Creación y Circulación de la Gobernación de Antioquia, en la modalidad Antioquia de Memoria.

A Ituango la paz no llega. Tras el Acuerdo firmado por las Farc y el Estado colombiano, nuevos actores armados se disputan el territorio atemorizando a la población.

El libro, compuesto por cinco capítulos, hace un recorrido general por la historia del municipio con más de 170 años de existencia. Inicia con un contexto general que indagada, a través de la reconstrucción periodística, por el lado desconocido de esas tierras que se han refundado en varias oportunidades.

Luego del recorrido cronológico, el autor habla de “la llegada de los señores de la guerra”, en donde hace referencia a la incursión de los grupos guerrilleros y paramilitares al municipio desde el punto de vista de quienes han padecido el conflicto, por ejemplo, Karla Giraldo, protagonista de una de las historias sobre desplazamiento forzado. Ella, con tan solo 9 años, fue desplazada por paramilitares teniendo que soportar la crudeza la guerra y las humillaciones propias del desplazamiento. Sin embargo, esta mujer prometió regresar a Ituango para hacer algo por su pueblo. En 2012 cumplió su promesa y creó un colectivo de comunicaciones que, tiempo después, dio origen al Festival de Cine de Ituango, un evento que lleva ya seis ediciones y que recluta a jóvenes, pero para el arte y la cultura.

La guerra nos ha golpeado muy fuerte y es normal que haya resentimiento, que haya dolor, uno lo puede percibir en algunas personas, pero la gente tiene capacidad de superación.

Karla Giraldo

En el libro también se habla de la hegemonía que por décadas ejerció la guerrilla de las Farc, que fue autoridad en un territorio de 2.347 kilómetros cuadrados, caracterizado por una compleja geografía que facilitó su accionar ilegal hasta la firma del Acuerdo de Paz. Y que hoy, por su ubicación estratégica para el tráfico de drogas, sigue siendo la joya de la corona que se disputan grupos al margen de la ley como el Clan del Golfo, el ELN, las disidencias de las Farc, ‘Los Caparrapos’ y la banda ‘Los Pachelly’. En contraste, el autor retoma también algunas figuras que marcaron para bien la historia del municipio, como el  ingeniero José María Villa o el defensor de derechos humanos Jesús María Valle.

El propósito de Sanar las heridas es dejar un texto que sirva a los jóvenes para conocer su historia, que les permita trabajar por el presente y el futuro para que ese pasado no se vuelva a repetir. En palabras del autor, el libro asume “una responsabilidad con los sobrevivientes para no estigmatizarlos ni marcarlos. Centrarse en las personas, sus historias de vida y resistencia para sobrevivir al conflicto que ha habitado esa región por más de 40 años”.