«¿Por qué debería importarnos que haya un museo de la memoria del conflicto armado? ¿Cuál es su pertinencia para nuestras conversaciones del presente?». Estas son algunas de disímiles preguntas que plantea el sociólogo Andrés Suárez en esta columna de opinión, donde recorre la obra física inconclusa del actual Museo Nacional de la Memoria, en Bogotá; una construcción a mediohacer de la que la Contraloría General dijo, en enero de 2024, presentaba fallas e irregularidades que representan pérdidas por más de 12 mil millones de pesos.
La directora del Centro Nacional de Memoria Histórica habló con Hacemos Memoria acerca de las iniciativas territoriales que prometen cambiar la dinámica de trabajo de la institución; la polémica que la señala de privilegiar la memoria de su abuelo, Jorge Eliécer Gaitán; de los rezagos de la administración pasada y del futuro tanto del CNMH como del Museo Nacional de la Memoria.
Tres organizaciones sociales que fueron aliadas del Centro Nacional de Memoria Histórica en Antioquia decidieron retirar su apoyo a esa entidad luego de la posesión de Darío Acevedo como director. Sus representantes aseguran que harán veeduría al trabajo que adelante el Centro y que emprenderán iniciativas de memoria independientes.
La investigadora se pregunta cómo es posible que Darío Acevedo dirija una entidad que fue creada para contribuir a la reparación de las víctimas, de un conflicto armado que él mismo niega.
Este año el trabajo del Centro Nacional de Memoria Histórica está enfocado en hacer realidad el sueño de tener, para el primer semestre del 2020, un Museo que se ocupe de honrar a las víctimas del país.