La desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, en septiembre de 2014, provocó que los familiares de personas desaparecidas en México emprendieran la búsqueda directa de sus seres queridos. Encontraron fosas y con sus propias manos removieron la tierra para sustraer los cuerpos. Un hecho que según Anne Huffschmid, doctora en Ciencias Culturales, plantea nuevos desafíos para las ciencias forenses en Latinoamérica.
A mediados de septiembre del 2017, habitantes del Cañón del río Cauca le exigieron al Estado encontrar los cuerpos de por lo menos treinta desaparecidos, algunos de ellos víctimas del conflicto armado, cuyos cuerpos podrían estar enterrados en inmediaciones del río. La situación no da espera, porque Hidroituango planea inundar la zona a finales de 2018. Compartimos este especial periodístico, publicado en la edición 88 del periódico De la Urbe.
Familiares de desaparecidos y organizaciones de víctimas de Antioquia conmemoraron el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas con un plantón en el Centro Administrativo La Alpujarra de Medellín
Natalia Duque Vivía en una casita de corredor frontal en el corregimiento de Santa Ana, vereda El Oso, del municipio de Granada (Antioquia).