La solicitud se dio luego de que el comandante del Ejército, general Eduardo Zapateiro, le entregara a la Comisión de la Verdad dos investigaciones sobre la violencia contra los militares en medio conflicto, y los aportes del Ejército a la paz.

 

Por Pompilio Peña Montoya

En un encuentro virtual, el Ejército Nacional entregó a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, dirigida por el sacerdote Francisco de Roux, dos productos de investigación que, en palabras del general Eduardo Zapateiro, comandante del Ejército, “brindan un aporte real a la construcción de la memoria histórica y el contexto nacional, acogidos a los valores de transparencia y dignidad” de esa institución.

Durante el evento, De Roux les solicitó a los altos mandos militares dos cosas: una, que acojan a las víctimas del Estado y de las Fuerzas Militares “con la misma grandeza con que tratan a los soldados víctimas” y, dos, que hagan “estudios a fondo sobre la actuación de la otra parte del conflicto, que ustedes bien conocen. Me refiero a estudios sobre las Autodefensas Unidas de Colombia, el Bloque Central Bolívar y las demás formas de autodefensa y paramilitarismo. Si ustedes lo hacen, eso acrecentaría la importante credibilidad de nuestro Ejército”.

Las dos investigaciones realizadas por el Ejército, que componen el más reciente aporte de esta institución militar al proceso de esclarecimiento de verdad de la Comisión, se denominan En surco de dolores y Colección Bicentenario. La primera está compuesta por cuatro informes, seis casos y un documento estructural que tratan sobre las dinámicas relacionadas con el origen, las causas, el desarrollo y los impactos del conflicto armado, resaltando los ataques “indiscriminados y sistemáticos” contra miembros del Ejército Nacional y la población civil, con especial énfasis en algunas comunidades indígenas, por parte de grupos subversivos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El segundo informe está compuesto por 16 libros desarrollados por el Centro de Estudios Históricos de esta institución, “con el propósito de evidenciar los aportes a la paz realizados por el Ejército a lo largo del conflicto, centrando su análisis en las unidades militares de carácter operacional, de formación, de entrenamiento, instrucción y capacitación”, describió Zapateiro.

Ambos aportes, destacó el general, se unen a las 39 investigaciones entregadas previamente a la Comisión, entre las que se destacan el informe Génesis, un documento de 50 tomos y 18 mil 500 páginas que recogen violaciones al Derecho Internacional Humanitario presuntamente cometidas por las FARC durante 50 años de conflicto armado. También, la colección El conflicto en las regiones, el proyecto Luces para la verdad y el informe técnico Los soldados regulares, víctimas de secuestro y desaparición.

El general Zapateiro manifestó que de este modo “se evidencia el deseo institucional de contribuir al esclarecimiento de la verdad a través de la comprensión de las diferentes dinámicas del conflicto, así como la necesidad de visibilizar a los militares víctimas y a sus familias”.

Durante el encuentro, también intervino el soldado profesional en retiro Diego Ignacio Gómez Carvajal, quien el 2 de diciembre del 2011, en una operación de erradicación de cultivos de uso ilícito en el municipio de Tierralta (Córdoba), pisó una mina antipersonal que le produjo la perdida de una de sus piernas y una larga convalecencia, ya que el artefacto explosivo estaba contaminado con heces fecales y contenía gran cantidad de metralla.

Su testimonio significó un ejemplo de lucha y perseverancia por salir adelante en medio de un conflicto que no discrimina a nadie: “Porque las víctimas, más allá de usar un uniforme, somos seremos humanos con familia, sueños, proyectos y esperanzas que esperamos cumplir en nuestras vidas”, expresó Gómez, quien resaltó que “lo más sagrado es el individuo”, refiriéndose a las personas que luchan por un mundo más justo.

 

Grandeza moral

Retomando las palabras del soldado Gómez, el director de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux, reiteró que “lo sagrado es el ser humano” y valoró a las organizaciones e instituciones que estando involucradas en escándalos y violaciones a los derechos humanos ponen por encima la moral, para lo cual refirió, a manera de ejemplo, la decisión del papa Francisco de dejar de defender a aquellos religiosos y sacerdotes que estaban siendo investigados por pederastia.

“Ninguna institución, ningún grupo político, puede protegerse de responsabilidad corporativa ante graves faltas morales de alto nivel repetidas entre sus hombres. No puede la institución decir que no es responsable porque sus leyes lo impiden. No vayan a hacer ustedes, el Ejército de nuestra patria, lo que hace las FARC cuando dicen que ellos como FARC no han vinculado a niños a la guerra porque en ninguna doctrina de las FARC dice que se vinculen niños. Yo quiero que el Ejército de mi país tenga la misma grandeza moral de la Iglesia”, dijo de Roux.

Finalmente, De Roux agradeció el esfuerzo y la disposición de las fuerzas militares por contribuir a la construcción de la verdad para el informe que debe entregar la Comisión, en 2021, como acto final de su mandato. Pero, instó al comandante de las fuerzas militares a que este trabajo investigativo no concluya.