Conmovido por la realidad, el artista antioqueño Bairo Martínez recreó desde el arte las impresiones que le causó la cifra entregada por la Jurisdicción Especial para la Paz sobre los mal llamados ‘falsos positivos’. Así surgió En Tinieblas.
Por: Pompilio Peña
Imágenes: Bairo Martínez
¿Alguna vez habrá justicia frente a los mal llamados ‘falsos positivos’? ¿Qué implica este fenómeno en un país aún en conflicto? ¿Los familiares de las víctimas alguna vez podrán recuperar los cuerpos de sus seres queridos? Estas fueron algunas de las preguntas que se planteó el artista visual Bairo Martínez Parra. Sus interrogantes surgieron el pasado 18 de febrero cuando la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) dio a conocer a la opinión pública que entre el 2002 y el 2008, en pleno gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, el ejército nacional habría cometido 6.402 casos de ejecuciones extrajudiciales. De allí nació la obra En Tinieblas, con la que este artista expresa su desasosiego frente a una cifra que, dijo, “no puede pasar desapercibida en una sociedad como la nuestra, obligada a reflexionar sobre el pasado”.
Esta obra quiere centrar la atención del espectador en dos aspectos de la magnitud que figura este delito. El primero de ellos tiene que ver con lo que ha sido el hermetismo frente a información que pudiera dar luces sobre quiénes habrían dado las órdenes de estas ejecuciones, y cómo estas prácticas de guerra se incorporaron al ejercicio militar. Para ello Bairo utilizó un bloque hecho de archivos, a modo de ladrillo, que cubrió de carbón, como símbolo de lo difícil que ha sido acceder a la verdad que hay detrás de los crímenes de cada una de las 6.402 víctimas. El segundo, quiere llamar la atención sobre el dolor que significa para familiares no saber el paradero de los cuerpos de sus seres queridos, por lo que, recreando la metáfora de un ataúd, bajo el bloque de carbón ubica un cajón de madera que por dentro es negro y por fuera blanco, para señalar así la ausencia de tales cuerpos y la esperanza de hallarlos. En conjunto, En Tinieblas es una denuncia que también recae sobre el engaño a la opinión pública y a la población, en general, que se pretendió tejer desde las fuerzas militares y sectores políticos en medio del conflicto armado.
Arte y conflicto
El interés de Bairo Martínez por las consecuencias que ha traído el conflicto armado en Colombia siempre ha estado reflejado en su obra. A este artista, que vive en Medellín y tiene una trayectoria de treinta años, le motiva explorar aspectos puntuales y crear símbolos que expresen una realidad compleja. Desde el 2014 viene reflexionando en sus piezas acerca de lo que significa la transformación del paisaje y el medioambiente por cuenta de la minería, y de cómo esta actividad extractiva está vinculada a intereses que pasan por el conflicto armado y que terminan afectando a la población civil. Por eso en su obra En Tinieblas utiliza el carbón y lo moldea en una pieza sólida y cuadrada que, en una de sus caras, lleva la cifra entregada por la JEP.
“Mi interés por el conflicto armado surge de la necesidad que tengo como artista de señalar a través de mi obra momentos cruciales de la vida nacional. De esta manera no escapo del tema de la violencia que por tantas décadas ha padecido nuestra población. En ese orden de ideas, he estado muy atento a todo lo que ha rodeado el proceso de paz, que considero muy valioso. Estoy convencido de la importancia de acompañar este proceso de verdad ya que en este país nos debemos la oportunidad de arrancar de cero, para forjar un mejor futuro para nuestros hijos”, expresó el artista de 54 años, quien ha sido docente de la Universidad de Antioquia.
Para Bairo Martínez el arte debe tener un componente pedagógico ligado íntimamente a los procesos de memoria que las víctimas del conflicto vienen llevando a cabo. Por eso, en medio de su deseo de que se esclarezcan estos crímenes, piensa que: “El arte comprometido siempre ha estado cargado de memoria. Y cuando hablo de arte comprometido es el que está compenetrado con la sociedad y las problemáticas que aquejan a la gente. Evidentemente, más allá de ese dato contenido en mi obra, son las emociones las que nos llevan a tomar determinaciones, las que nos animan a producir objetos con un fin común que es, ojalá, hacer pedagogía, sensibilizar, invitar a la comunidad, a la sociedad en general, a repensarnos, a que esa memoria contenida en el arte posibilite reflexiones, caminos que conduzcan a una mejor convivencia, a un mejor bienestar”.
Considerándose a sí mismo como un artista polifacético y experimental, Bairo Martínez, quien ha tenido la oportunidad de exponer en las principales capitales del país y en ciudades de Europa como Alcalá de Henares en España, y Zurich, Alemania, concluyó: “en definitiva, creo que no podemos ser ajenos a los acontecimientos nacionales relacionados con el conflicto vivido por tantas décadas en nuestro país. Creo que el arte es un vehículo, un instrumento que lleva a establecer o a concretar mejor estos procesos de resiliencia tan necesarios hoy en Colombia”.
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