La Comisión de la Verdad ha recogido mil 400 testimonios de integrantes de los pueblos indígenas, afrodescendientes y rom. Sus relatos y análisis estarán incluidos en el capítulo étnico del informe final que presentará esta institución a la sociedad colombiana.

 

Por Camilo Castañeda Arboleda

Foto: Comisión de la Verdad

Según datos de la Unidad Nacional para la Atención y la Reparación a las Víctimas, en Colombia más de 1,2 millones de personas que pertenecen a comunidades étnicas han sido víctimas del conflicto armado. Recopilar la verdad sobre lo que les ha sucedido a estos pueblos, es la tarea que tiene Patricia Tobón Yagarí, comisionada de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición en Colombia, a cargo del equipo étnico de esta institución.

De acuerdo con Patricia Tobón, quien además es la comisionada designada para la región amazónica, 22 corredores en los que se ha desarrollado la guerra en el país se ubican en territorios étnicos. Sin embargo, los relatos de las comunidades indígenas, afrodescendientes y rom no han estado presentes en los informes de verdad, acerca del conflicto, que hasta ahora se han elaborado. Por eso, piensa que el trabajo de la Comisión es una “posibilidad histórica para incluir todas esas narrativas”.

La misión del equipo que coordina Patricia Tobón es elaborar el capítulo étnico del informe que deberá presentar la Comisión a la sociedad en noviembre de 2021. Dicho capítulo, explicó, expondrá los relatos y análisis que hacen estas comunidades sobre las causas y consecuencias del conflicto armado, tarea que le exige a ella y al equipo internarse en ríos y selvas para recolectar testimonios, algo que hoy está entorpecido por el aislamiento preventivo decretado por el Gobierno para prevenir la expansión de la COVID-19.

Hacemos Memoria conversó con Patricia Tobón, quien es abogada de la Universidad de Antioquia con especialización en Derecho Constitucional y máster en Derecho Internacional de la Universidad Externado de Colombia, acerca de los avances y dificultades en la elaboración del capítulo étnico.

 

¿Cómo ha afectado la emergencia sanitaria por el coronavirus el trabajo de la Comisión?

La COVID-19 afectó duramente el despliegue que la Comisión de la Verdad estaba desarrollando en cuanto a la toma de testimonios a víctimas y a responsables. Hoy tenemos el desafío de mirar cómo trabajar con los territorios que no lograron participar hasta la fecha, para que desde allí puedan presentar sus informes y testimonios, pero no es fácil porque muchos de esos lugares tienen dificultades de conexión. Además la mayoría son territorios étnicos que continúan padeciendo el conflicto armado.

Sin embargo, hacemos todo lo posible para recoger la información secundaria que hay y para recibir los informes que nos puedan dar organizaciones indígenas, afrodecendientes e instituciones que hayan trabajado en estos territorios. Intentamos hacer un trabajo con ellos a ver si logramos llegar a estas zonas a través de un acuerdo con sus procesos organizativos, pero depende también de si hay condiciones porque todo está cerrado, muchas comunidades están siendo gravemente afectadas, como ocurre en la Amazonía, que es donde yo tengo mi despliegue territorial. Allí es donde hay mucho impacto por casos de coronavirus en este momento y donde los mayores afectados son los pueblos indígenas, también víctimas del conflicto armado.

¿Qué avances han tenido hasta la fecha?

Nosotros como institución recogimos una información secundaria, recogimos información de instituciones y tomamos mil 400 testimonios colectivos e individuales de los pueblos étnicos. También estamos recolectando testimonios de los responsables. Ahora empezamos a elaborar un primer informe en el cual ponemos en los hallazgos que hemos encontrado a mayo 2020, y luego empezaremos todo un proceso de contraste.

Como los demás equipos de la Comisión, el equipo étnico se está preparando para la presentación de sus informes para luego continuar con la contrastación y la verificación de todas estas informaciones.

¿Cómo valora que esa voz esté incluida en el informe final y qué pueden aportar a los relatos y análisis de las comunidades étnicas?

Es muy importante. Los asuntos étnicos en el país siempre han generado mucha controversia, no han sido fáciles. Siempre ha implicado un esfuerzo muy grande lograr que la sociedad nacional comprenda a los pueblos étnicos. En todo este proceso de la Comisión de la Verdad ha contado con una participación activa de las comunidades negras, los pueblos indígenas y las comunidades rom, sobre todo porque reconocemos que hay una deuda histórica que tienen las narrativas del conflicto en tanto se han invisibilizado sus relatos y análisis sobre las causas del conflicto, tal situación no ha permitido integrar esos análisis a los que se han hecho en el país. Este reclamo ha sido escuchado por la Comisión de la Verdad que constituyó un equipo étnico el cual realizó una consulta metodológica.

La Comisión es consiente de que en el país hay diferentes miradas culturales sobre el conflicto y es un reto muy importante incluirlas. Los comisionados y las comisionadas sabemos que tenemos la posibilidad histórica de incluir todas esas narrativas, de reconocer que hay un conflicto armado que se ha centrado directamente en esas comunidades; casi 22 corredores del conflicto armado se centran y se ubican específicamente en territorios étnicos. De modo que va ser muy importante no solamente la participación, sino todos los análisis que traen los miembros de estas comunidades étnicas.

¿Cómo ha sido el trabajo con las comunidades y la concertación de la metodología?

Nosotros hicimos un proceso de consulta con las comunidades. El Acuerdo de Paz tiene un capítulo étnico que dice que la implementación del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición (SIVJRNR) debe construir una metodología especial para los pueblos étnicos, concertada y consultada con ellos. En Colombia en el año de 1996 se construyó un espacio de diálogo permanente entre los pueblos indígenas y el Gobierno nacional. Esas mesas son las autorizadas para hacer los diálogos de medidas legislativas y administrativas que pueden afectar a los pueblos indígenas, con en esas mesas concertamos una metodología en el cual nos juntamos como Sistema Integral.

Se trató de un proceso amplio en el que se hizo pedagogía, en el que conjuntamente se formó a los líderes y miembros de las comunidades para que entendieran de qué se trata nuestra labor, al tiempo que recibimos retroalimentación de ellos para saber cómo podíamos hacer mejor nuestro trabajo teniendo en cuenta su diversidad, sus contextos y sus condiciones de seguridad. También hicimos lo mismo con la población negra, afrocolombiana, palenquera y raizal a través del espacio nacional de consulta, que es un órgano en el que participan más de 300 líderes de estas comunidades residentes en ciudades, consejos comunitarios y palenques. Lo mismo se hizo con el pueblo ROM.

De todas esas conversaciones salió la metodología étnica contra el racismo, la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia. Esta metodología lo que busca es generar una medida afirmativa en términos de que a los pueblos étnicos se les han reconocido muchos derechos, pero se les ha incumplido en la materialización de los mismos. Algo que sale reiteradamente respecto al conflicto armado en los territorios étnicos, es que el Estado colombiano no ha podido desarrollar una institucionalidad intercultural que permita ayudar a los pueblos étnicos a superar las crisis humanitarias que tienen y, por el contrario, lo que ha hecho es agudizarlas cuando impone metodologías y diferentes maneras de trabajar en los territorios, desconociendo las lógicas propias de las comunidades y sus culturas.

Por eso, como una acción de medida afirmativa, esta metodología tiene acciones que buscan superar esos obstáculos y hacer una adecuación institucional en términos de cómo la Comisión se adecúa para hacer acción sin daño en estos territorios.

El conflicto armado en Colombia se ha transformado y hoy afecta a diversas comunidades étnicas, ¿Cómo puede impactar este informe esas realidades de violencia que viven hoy?

Yo no sé si se logrará impactar en la magnitud que quisiéramos. La Comisión de la Verdad intenta hacer un trabajo de análisis sobre cuál es el fondo del conflicto y cuáles son sus efectos, qué hace posible que exista el conflicto en esos territorios, quiénes responden por ese conflicto y cuáles son las dinámicas que se entretejen en ese conflicto. Eso va a ser muy importante porque si uno logra develar todo ese engranaje es posible explicar cuáles son los caminos para la transición y para la resolución de estos conflictos. Esperamos que todos estos trabajos que se están recogiendo puedan permitir esta reflexión a quienes tienen la posibilidad de tomar decisiones para la transformación de los conflictos.