Como positiva evalúa Álvaro Villarraga la tarea de escucha de excombatientes que adelanta la Comisión de la Verdad, una versión del conflicto que califica como clave para satisfacer el derecho a la verdad de las víctimas, de la sociedad y de las futuras generaciones.
Según Pastor Alape, delegado del partido Farc al Consejo Nacional de Reincorporación, el pedido de perdón a las víctimas del secuestro, realizado a través de un comunicado público la semana pasada, hace parte de “un largo proceso de esclarecimiento, reconocimiento de responsabilidad y reconciliación”.
Asumiendo significados contradictorios, negacionistas o ambiguos, ambos discursos se instalan problemáticamente en el lenguaje cotidiano de la memoria del conflicto armado para cambiar, a favor de los responsables de la violencia, la forma como se nombra y se comprende el pasado.
La politóloga María Emma Wills explica cuáles son los retos de la Comisión de la Verdad en un contexto con tres características: “un acuerdo de paz convertido en botín partidista, la fractura social alrededor del acuerdo y la pandemia por COVID-19”.