En los últimos 50 años los artistas han mostrado y denunciado los abusos de la guerra en Colombia, sus obras han sido una forma de resistencia al conflicto armado. Hoy el arte es una herramienta indispensable para la reconciliación y la paz. El Diploma en Memoria Histórica, que se desarrollará entre el 24 de julio y el 27 de septiembre, abordará las relaciones y experiencias entre arte y memoria. Las inscripciones estarán abiertas hasta el 19 de julio.

Por Juan Camilo Castañeda
Fotografía de portada: John Cárdenas

Sol Astrid Giraldo, magíster en Historia del Arte, asegura que con el acuerdo firmado entre el Gobierno y las Farc en Cuba, no se ha logrado la paz. A las transformaciones políticas, sociales y económicas necesarias para alcanzar ese objetivo, ella le suma la urgencia de cambiar la mentalidad violenta que nos dejó un conflicto de más de cincuenta años, “porque si no la cambiamos, la paz seguirá siendo esquiva. En esa transformación el arte será muy importante, pues en la actualidad no tiene que ver exclusivamente con la belleza o las obras objetuales. El arte hoy es conciencia, comunicación, diálogo, circulación de pensamiento, acicate de sociabilidad”, explica Giraldo, quien será una de las profesoras del Diploma en Memoria Histórica, organizado por el proyecto Hacemos Memoria de la Universidad de Antioquia y la Deutsche Welle Akademie.

Para Andrés Torres, magíster en Estudio de Sonido, los artistas siempre han reaccionado a los conflictos bélicos; en muchas ocasiones, sus obras motivan la crítica y la denuncia. Es el caso de los movimientos y expresiones artísticas que surgieron a principios del siglo XX en Europa, cuando el continente fue arrasado por las dos guerras mundiales. Para Torres¸ artista de sonido, el dadaísmo fue uno de esos movimientos que “le propuso al mundo la mirada de una sociedad desencantada por la destrucción de la guerra. Los dadaístas plantearon un nuevo lenguaje para el arte: deformaron la figura humana que se veía en el Renacimiento, pues el cuerpo fue destruido por esas dos grandes guerras”.

En Colombia, los informes de memoria de Orlando Fals Borda y el padre Germán Guzmán Campos que se publicaron en la década de 1960, les mostraron a los citadinos los horrores que vivieron los campesinos durante La Violencia. Andrés Torres asegura que varios artistas, entre ellos Fernando Botero, Edgar Negrete, Luis Caballero, Rodrigo Arenas Betancourt, Alejandro Obregón y Enrique Grau fueron influenciados por informes como La violencia en Colombia (1962): “Ellos no se quedaron callados y comenzaron a construir una estética del conflicto armado colombiano”, explica Torres, docente e investigador de la Universidad de Medellín.

Sumando-Ausencias-43La artista Doris Salcedo realizó una intervención artística en la Plaza de Bolívar como respuesta a la victoria del No en el plebiscito por la paz. Foto: John Cárdenas.

El mismo Torres encontró en el informe ¡Basta ya! Memorias de guerra y dignidad, publicado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, un relato que lo conmovió: “En Colombia seguimos siendo indiferentes ante el dolor que ha causado la guerra. Por esta razón, con el colectivo de artistas Mangle, convertimos todos los datos del ¡Basta ya! en parámetros de sonido. Hicimos una composición musical que dura una hora y que lleva el mismo nombre del colectivo”.

Según Torres, que hablará de la creación de esta pieza sonora en el Diploma de Memoria Histórica, convertir las cifras de la guerra en materiales estéticos es una forma de darle otro sentido a esos números; además, las personas que escuchan la composición viven una experiencia diferente: “La gente cree que está en la selva escuchando grillos, pero en realidad cada sonido representa a una víctima de esta terrible historia colombiana”, cuenta Torres.

Las relaciones del arte y la memoria
En Colombia, como explica Sol Astrid Giraldo, el arte político ha estado muy presente en los últimos años. A su manera, los artistas han narrado el conflicto, y ahora han puesto sus ojos en temas como la reconciliación. Por ejemplo, como lo señala Giraldo, esos capítulos violentos han quedado plasmados en las fotografías de Jesús Abad Colorado y en las pinturas de Ethel Gilmour. Además, destaca otro grupo de artistas que se han preocupado por la construcción de memoria: Doris Salcedo, Óscar Muñoz, Erika Diettes, Patricia Bravo, Clemencia Echeverri, José Alejandro Restrepo y Libia Posada han puesto en sus obras los relatos de la guerra y las voces de las víctimas.

Según Giraldo, hay otras producciones artísticas emblemáticas en las que participan las comunidades. La Piel de la Memoria, en el Barrio Antioquia de Medellín; el Salón del Nunca Más, en el municipio de Granada; y las Tejedoras de Mampuján, en los Montes de María son algunos de los ejemplos que menciona. “En estos casos, el artista más que un creador es una especie de gestor cultural. Son encuentros y colaboraciones en los que se diluye la autoría y la comunidad se empodera”, explica Giraldo.

RelicariosEn el proyecto artístico «Relicarios», Érika Diettes plantea una reflexión sobre el duelo a partir de los objetos que pertenecieron a las víctimas del conflicto. Foto: John Cárdenas.

Para Sol Astrid, el arte es una herramienta indispensable en un país que está transitando de la guerra a la paz, pues debido a su naturaleza material y sensible, a su capacidad de producir experiencias “ha logrado, más que ilustrar hechos o denunciarlos, propiciar un lugar inédito para la construcción y representación de la memoria”, concluye Giraldo.

Una experiencia desde el teatro
A la dramaturga y directora de teatro Victoria Valencia le gustan las obras que buscan algo más que los aplausos: “valoro las obras en las que hay un compromiso con el alma, con el universo de uno, con el país en el que uno vive”. Por esta razón, desde hace 15 años, cuando fundó el Ensamble Teatral La Mosca Negra, sus montajes teatrales han abordado el tema de la violencia en Colombia.

Para Valencia, los artistas tienen la obligación de hablar de lo que los conmueve, y no todos están interesados en mostrar la violencia. Sin embargo, ella cree que en este momento histórico en el que se firmó un acuerdo de paz con las Farc, “hay muchos dramaturgos, directores de danza y de teatro que nos sentimos obligados a develar la violencia, a interpretarla desde nuestro punto de vista. Queremos contar esas historias atravesadas por el hambre, el dolor, la injusticia, la infamia. Desde mi perspectiva, busco situar esos relatos en nuestra ciudad y en nuestro país”, comenta.

La narrativa teatral de Victoria Valencia le da voz a los desaparecidos: “En las obras se construye una imagen del alma de esos seres que son anónimos; entonces, se les hace existir y se evidencia la violencia a la que fueron sometidos”, dice Valencia. Esos relatos de la violencia pueden apreciarse, por ejemplo, en su obra La memoria de las ollas o caligrafías de la orfandad, con la que ganó la convocatoria Lenguajes Cruzados del Museo Casa de la Memoria, donde habla del desplazamiento.

Estas experiencias artísticas demuestran que en Colombia, como asegura Sol Astrid Giraldo, “el arte ha estado conminado a mirar de frente la violencia y las turbulencias sociales y políticas del país. Pero, además de registrar una sociedad fallida, ha logrado también convertirse en un valioso dispositivo de reflexión, resistencia y memoria”.


El Diploma en Memoria Histórica es un programa académico que se propone fortalecer el conocimiento y la reflexión en temas de memoria histórica y cubrimiento del conflicto armado, desde una perspectiva que permita su incidencia en el debate público y la definición de políticas de paz. Está integrado por 10 módulos temáticos y tiene una duración de 160 horas (120 horas presenciales y 40 horas de trabajo fuera del aula).

Los módulos serán dictados los lunes, martes y miércoles, a partir del 24 de julio, en el horario de 5 a 9 p.m., en el Edificio de Extensión de la Universidad de Antioquia. El precio de inscripción para este programa académico es de $1.700.000, con descuentos para la comunidad académica de la U. de A. y grupos de inscritos.

ENLACE PARA INSCRIPCIÓN

Opción manual: Ingrese a la página http://reune.udea.edu.co y haga click en la sección Cursos y Eventos Académicos; allí, busque la opción Facultad de Comunicaciones, y elija Diploma en Memoria Histórica.