Integrantes de los Frentes Noveno y 47 de las Farc que operaban en el Oriente Antioqueño y en el Norte de Caldas, perpetuaron una de las acciones de guerra más recordadas en Colombia por el daño que generó: la toma armada al municipio de Nariño, Antioquia. La acción militar inició el viernes 30 de julio de 1999 a las cuatro de la tarde. Ese día un vehículo irrumpió en el parque principal de Nariño, chocó contra una vivienda y explotó. La noche de ese viernes, todo el sábado y la madrugada del domingo los guerrilleros hostigaron con morteros, cilindros bombas y disparos al Comando de Policía, donde 25 miembros de la fuerza pública resistían. En las 36 horas que duró la incursión armada murieron nueve agentes de la Policía y siete civiles; dieciséis personas sufrieron heridas y ocho uniformados fueron secuestrados. El domingo en la mañana, cuando los guerrilleros ya habían abandonado el casco urbano de Nariño, la magnitud del suceso fue evidente: el 80% del municipio estaba destruido. Posteriormente, el 50% de la población, 9 mil personas, se desplazó. Como consecuencia de esta acción militar, que se dio en el contexto de las negociaciones del Caguán, el entonces presidente […]
Cuando Alberto Gómez recibió la noticia, se encontraba en su casa en Medellín. Llamó a la base Aérea de Rionegro, donde tenía contactos de su época de político.