Los innumerables hechos de violencia que han afectado a la Universidad de Antioquia plantean la pregunta de si la institución debe ser reconocida como víctima y emprender el camino de la reparación colectiva que ya han transitado otras universidades públicas como la de Córdoba, la del Atlántico o la Popular del Cesar.

Por: Juan Camilo Castañeda

En el foro Las universidades públicas como sujetos de reparación colectiva participaron las profesoras Amparo Murillo y Sandra Arenas; los profesores Vladimir Montoya, William Fredy Pérez, Leider Perdomo y el egresado Juan Sebastián Berrío.

Los panelistas expusieron sus argumentos frente a si la Universidad de Antioquia debe emprender el proceso para ser reconocida como víctima del conflicto armado, sujeto de reparación colectiva.

Para Murillo, historiadora y profesora jubilada, la Alma Mater es víctima, “en tanto ha sido un sector que se ha opuesto al poder, que ha denunciado las injusticias de Colombia y que debido a eso se convirtió en un objetivo militar”.

En contraste, el profesor Pérez, investigador del Instituto de Estudios Políticos, señaló que si bien la Universidad ha sufrido violencias asociadas al conflicto armado, no es conveniente asumir una postura victimista “que estanque a la comunidad universitaria en el pasado y en la queja y que no deje avanzar hacia futuro”.

Por su parte, la profesora Arenas, investigadora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología, aseguró que se debe revisar críticamente el papel que ha tenido la Universidad en las violencias asociadas al conflicto armado, “pues también tenemos que reflexionar sobre nuestras responsabilidades por acción, por omisión, por ignorar, por señalar y por estigmatizar”.

El profesor Perdomo, de la Facultad de Derecho, agregó que en el momento en el que la comunidad universitaria decida construir memorias y establecer verdades sobre los hechos violentos que la afectaron, será necesario hacer una distinción entre los tipos de violencia:  “Una cosa es la violencia revolucionaria que vivimos, que hace daños, ataca bienes; otra cosa es la violencia de impugnación de los estudiantes que tiran piedras, se ponen capuchas; y otra cosa es la violencia de represión del Estado y el paramilitarismo”, comentó.

Berrío, abogado e integrante de la Fuerza Alternativa del Común (Farc), aseguró que es imposible no reconocer que la Universidad sufrió hechos de violencia en el marco del conflicto. Sin embargo, cuestionó la idea de buscar una reparación colectiva, pues considera que hay otros grupos sociales que recibieron una afectación mayor y que realmente necesitan los recursos que podrían destinarse en un proceso de reparación.

Frente a la construcción de memorias y el esclarecimiento de la verdad, el profesor Montoya, director del Instituto de Estudios Regionales, aseguró que “para afrontar un horizonte de construcción de paz, es necesario revisar lo que nos pasó. No es únicamente la memoria de conmiseración, sino que sirva para un afrontamiento de los conflictos presentes”.

Según el profesor Pérez, la Universidad es una “bodega de misterios y secretos”, respecto a las violencias que la han afectado, por eso hizo un llamado para que la comunidad universitaria inicie su propia elaboración de memorias de los hechos que afectaron a la institución, sin pegarse de las fórmulas preestablecidas por el Estado, sino que se desarrolle “una producción propia, donde mostremos el talante de la autonomía universitaria”.

Para la profesora Arenas es necesario que esas memorias también hablen de las acciones de resistencia a la violencia que surgieron de la misma comunidad universitaria, como las marchas o los comunicados: “Esas acciones mantuvieron en pie a la Universidad y a su espíritu. Es en esas acciones es donde están las claves para que podemos entender qué se debe hacer en este momento en el que se implementa unos acuerdos de paz”, puntualizó.

Todos los invitados al foro coincidieron en que la discusión debe continuar, no solo para decidir si la Universidad emprende o no la búsqueda del reconocimiento como víctima y la posterior reparación colectiva, sino también para buscar las verdades y las memorias que permitan conocer y explicar las violencias que sufrió la Alma Mater.

Durante el foro se proyectó una entrevista a la profesora María Teresa Uribe en la que ella expone sus argumentos frente a la reparación colectiva y la verdad en la Universidad de Antioquia.