Pastora Mira, Iván Marulanda y Juan Carlos Vélez se encontraron en Lunes de Ciudad, un espacio donde se exponen posturas diferentes frente a temas de interés nacional. En esta ocasión, debatieron sobre el plebiscito que refrendará los acuerdos de paz entre el gobierno y las Farc. En este artículo podrá conocer algunas de sus argumentos

Por Juan Camilo Castañeda

Pastora Mira García nació en San Carlos, Antioquia, el 13 de julio de 1956. Desde pequeña fue víctima de la violencia. Su padre, su esposo y uno de sus hijos fueron asesinados; a su hermano y a su hija los desaparecieron. “Voy votar por el sí porque no quiero seguir condenada al pasado y deseo que las nuevas generaciones no vivan en guerra”, sentenció Mira el lunes 5 de septiembre en la Zona de Distención que instalaron varias organizaciones sociales a las afueras del Teatro Pablo Tobón Uribe para promover el debate sobre el plebiscito por la paz.

En la discusión, que moderó la periodista Marta Ruiz, también participaron Juan Carlos Vélez Uribe, excandidato a la Alcaldía de Medellín por el Centro Democrático y director de la campaña por el no, e Iván Marulanda, exconstituyente y exsenador.

Vélez Uribe expuso tres razones para votar por el no. Aseguró que el Acuerdo no garantiza una paz estable y duradera, y puso como ejemplo los procesos de paz de los últimos 30 años con grupos guerrilleros y paramilitares que no han logrado consolidar un escenario de paz en el país. Su segundo argumento estuvo centrado en la impunidad que, según él, genera el proceso de paz, pues no concibe que los guerrilleros cumplan sus penas por fuera de establecimientos carcelarios.

Finalmente, dijo que no aprueba que las personas que han cometido crímenes de lesa humanidad puedan acceder a cargos de elección popular. “En las negociaciones se cedió mucho; se fortalece una visión del país –la del socialismo del siglo XXI que es la ideología que defiende las Farc– que nosotros no compartimos. Este tipo de pensamiento es inconveniente para el país. No se le puede facilitar a las Farc el acceso al poder”, comentó Vélez Uribe en el debate.

Iván Marulanda tomó nota de los planteamientos que expuso Vélez Uribe. En su intervención aludió a la trascendencia de la decisión que tomarán los colombianos el 2 de octubre. Según el exconstituyente, el plebiscito será un ejercicio democrático que afectará muchas generaciones del futuro y dijo que la elección por el sí o por el no “tendrá que fundarse en argumentos y razones; cada ciudadano tendrá que definir su voto sin la pasión bipartidista y sin odio, solo pensando en su familia, en su sociedad y en su país”.

Además, Marulanda aseguró que desde el siglo XIX los conflictos políticos en Colombia se han intentado resolver con violencia. Enumeró cada uno de los procesos de paz que se han realizado en el país desde el Tratado de Benidorm, en el que se pactó el Frente Nacional, hasta las negociaciones que condujeron a la Constituyente de 1991. Enfatizó que esas negociaciones han fracasado porque han sido excluyentes. Sobre la Constitución del 1991, por ejemplo, afirmó que su fracaso se debe, en parte, a que las dos guerrillas más grandes y antiguas del país estuvieron ausentes: las Farc y el Eln.

“Esta es una oportunidad para civilizar la política y la sociedad. Mientras la política se haga con violencia, seremos una población humillada y victimizada. Con un sí será posible resolver esta etapa de la historia”, puntualizó Marulanda.

Pastora Mira cerró el debate con una reflexión sobre la polarización que produce el plebiscito por la paz, dijo que “si al tratar de interactuar con el otro para escuchar los argumentos de por qué sí o por qué no, volvemos a la falta de respeto por la diferencia, indiscutiblemente terminaremos agarrados o en peores circunstancias, pero si actuamos como seres civilizados con el anhelo de doblar la página negra que ya escribimos de la guerra y le damos el esfero a las nuevas generaciones para que escriban en esa página blanca, seguro tendremos un debate respetuoso y con mucha altura”.