Lazos es un relato gráfico que propone una reflexión y un homenaje a las luchas de las comunidades del Nordeste antioqueño a través de personajes simbólicos que no tienen rostros ni nombres. Allí están presentes las historias de las personas que han sufrido el conflicto armado, pero no solo con palabras sino mediante metáforas visuales, lo que ayuda a comprender las vivencias de un territorio azotado por la violencia. 

Por Fabián Uribe Betancur 
Ilustraciones: Sebastián Mateo Motato Zuleta

Un niño corriendo hacia un caserío como si estuviera huyendo de algo o de alguien es una de las primeras imágenes simbólicas que están plasmadas en Lazos. Esta ilustración evoca los diversos territorios de Colombia, las dinámicas de los municipios en donde los actores llegan como si fueran un simple murmullo y el miedo en la comunidad es cada vez más fuerte, por los cambios en su entorno y los hechos violentos.  

Este relato visual hace parte del trabajo de grado que Sebastián Mateo Motato Zuleta presentó para graduarse como politólogo en la Universidad de Antioquia. Él se autodefine como un ilustrador empírico, es diseñador textil y desde que tiene conocimiento le ha gustado plasmar las ideas en dibujos. Es oriundo de Riosucio, Caldas; en el 2016, a los 18 años edad, se mudó con su familia a Girardota, Antioquia, con el propósito de adelantar sus estudios universitarios. “Quería entender las teorías del conflicto, y la carrera de ciencias políticas me permitía explorar esas ideas del pensamiento político y las teorías de la guerra, además de entender cómo se configuraban los conflictos”, contó Sebastián acerca de su experiencia.  

Sebastián Motato recordó que en 2023 realizó sus prácticas en el Centro de Atención a Víctimas del Conflicto Armado del Consultorio Jurídico de la Universidad de Antioquia, donde prestó apoyo a la Asociación de Víctimas y Sobrevivientes del Nordeste Antioqueño, Asovisna. Fue así como conoció la población que se convertiría en el centro de su interés: Yolombó. Para entonces, el pregrado de Ciencias Políticas aprobó un nuevo reglamento de trabajos de grados: los estudiantes podrían hacer algo diferente a una monografía, una sistematización de experiencias o un artículo académico, como trabajo de grado. La idea del joven se materializaría como una novela gráfica, con una investigación previa, ceñida a las metodologías académicas. 

‘Lazos’ combina técnicas de ilustración manual y digital, acompañadas de pequeños fragmentos de texto.

El politólogo agregó que mientras desarrollaba su trabajo de acompañamiento a Asovisna, algunos integrantes de la organización le comentaron que contaban con pocos relatos y documentación acerca de los hechos violentos ocurridos durante el conflicto armado en el Nordeste antioqueño. A raíz de esto, Sebastián le propuso a su asesora de trabajo de grado, Irene Piedrahita Arcila, profesora del Instituto de Estudios Políticos, varias ideas para abordar este tema. Una de las propuestas consistió en fusionar la ilustración con los testimonios de las víctimas, con el objetivo de que el resultado final ayudara a la comunidad a entender su situación y las dinámicas de la violencia en el territorio.  

“No solo hagamos una ilustración para la academia, sino una ilustración para que las personas del Nordeste se queden con ella y entiendan su contexto”, le dijo a su asesora en aquel momento decisivo.  

Recordó que las primeras etapas del proyecto no fueron fáciles, ya que se consideraron diferentes formatos para narrar de una manera más adecuada los relatos y experiencias de las víctimas. El objetivo era que este producto fuera accesible para cualquier tipo de público. Finalmente, Sebastián y la profesora Irene seleccionaron la novela gráfica. “Fue un poco difícil empezar; si bien sabía ilustrar, no sabía de muchas otras cosas como hacer un guion o hacer el proceso de narración de manera que no revictimizara a la población”.  

La investigación y el diseño de Lazos duraron aproximadamente 11 meses, en los que se realizaron más de 30 entrevistas a víctimas de Yolombó, Segovia y Remedios, así como un grupo focal; se contrastó la información a través de revisiones documentales, y se creó una línea de tiempo. 

Durante la investigación, Sebastián identificó las dinámicas de violencia allí presentes, tales como las disputas de los grupos armados por el control del territorio, los recursos naturales y mineros, y los intereses políticos y económicos. Entre los hechos violentos de mayor ocurrencia en la zona, se evidenciaron el desplazamiento forzado, las masacres, los asesinatos, las desapariciones, los secuestros y las violaciones sexuales. 

La elaboración del guion, la estructura narrativa y los diseños visuales de ‘Lazos’ tomó aproximadamente cinco meses.

“Nosotros empezamos a identificar uno de los principales hechos victimizantes en la región, precisamente en los ochenta y los noventa, cuando se registra un elevado número de masacres y desplazamiento forzado hacia Medellín”, precisó. Estos hallazgos hacen parte de un documento técnico que acompaña la novela gráfica. 

La obra Lazos, basada en una de las entrevistas realizadas por el joven investigador, relata la historia de una mujer que perdió a su hijo debido a la violencia en el territorio. En la narración participan cinco personajes representados por animales, sombras y personas. “Las sombras, Linces y Lobos encarnan a los grupos guerrilleros, las fuerzas militares y los paramilitares”, se lee en el prólogo que acompaña la novela gráfica.  

Por su parte, la protagonista de Lazos es una anciana sin nombre, que encarna las memorias y las luchas de una comunidad vulnerada por la violencia; ella es la narradora omnisciente de esta historia, quien va tejiendo el techo de una casa como símbolo de lo que alguna vez se fragmentó por causa de la violencia. El despojo, las masacres, el medio ambiente herido y el desplazamiento están presentes como metáforas visuales, en las que predominan los tonos azules, negros y blancos, que fueron elegidos por el autor para que no fueran asociados a los colores de la sangre y de los grupos armados.   

“También hay un ave en la historia que representa a las personas y organizaciones que ayudaron a darles voz a aquellos que en algún momento sufrieron un hecho victimizante como la pérdida de un familiar, el desplazamiento o la violencia sexual”, explicó Sebastián. 

Acerca del título de su obra, el politólogo expresó: “El nombre surge de la idea de conectar a las personas a través del diálogo, la reconciliación y el perdón”.  

El 10 de abril de este año, los habitantes del Nordeste pudieron conocer el resultado investigativo y creativo de Sebastián Motato. En el Salón de la Memoria de Yolombó, se llevaron a cabo dos actividades: un taller de relatos ilustrados, cuyo objetivo era mostrar la importancia de utilizar estos formatos y su aporte a la memoria histórica; y un conversatorio acerca del arte y la construcción de paz. Allí participaron funcionarios de la alcaldía, víctimas del conflicto y la comunidad en general. “Fue muy bonito, hubo un buen recibimiento por parte de las personas, el libro fue muy fácil de leer para la mayoría; la idea es que esté en lugares importantes de Yolombó, como el Salón de la Memoria y la sede de Asovisna”.  

La historia narrada por la anciana sin rostro surge de una entrevista que Sebastián realizó a una mujer víctima de la violencia en Yolombó.

El jurado evaluador del trabajo de grado destacó la importancia de este proyecto, ya que puede servir de herramienta pedagógica para construir memoria y usarse en escuelas, organizaciones sociales, bibliotecas y universidades.  

En la actualidad, Sebastián Mateo Motato Zuleta sigue apoyando a las comunidades de Yolombó a través de Asovisna con sus conocimientos y participando en iniciativas impulsadas por jóvenes del municipio. Tiene planeado continuar con esta propuesta narrativa, con la producción de otro libro que cuente las historias de los municipios del Nordeste. “Hay algo que me parece muy lindo: las ganas de seguir apostándole a lo comunitario, de seguir aportando precisamente a la construcción de territorio”, finalizó.