Los habitantes de la vereda La Esperanza, en El Carmen de Viboral, decidieron continuar con el proceso de reparación colectiva que suspendieron en 2017 debido a la desconfianza que sentían por los constantes cambios de personal en la Unidad de Víctimas.
Los innumerables hechos de violencia que han afectado a la Universidad de Antioquia plantean la pregunta de si la institución debe ser reconocida como víctima y emprender el camino de la reparación colectiva que ya han transitado otras universidades públicas como la de Córdoba, la del Atlántico o la Popular del Cesar.
En 2014 la Universidad del Atlántico demandó su inclusión en el Registro Único de Víctimas por las afectaciones que sufrió la comunidad universitaria entre 1996 y 2008 a causa de la injerencia del paramilitarismo. En julio de 2015 la institución recibió la resolución de la Unidad de Víctimas que la reconoció como sujeto de reparación colectiva. Actualmente su Comité de Impulso se encuentra en la fase de diagnóstico del daño y espera que el Plan Integral de Reparación Colectiva sea aprobado a finales de 2018.
En 2012 la Universidad de Córdoba se convirtió en la primera institución universitaria de Colombia en ser incluida en el Registro Único de Víctimas como sujeto de reparación colectiva, por las afectaciones que sufrió entre 1995 y 2008 a causa de la infiltración del paramilitarismo. Su reconocimiento derivó de un proceso piloto iniciado en 2008 que, diez años después, lleva a la comunidad universitaria a considerar que todavía no ha sido reparada.
La Unidad para las Víctimas reconoció al Movimiento Cívico del Oriente Antioqueño como víctima colectiva por los hechos que sufrieron sus dirigentes entre 1982 y 2017. Los líderes sobrevivientes esperan que se les repare a través de proyectos de investigación y formación.