«Luchaba por la vida y los sicarios le ganaron la batalla», dijo el abogado constitucionalista Carlos Gaviria Díaz en el sepelio de su amigo Héctor Abad Gómez, el miércoles 26 de agosto de 1987, día en el que confluyeron las honras fúnebres de tres líderes de derechos humanos en Medellín: las del médico salubrista y las de los docentes Leonardo Betancur Taborda y Luis Felipe Vélez Herrera.
En la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia hay un seminario virtual que conmemora la vida y obra de este médico y defensor de derechos humanos que fue víctima de la violencia política en la década de los ochenta.
El prestigioso galeno y defensor de derechos humanos de Antioquia, asesinado por un comando paramilitar el 25 de agosto de 1987 en Medellín, aparece reseñado en documentos del organismo de inteligencia en 1974 como activista del movimiento profesoral de la Universidad de Antioquia. Se le asociaba, además, con organizaciones calificadas de “extrema izquierda”.
El jueves 27 de agosto de 1987, a las 8:30 de la mañana, Saúl Franco abordó un avión en el aeropuerto José María Córdoba de Rionegro con destino a Río de Janeiro. Solo habían transcurrido cuarenta horas desde el asesinato de sus amigos y colegas Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur.
En el sótano del Palacio de Justicia José Félix de Restrepo, en Medellín, se encuentra el archivo judicial de la ciudad. Entre las páginas de los libros de reparto, se halla la memoria de muchas víctimas de la violencia. Allí también se esconde el testimonio de la violencia paramilitar desatada contra la Universidad de Antioquia en 1987.
«Tratar de acabar la violencia con ´otra violencia´ es como pretender curar una enfermedad con otra enfermedad», escribió Héctor Abad Gómez en su columna del Periódico El Mundo, el 12 de octubre de 1986. A treinta años de su asesinato, ocurrido el 25 de agosto de 1987, compartimos este texto para resaltar la vigencia de su pensamiento. Por: Héctor Abad Gómez – Periódico El Mundo* Foto: Héctor Abad Gómez en su consultorio. 1985. Autor: desconocido. Cortesía: Corporación Héctor Abad Gómez. No es cierto que la violencia haya existido desde que el mundo es mundo. Por más de setenta mil años, antes de la revolución agrícola, los hombres (Homo sapiens sapiens) vivieron cazando y pescando; matando animales, es cierto, pero no matándose entre sí. Fue sólo cuando algunos delimitaron un territorio “propio” y se asentaron en él, cuando surgió lo que todavía llamamos “civilización” y algunos grupos humanos empezaron a organizar ejércitos, para conquistar más territorio, “territorio de otros”. Así comenzó la violencia organizada. “Enseñar a hombres a que maten a otros hombres” –lo dijo Jorge Luis Borges– “es el mayor crimen que hasta hoy ha producido la humanidad”. Tal crimen se ha venido cometiendo durante los últimos diez mil años […]
{Este texto es el editorial de la edición 85 del periódico de De la Urbe} Fotografía: Ana María Gómez Fantasmas. Hace treinta años corría agosto de 1987, uno de los meses más brutales que recuerde la Universidad de Antioquia. Basta con mencionar un día, el 25, cuando Luis Felipe Vélez, Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur fueron acribillados en la sede de Adida, el sindicato de maestros de primaria y bachillerato del departamento. Entre julio y diciembre fueron asesinadas diecisiete personas relacionadas con la Universidad: profesores, estudiantes, egresados. Se les tildaba de guerrilleros, idiotas útiles, defensores de sindicatos y alimentadores del descontento. El objetivo, confesó años más tarde el genocida Carlos Castaño, era “anular cerebros”. Lo dijo sin vergüenza, orgulloso de lo conseguido. 1987 es un mazazo seco no solo en la memoria de la Universidad sino del país por la cacería infame de grupos paramilitares, en complicidad con la fuerza pública, a todo lo que se les parecía a la izquierda, incluidos los líderes de la naciente Unión Patriótica. ¿A qué va todo esto? A que 1987 se nos ha vuelto un año, particularmente, cercano. El mes pasado, el defensor del pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, actualizaba las cifras […]
El 25 de agosto de 1987 asesinaron a Héctor Abad Gómez, Luis Felipe Vélez y Leonardo Betancur, en medio de una racha sangrienta contra los defensores de derechos humanos y los sindicalistas en Medellín. Hoy, al cumplirse 30 años de ese fatídico día, presentamos esta serie de videos en los que sus familiares y amigos recuerdan sus ideas y reivindican la importancia de proteger y respetar la labor de los líderes sociales en Colombia. Por Equipo Hacemos Memoria “¡A la vida por fin daremos todo, a la muerte jamás daremos nada!”, exclamó Luis Felipe Vélez Herrera –profesor de básica primaria y presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia, Adida- en su último discurso público, dieciséis días antes de que lo asesinaran. A su velorio, el 25 de agosto de 1987, llegaron juntos Héctor Abad Gómez –médico salubrista, fundador y presidente del Comité por la Defensa de los Derechos Humanos de Antioquia- y Leonardo Betancur Taborda, su amigo y colega, también salubrista, integrante del Comité y militante del movimiento de izquierda Firmes. Eran cerca de las seis de la tarde y ni siquiera pudieron entrar a la sede del sindicado antioqueño de maestros a despedirse de Luis Felipe; fueron acribillados en […]