Vallenatos del Medio Atrato es la primera producción musical del cantautor vallenato Domingo Chalá, una recopilación de ocho canciones que le cantan a la memoria del territorio chocoano.

Por: Juliana Builes Aristizábal
Fotos: cortesía Andrés Felipe Palacio

Domingo Chalá es reconocido en su tierra por ser el sepulturero de los muertos de la masacre de Bojayá, ocurrida el 2 de mayo de 2002, donde 74 civiles murieron en el interior de la iglesia del municipio como consecuencia de un cilindro bomba lanzado por la guerrilla de las FARC en medio de un combate con paramilitares.

Domingo empezó a cantar vallenato en los sesentas como manera de expresar sus sentimientos frente a las injusticias que vivía su pueblo.

Pero fue después de la masacre de 2002 que Domingo compuso dos de sus canciones más emblemáticas: 2 de mayo y Los muertos del 2 de mayo, en honor a las personas fallecidas. Aunque la música siempre había estado presente en la vida del artista, estas producciones le dieron una nueva visibilidad.

Ya no era conocido solo como el sepulturero, sino que ahora también era reconocido por cantar en memoria de los muertos de Bojayá. “Esas canciones son un recordatorio para un municipio que siempre ha estado olvidado, esa masacre jamás se debe olvidar. Fue una de las más horribles que ocurrió en Colombia. Yo nací con esa estrella de saber cantar y me siento muy agradecido por eso”, cuenta Domingo.

En Bojayá, todo el mundo lo conoce y su casa es una parada obligada cuando alguien quiere saber un poco más sobre la historia del pueblo. Hace siete años, Andrés Felipe Palacio, un artista plástico de la Universidad Nacional, llegó al territorio para adelantar un proyecto de memoria. En su investigación, terminó en la casa de Domingo, allí lo conoció por primera vez y comenzó una amistad que llevó a toda una producción musical.

“Todo el mundo te dice que hay que hablar con Domingo, entonces, claro, uno va a la casa de él, se sienta en el corredor o en la cocina, él empieza a contar cosas y a cantar, y eso empieza a llenarse de gente. Es muy bonito lo que pasa”, cuenta Andrés Felipe.

Después de dos años de ir a tomar café con Domingo y de escuchar cada uno de sus versos, el artista vallenato de 76 años le confesó a Andrés que su sueño era grabar un disco. “A mí se me metió en la cabeza que había que sacarle el disco al viejo. Eso fue en el año 2018”, agrega Andrés.

La travesía para producir el disco comenzó, y Andrés tocó puertas en todos los lugares posibles. Inicialmente, el proyecto consistiría en dos canciones con melodía y otras dos con la voz de Domingo a capella.

José Juvinao, profesor de música de la Universidad de Antioquia, fue el primero que creyó en la idea y en medio de la emergencia sanitaria por COVID-19, puso melodía no a dos sino a siete canciones que envió Andrés de Domingo cantando en su cocina de Bojayá. Las canciones ya sonaban por todo el pueblo, incluso sin estar terminadas.

En medio de las restricciones por la pandemia, y gracias a la autogestión, Domingo grabó por primera vez en su vida en un estudio profesional. Mucha más gente se unió al proyecto y lo que inició como una pequeña compilación de cuatro canciones terminó en un disco de nueve con un elenco de talla internacional.

Los ritmos vallenatos llegaban al Atrato desde la costa Caribe en los barcos que venían desde Cartagena o Barranquilla hasta Quibdó, a hacer intercambios comerciales.

Gracias a una campaña digital de financiación colectiva se recaudó el dinero necesario para crear la línea gráfica del proyecto. Ana María Galindo, estudiante de diseño de la Universidad Pontificia Bolivariana, fue la encargada de realizarla. Dado que el formato del CD ya no es tan común, Andrés Felipe y el resto del equipo tomaron la decisión de guardar las canciones en memorias portátiles.

Domingo recibió la recopilación de sus canciones en la misma cocina de su casa, desde donde ha denunciado a través de sus cantos las vivencias de su pueblo durante más de dos décadas. Aunque no sabe leer ni escribir, en sus versos vallenatos logró plasmar todo lo que su memoria ha recogido a lo largo de los años. “Me siento completamente satisfecho y contento de haber cumplido ese sueño de grabar un disco, quiero seguir adelante con mi música y poder continuar con el apoyo de todas las personas que han estado escuchando”, confiesa Domingo.

El prelanzamiento de Vallenatos del Medio Atrato fue el 16 de noviembre de 2022 en La Pascasia, en Medellín. “Allí le entregamos formalmente el disco a Domingo y él cantó por primera vez con una banda en vivo. La casa estaba llena y todo el mundo quedó enamorado de su música. Sus composiciones son una forma muy hermosa de conocer el Atrato”, explica Andrés Felipe.

En este momento, la canción Río Atrato ha pasado la primera fase de los premios Grammy en tres categorías: Mejor producción, Mejor canción latina y Mejor canción de artista nuevo. Río Atrato narra la historia de cómo era el río antes de que llegara la violencia y cómo cambió después de la llegada de la guerrilla y los paramilitares.

“Cuando yo era niño, en el río navegaban las lanchas de Cartagena hacia Quibdó por el río Atrato, eso era como una carretera. Las lanchas paraban y vendían toda clase de productos. Cuando inició la violencia todo esto desapareció y solo quedaron los recuerdos”, dice Domingo.

El equipo espera lanzar en septiembre el disco completo en plataformas digitales, para poder postular la producción a los Grammy del próximo año. Andrés Felipe y José Juvinao apuestan por visibilizar las experiencias y emociones del viejo Domingo, un artista vallenato de 76 años que le canta a los recuerdos y al territorio.