Con la presentación de tres cortos audiovisuales, Hacemos Memoria, en alianza con la Corporación Región y en el marco del proyecto San Carlos, caminos de reconciliación, finalizó el proceso de asesoría a un grupo de 25 jóvenes en el municipio de San Carlos.

Por: Elizabeth Otálvaro Vélez

Después de un viaje de dos horas, a veces en chiva, a veces en bus, llegaban cada sábado quince jóvenes del corregimiento Puerto Garza a la cabecera municipal de San Carlos, municipio ubicado en el Oriente antioqueño. Desde las ocho de la mañana solía vérseles rondando el parque principal, lo que significaba que sus jornadas habían comenzado tal vez a las cinco de la madrugada.

Entre abril y junio cumplieron una cita semanal junto a otros jóvenes de la zona urbana y unos cuantos de otras veredas cercanas. En total, 25 jóvenes participaron del proceso en el que la memoria histórica y la comunicación fueron protagonistas.

La cita era con el Colectivo de Comunicaciones que se formó como uno de los componentes del proyecto San Carlos, caminos de reconciliación, el cual buscó reactivar la apropiación de la memoria que al menos en este municipio parecía desgastada. Para tal fin, la Corporación Región, como líder del proceso, convocó a diferentes aliados que le permitieran apoyar sus labores de formación, divulgación y apropiación de los ejercicios de reconciliación y memoria. Entre ellos, el Programa de Alianzas para la Reconciliación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ACDI/VOCA, la Alcaldía Municipal, Coogranada y su Fundación Social, Celsia, la Unidad Nacional para las Víctimas y la Unidad de Víctimas de la Alcaldía de Medellín. Participaron también los socios del Programa de Alianzas para la Reconciliación: Fundación Saldarriaga Concha, Corporación Interactuar y la Federación Nacional de Cafeteros.

En el caso del Colectivo de Comunicaciones, el proyecto Hacemos Memoria, convenio entre la Universidad de Antioquia y la DW Akademie, fue quien se sumó a la tarea de capacitar al grupo de jóvenes en herramientas comunicativas para producir contenidos alusivos a las problemáticas derivadas del conflicto armado o a sus maneras de resistirse a él.

El 11 de agosto fue el cierre oficial del proyecto. En palabras de Marta Villa, directora de la Corporación Región, haberle apostado a la formación de los jóvenes fue un total acierto. Ella aclara que si bien el trabajo es prematuro, que los jóvenes eligieran las historias de las que querían hacer memoria, fue una gran victoria.

El primer corto realizado por los jóvenes fue la historia de vida de Juanita Álvarez, una mujer desplazada que después de 18 años volvió a San Carlos para ofrecerles a los niños y niñas una formación artística a través del teatro. El segundo, es la historia de Javier Duque, un líder comunitario de la vereda Santa Rita. El corto tiene como telón de fondo las dificultades de ser líder y al mismo tiempo la importancia de su labor en espacios rurales.

La última historia ocurre en Puerto Garza y compila testimonios de pescadores y mineros tradicionales que se han servido del río Samaná y que después de sobrevivir al conflicto, desplazarse y retornar, temen que por la construcción de la central hidroeléctrica Porvenir II los vuelvan a despojar de su tierra e identidad. “Puerto Garza fue callada a la fuerza por la guerra y las hidroeléctricas. Con este corto documental, no solo pudimos hablar nosotros de un pueblo que a pesar de sus dificultades ha salido adelante, sino que pudimos hacer que las comunidades pudieran expresarse”, dice Eliana Berrío, una joven de 16 años integrante del Colectivo de Comunicaciones y habitante el corregimiento que limita con la subregión del Magdalena Medio.

Veinticinco jóvenes participaron en el Colectivo de Comunicación de San Carlos.San Carlos, caminos de reconciliación

Una década después de que se activaran procesos alrededor de la reconciliación y la memoria en el municipio de San Carlos, fue pertinente renovar el movimiento social que aviva, en últimas, la dignidad de quienes sufrieron alguna victimización en medio del conflicto armado, eso cree Sandra González, directora del proyecto San Carlos, caminos de reconciliación. Ella, asegura que este proceso intentó resolver las principales inquietudes que en la actualidad rondan el tema de la memoria y la reconciliación en la esfera local, por ejemplo, la necesidad de que los jóvenes se apropiaran de la historia de su territorio.

Entre los resultados del proyecto se destacan la construcción de una ruta de memoria, así como la formación de 19 gestores y gestoras de memoria que serán responsables del relato del conflicto armado y la resistencia de su municipio. El grupo lo conforman víctimas, desmovilizados de las autodefensas, amas de casa, guías turísticos, funcionarios públicos, líderes y lideresas del pueblo.  También se realizaron diez diálogos ciudadanos con distintos públicos del municipio, mujeres, jóvenes, los resistentes, los retornados; todas fueron conversaciones relacionadas con la memoria del conflicto armado, la reconciliación y la paz. Además, se apoyó el proyecto de muralismo liderado por la corporación de artistas locales San Carlos: memoria de sueños y esperanzas, que dejó diez nuevos murales en la zona rural y urbana del municipio. Éstos, fueron concertados con la comunidad que decidió qué imágenes querían perpetuar en las paredes. Finalmente, se firmó un convenio con la Alcaldía del Municipio de San Carlos para la restauración del monumento a las víctimas del conflicto armado ubicado en el parque central del pueblo y que es conocido como el “Jardín de la memoria”.