Durante cinco días esta organización celebró medio siglo de unión, lucha y resistencia, con eventos culturales y académicos que lograron congregar a cerca de 20 mil indígenas de diez pueblos.

Por Pompilio Peña Montoya

Fotos: Facebook Cric

Hace 50 años cinco pueblos indígenas del Cauca: los Totoroez, los Misak, los Kokonuko, los Nasa (los San Francisco y los Toribio), decidieron agruparse para conformar el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric). La fecha, el 24 de febrero de 1971. El lugar, Toribío, en el norte del departamento, hoy una zona disputada por grupos al margen de la ley y bandas al servicio del narcotráfico. Medio siglo atrás, según cuenta el mayor Antonio Palechor Arévalo, quien se ha encargado de preservar la memoria de esta organización, las motivaciones que llevaron a la creación del Cric fueron el despojo de tierras por parte de terratenientes y empresas, y la creciente violencia provocada por grupos armados, una realidad que poco ha cambiado. Pero “que hayamos resistido tantos años a pesar de la represión y que seamos en la actualidad una organización más grande, nos llena de orgullo”, comentó Palechor.

Para conmemorar este medio siglo de existencia del Cric, que hoy agrupa a 127 autoridades, 11 asociaciones, 10 zonas y 10 pueblos en 84 resguardos indígenas legalmente constituidos, cerca de 20 mil indígenas, acompañados por campesinos y afrodescendientes, se reunieron durante cinco días, entre el 19 y el 24 de febrero de 2021, en la vereda Monterilla del municipio de Caldono. Allí realizaron eventos culturales en los que se dignificó la memoria de los pueblos indígenas, exposiciones de artesanías, conciertos, comitivas y una serie de charlas en las que se recordaron los logros de la organización y se pusieron sobre la mesa los retos y las problemáticas a superar dentro de las comunidades y el Cric.

 

 Momento para repensar y cambiar

Antonio Palechor resaltó la perseverancia de aquellos primeros líderes mayores de los inicios del Cric en medio de la estigmatización y la falta de reconocimiento de sus derechos ancestrales sobre el territorio: “En el año 1972 el Cric comenzó a figurar en algunos medios de comunicación y una de esas primeras salidas fue en el diario El Tiempo, que tituló “Dos indígenas capturados con cuatro bultos de propaganda subversiva”. Esa supuesta propaganda era en realidad recortes de periódicos en donde se hablaba de los campesinos, de la recuperación de tierras y la lucha indígena; pero para el Estado, para el DAS, para el Ejército, quien los detuvo, eso era propaganda subversiva”.

Foto: Facebook Cric

En 1973 los miembros del Cric llevaron a cabo, casi de forma clandestina, la tercera asamblea de la organización en la que se reafirmaron los principios que hoy hermanan a los integrantes de esta organización indígena: la unidad, la tierra, la cultura y la autonomía. Estos principios quedaron reafirmados un año después, cuando vio la luz el primer documento interno del Cric, la cartilla Nuestras luchas de ayer y hoy.

Acerca de esta trayectoria, Aida Quilcué, tejedora de vida y defensora derechos humanos del Cric, manifestó: “tuvimos que vivir un proceso de invasión ideológica y de tierras por más de 500 años; hoy nosotros estamos cumpliendo 50 años en los que hemos aprendido a tejer caminos entre diez pueblos del Cauca, y junto a otros pueblos del país. Ese caminar es muy significativo para nosotros y nosotras”.

Sin embargo, anotó Aida Quilcué, “recogiendo lo que han dicho nuestras autoridades, debemos revisarnos hacia adentro. Por eso también, esta celebración la hemos denominado ‘La minga hacia adentro’; no podemos seguir implementando procesos de odio, tenemos que despojarnos de eso, para que cada vez que demos una opinión y enviemos un mensaje hacia nosotros y los demás, sea un mensaje que nos una. Porque esa estrategia del odio, la xenofobia y el racismo la viene implementando occidente, y hoy es replicada desde el gobierno colombiano”. Ver: “Cauca es referente histórico de una lucha que no han podido callar”: Jhoe Sauca

En consonancia con lo anterior, Aida Quilcué también planteó que hay que identificar y corregir los errores en que ha incurrido la organización en sus 50 años de lucha para de esa manera cerrarle espacios a la estigmatización que sufren los indígenas. “Quiero hacer un llamado muy cariñoso: yo sé que nosotros en el caminar nos hemos equivocado, pero también hemos aportado a este proceso. Por eso vale la pena que las autoridades, si advierten un ejercicio de corrupción, de mentira y deslealtad, corrijamos eso, pero corrijámoslo dialogando desde la tulpa, desde la espiritualidad, desde lo que nos identifica a nosotros como pueblos indígenas. Porque no puede ser que desde afuera haya una campaña de estigmatización hacia los pueblos indígenas y hacia los liderazgos, y nosotros internamente también lo estemos replicando. Yo creo que hay que corregir cosas y yo estoy llamada a esa corrección”, expresó.

Así mismo, Aida Quilcué llamó a proteger de la drogadicción a la niñez y la juventud; a resolver los conflictos intrafamiliares con el diálogo y la espiritualidad, y a darle más cabida a las mujeres dentro del marco del respeto, por lo que pidió a los mayores no dejar crecer estas problemáticas dentro de sus resguardos.

Frente al tema de la violencia, Aida Quilcué afirmó que las soluciones al “genocidio de los pueblos indígenas” deberán buscarse dentro del mismo Cric, porque no hay un respaldo genuino de parte del gobierno nacional. Y agregó: “En Colombia se naturalizó el homicidio, pasan por televisión todos los días, masacres y muertos. Hace poco en Suárez aparecieron unos compañeros desmembrados en un costal, pero no pasó de mirar nada más… Antes mataban a alguien y todos salíamos cargando el ataúd y marchábamos, visibilizábamos, pegábamos el grito; hoy ya no nos estamos acompañando”. Ver: “La solución no es la militarización”: Aida Quilqué

 


Reconocimiento internacional

Como parte de las actividades de conmemoración de los 50 años del Cric, distintas instituciones, organizaciones y personalidades, enviaron mensajes de respaldo a esta organización. Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, puso al Cric como un ejemplo de organización y lucha persistente por la defensa de los derechos, y dijo que esta organización “constituye un proceso destacado de articulación y coordinación para la reivindicación y protección de los derechos de los pueblos indígenas, como son los derechos al gobierno propio y la autonomía, destacándose el fortalecimiento de los sistemas propios de salud, educación, gobierno propio y justicia”.

Por su parte, el reconocido jurista español Baltasar Garzón envió un mensaje de reconocimiento al Cric en el que dijo: “Quiero felicitarlos por estos cincuenta años de existencia y lucha, por la defensa del territorio, en favor de la paz, la justicia y la vida. Es curioso que por luchar por la justicia y la vida, derechos básicos del ser humano, y mucho más en el caso de los pueblos originarios, hayáis sufrido tanto las consecuencia de la irracionalidad de la violencia, vosotros que sois pueblos de paz”.