Siglos de despojo del territorio y de violencia por parte del estado, empresarios y caciques locales fueron orillando a la población yoreme a abandonar sus raíces y a dividirse entre pueblos. Esta es la historia de cómo se logró tejer la alianza entre los pueblos de Cohuirimpo y Masiacahui, al norte y al sur de Navojoa en Sonora, México.
En 2008 un grupo formado principalmente por mujeres de varias comunidades de Tlaxcala inició una caravana en defensa del agua. Con pancartas, carros particulares y perifoneo denunciaron cómo el río Atoyac estaba envenenando a la gente.
Frente a las motosierras y las armas, un grupo de mujeres de la organización comunitaria El Ocotenco defienden el monte Zacacuautla, en Hidalgo, México.
Trepadas en las montañas y acobijadas entre valles, las comunidades chontales de Oaxaca escucharon en 2014 el llamado a una asamblea. Ese día se enteraron que la Secretaría de Economía había concesionado su territorio a una empresa minera.
En 2014, reformas constitucionales y leyes de paridad permitieron que mujeres ocuparan cargos públicos en el municipio de Santa María Yucuhiti, en México. Algunas personas celebraron el cambio; otras lo vieron como una imposición en contra de las costumbres indígenas
Cuando se enteraron de que el agua de sus pozos estaba contaminada y escaseaba por la sobreexplotación que realiza la agroindustria para exportar hortalizas, las mujeres de las comunidades de Guanajuato se organizaron. Sus familias tenían sed: se estaban envenenando y enfermando por beber de esa agua.
En lo alto de un cerro y rodeada de la selva maya, una gran palapa alberga un taller de bordado que entrelaza hilos multicolores, resistencias y luchas ante el despojo, la devastación y la muerte provocada por las imposiciones culturales y los megaproyectos que invaden la península de Yucatán.
Tras enterarse de que la Secretaría de Economía había otorgado dos permisos para explotación minera a una poderosa empresa canadiense, la comunidad de Tecoltemic, en la Sierra Norte de Puebla se unió y logro que parecía imposible: echar a la minera de su territorio y preservar el bosque, el agua y la vida.