Ella, una mujer blanca, cabello castaño, un metro y 54 centímetros de estatura, fue encontrada sin vida a unos cinco minutos —a pie— de su casa. Se llamaba Rubiela Sánchez Vanegas y fue asesinada esa mañana del 18 de abril. Tenía 49 años.
Por: Karen Parrado Beltrán – Estudiante de Periodismo
El cuerpo sin vida estaba a un lado de la carretera, en la vereda Las Cruces, a una hora de San Vicente Ferrer, en el Oriente antioqueño. La mujer había pasado caminando por allí un rato antes para ir a entregar la leche ordeñada de sus vacas en el tanque recolector. La caminata duró unos quince minutos, como todas las mañanas. Hacía unos años que caminaba ida y vuelta desde su casa, cargando la leche que vendía para suplir los gastos familiares. Esa mañana solo completó el camino de ida.
Ella, una mujer blanca, cabello castaño, un metro y 54 centímetros de estatura, fue encontrada sin vida a unos cinco minutos —a pie— de su casa. Se llamaba Rubiela Sánchez Vanegas y fue asesinada esa mañana del 18 de abril. Tenía 49 años.
San Vicente está ubicado sobre la cordillera Central, a hora y media en carro de Medellín. Desde allí, el recorrido en bus de escalera dura una hora hasta llegar a la vereda Las Cruces, un sector rural de carretera destapada y baja señal telefónica. Rubiela llegó a vivir a ese lugar hace veintitrés años, cuando se casó y dejó la cabecera municipal para empezar su vida familiar. Era la tercera de seis hermanos, tres hombres y tres mujeres.
Omaira Cardona Sánchez, una de sus hijas, la vio por última vez en el pueblo, el Domingo de Resurrección. Se encontraron y comieron algo antes de despedirse. El martes siguiente, cuando contestó una llamada de celular, Omaira se enteró de que ese encuentro había sido el último.
Recibieron el cuerpo de Rubiela ese mismo martes, sobre las diez de la noche. Su madre había sido asesinada con un impacto de bala. Omaira dice que fue un suceso inesperado, pues Rubiela nunca recibió amenazas. Había sido delegada de la junta de acción comunal de Las Cruces y madre líder del programa Familias en Acción. En las últimas elecciones locales fue candidata al Concejo municipal, pero ninguna de estas labores le había dejado enemigos conocidos por sus familiares.
Con la noticia de su muerte, circularon algunas versiones que mencionaban a Rubiela como una líder campesina de la zona. Si bien ella asistía frecuentemente a las reuniones citadas por la junta de acción comunal, sus allegados explican que la reconocían como líder, sobre todo, por su interés en ayudar a las personas de su comunidad. Su familia y las autoridades de la zona destacan la empatía que tenía Rubiela con la gente de su vereda.
Desde aquel martes, Omaira y el resto de la familia tuvieron que asumir el proceso de una muerte violenta: el levantamiento del cuerpo, la espera para recibir el cadáver en la morgue del hospital, el desconocimiento de los hechos, el silencio de los avances de la investigación del crimen, las escasas respuestas…
Comenzando la década del 2000, habían enfrentado una situación similar cuando tres hermanos de Rubiela y su padre fueron asesinados por un grupo de paramilitares que los sacó a la fuerza de su casa. De esa vez, la familia tampoco tiene mayores respuestas.
Autoridades locales de San Vicente Ferrer señalaron que la muerte de Rubiela habría sido un ajuste de cuentas porque, al parecer, ella habría presenciado el robo de una motocicleta cuando volvía de dejar la leche en el tanque recolector. Esta versión agrega que un poblador de la vereda, con antecedentes penales, sería el responsable del asesinato.
En su finca, una casa sencilla de paredes blancas y azul celeste, queda el recuerdo de los días que esta mujer campesina y madre de familia pasó atendiendo las labores del hogar y algunos animales domésticos que criaba para el sustento familiar. Allí también quedan sus hijos, quienes esperan una respuesta que les permita dejar su recuerdo en eterna paz.
Fecha del asesinato: 18 de abril.
Condiciones del crimen: A Rubiela Sánchez le dispararon cuando regresaba a su casa, luego de dejar la leche que producía en su finca y vendía en un tanque recolector. Su cuerpo fue encontrado a una orilla de la carretera por vecinos de la vereda Las Cruces, a una hora de San Vicente. Según su familia, Rubiela no había recibido amenazas.
Hipótesis: Autoridades de San Vicente señalan que el asesinato correspondería a un ajuste de cuentas, del que Rubiela habría sido víctima por presenciar el hurto de una motocicleta. El responsable sería un poblador de la vereda con antecedentes penales. La familia de la víctima afirma desconocer las motivaciones del crimen.
Hipótesis: Autoridades de San Vicente señalan que el asesinato correspondería a un ajuste de cuentas, del que Rubiela habría sido víctima por presenciar el hurto de una motocicleta. El responsable sería un poblador de la vereda con antecedentes penales. La familia de la víctima afirma desconocer las motivaciones del crimen.
Liderazgo: Delegada de la Junta de Acción Comunal de la vereda Las Cruces y madre líder del programa Familias en Acción. En las elecciones locales de 2015 fue candidata al Concejo de San Vicente por el Partido de la U.
Contexto regional: El Oriente antioqueño fue disputado por la fuerza pública, las Farc, el ELN y grupos paramilitares de los bloques Metro, Cacique Nutibara y Héroes de Granada. Esa confrontación generó masacres, desplazamientos y tomas a numerosas poblaciones. Uno de los episodios más emblemáticos del conflicto en San Vicente ocurrió el 24 de diciembre del año 2000, cuando ocho personas fueron asesinadas por paramilitares en un recorrido por varias veredas del municipio.
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