La periodista Vanessa de la Torre publicó Historias de amor en campos de guerra, un libro en el que reúne seis relatos de amor tan reales e intensos como la guerra que los marcó.

Por: Adrián Atehortúa
Foto: archivo particular

Es curioso que algo tan obvio, tan universal, incluso tan taquillero como todo lo que abarca la etiqueta “amor” sea uno de los temas menos explorados en la historia del conflicto armado en Colombia. Por ejemplo, en el caso de los libros periodísticos sobre la materia son muy pocos los que intentan abordarlo desde esa perspectiva.

No hay razones tajantes, sino meras especulaciones: puede ser que los periodistas prioricen más otros aspectos, puede ser que haya asuntos más urgentes, pero es innegable que cualquiera puede intuir que, en el conflicto colombiano, como en cualquier otro, deben abundar historias de gente que se ama.

Portada del libro publicado por Grijalbo en septiembre de 2019.

La periodista Vanessa de la Torre, presentadora de Noticias Caracol y Mesa Blu, de Blu Radio, decidió tomar esa ruta tan poco recorrida y el resultado son los seis relatos que conforman Historias de amor en campos de guerra. Una muestra significativa de la difícil, pasional y nunca esperada llegada del amor que, si ya es complejo para cualquiera que lleve una vida sin contratiempos, toma dimensiones casi inverosímiles en el marco de la guerra.

Primero, Miryam Rodríguez, una mujer que dejó una vida acomodada, trazada por la sociedad más privilegiada y casi completamente abstraída de los problemas sociales del país, para seguir los pasos del comandante del M-19, Carlos Pizarro Leongómez. Luego, Fabiola Hernández y la historia de un largo duelo en el que lloró durante 30 años en la tumba equivocada a su esposo desaparecido en la toma del Palacio de Justicia. Sigue la historia de Alejandra y Ramiro y todas las adversidades que dos guerrilleros deben enfrentar para ser una pareja como cualquier otra que ha encontrado al ser amado. Pasa por la increíble historia de Arelys Henao, la estrella colombiana de música popular que antes de la fama vivió los estragos de la guerra. También conocemos a Sandra, la viva encarnación de todo lo que una mujer puede llegar a vivir desde su infancia, cuando la guerrilla decidió por ella que la guerra sería su estilo de vida. Por último, el cuento de hadas de la vida real de Josephine Genetay, una mujer perteneciente a la realeza sueca, que encontró el amor con Anderson Zapata, habitante de la comuna 13 de Medellín e hijo de un policía que murió en la ola de asesinatos promovida por Pablo Escobar y su “plan pistola”.

El libro parte de una premisa que se siente como una preocupación genuina en la autora: que el amor puede ser una de las formas —si no, tal vez la única— con la fuerza suficiente para sacar del fondo del pozo a quien ha sido lanzado a la profundidad insondable y sórdida de la guerra.

De alguna manera, todas las historias que aquí se cuentan, unas más detalladas que otras, tienen ese común denominador y en ningún momento intentan retocar o ensañarse en la crudeza de las realidades que las rodean. Eso le proporciona también el necesario respeto con el que se deben contar este tipo de relatos.

Aunque no llega a las cimas magistrales de prosas sobre temas similares (recuérdese Amor y anarquía o La guerra tiene rostro de mujer), Vanessa de la Torre hace una narración sostenida que honra las historias reales que le confiaron.

En cualquier caso, es muy valiosa su intervención sobre este tema, sobre todo teniendo en cuenta las proporciones de su fama e influencia. Aunque no debería ser una excepción a la regla, es de apreciar que en esta ocasión la periodista deje el lugar cómodo de estrella de los medios que muy pocos abandonan, y decidida ahondar en las noticias que presenta para entregarlas en un ejercicio más amplio. Ese gesto seguramente puede acercar al público masivo para entender las proporciones del conflicto que tantas veces se queda solo en titulares, muchas de ella con filtro de amarillismo.

Sorprende también la clara intención de este libro dominado por voces femeninas. Lejos de caer en la equivocada y repetida idea de que el amor y el romance es un tema que preocupa más a las mujeres, es acertada la mirada editorial de Vanessa de la Torre para darle especial atención y protagonismo a ellas como colombianas que también ponen una cuota muy importante en el conflicto. Así deja sobre la mesa el aspecto siempre evadido de que las mujeres también han estado en las trincheras, han denunciado impunidades, han hecho activismo, o han dormido en un cambuche con un fusil en estado de alerta permanente.

Todo lo anterior hace que Historias de amor en tiempos de guerra sea una apuesta bienintencionada por contar el conflicto del país circundando el amor. Si esa combinación, sumada a la trascendencia mediática de su autora, logra que más colombianos esbocen las secuelas del conflicto en el país, su publicación es más que válida. Podría decirse que es un deber que hacía falta, y debería ser más frecuente, en los círculos periodísticos que hablan siempre de Colombia y su conflicto con el ligero y espectacular tono de las noticias pasajeras.

Foto: archivo particular.