Con un acto simbólico de reconocimiento de las víctimas, una eucaristía y la proyección del documental “Luces y sombras”, se conmemoran, este 13 de junio, los 15 años del asesinato de 18 personas en el sitio conocido como La Pinera del municipio de Sonsón, hoy sede de la Universidad de Antioquia para la subregión páramo.

Por Elizabeth Otálvaro

El 13 de junio del 2002 el Ejército Nacional asesinó a un grupo de personas que recibían instrucción paramilitar por parte de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio. El hecho ocurrió en La Pinera, el lugar de esparcimiento más frecuentado por los sonsoneños hasta ese momento pues, después de aquel día, se convirtió para muchos en el símbolo del conflicto armado que vivió este municipio del Oriente antioqueño.

En este artículo Hacemos Memoria hace un recuento de lo ocurrido.

Quince años después, es la primera vez que se rinde homenaje a las víctimas de lo que aun la justicia colombiana no define ni como masacre ni como combate. La conmemoración tendrá lugar en el mismo sitio donde ocurrió el hecho violento, hoy sede de la Universidad de Antioquia para la subregión páramo. El evento está convocado por la Asociación de Víctimas por la Paz y la Esperanza de Sonsón, el Costurero Tejedoras por la Memoria de Sonsón, la Asociación de Mujeres (MAIS) y La Universidad de Antioquia, y es apoyado por Conciudadanía, el proyecto Hacemos Memoria y la Red Nacional de Tejedoras por la Memoria y la Vida.

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Apenas ahora la justicia colombiana intenta esclarecer lo ocurrido en La Pinera a través de la investigación adelantada por la Fiscalía 74 de Medellín, encargada de las ejecuciones extrajudiciales, conocidas comúnmente como “falsos positivos”. Sin embargo, y pese a la confusión jurídica, Isabel González, antropóloga y quien ha acompañado el proceso Costurero Tejedoras por la Memoria de Sonsón, dice que este es el momento en el que las condiciones están dadas para conmemorar esta fecha como un acto de dignificación de la vida que aporta a la “construcción de paz y en el cual es posible –después de muchos años–, además de compartir el dolor, reconocer el valor de todas las víctimas”.

Por su parte, la memoria hizo lo propio y se encargó de construir un relato protagonizado por Gertrudis Nieto, madre de Jesús Amado Cárdenas, uno de los jóvenes que murió en la arremetida del Ejército.

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Para ella, narrar la historia de su hijo y de cómo su familia vivió este acontecimiento permitió mostrar cuál era su lucha, la que por años ocultó, y de paso reclamar la verdad que desconoce sobre lo sucedido con su hijo, a quién considera una víctima de un Estado incapaz de dar condiciones dignas para vivir. Su voz se une a las de otros habitantes de Sonsón en el documental “Luces y sombras” y así se consigue reconstruir uno de los hitos de la violencia que marcó a esta localidad y que por años permaneció silenciado.

Conozca otras reacciones tras la emisión del documental.

Este trabajo periodístico contó con el apoyo del proyecto Hacemos Memoria y fue una producción colectiva entre el canal comunitario Sonsón TV, los estudiantes de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad de Antioquia, sede Sonsón, y las mujeres de la Asociación de Víctimas por la Paz y la Esperanza de Sonsón.