Hugo de Jesús Tamayo Gómez Apenas sube las dos escalas, doña Gloria Eugenia Aristizábal Hoyos empuja la pequeña reja que no necesita asegurar. De allí ningún niño se saldría, por la alegría que demuestran al estar al lado de ella.
Hugo de Jesús Tamayo Gómez Mónica Hoyos Giraldo siempre está sonriente. Al abrir la puerta camina hacia adelante y sube las escaleras de madera con afán, pero cada dos o tres escalones hace un pare, mira hacia atrás y dice: “Siga por aquí, señor”.