El día después del asesinado de Hernán Henao, en medio del caos, la Universidad de Antioquia enmudeció y cerró sus puertas. La única que habló fue la Emisora Cultural, en la que por veinticuatro horas sonó música clásica.
El día después del asesinado de Hernán Henao, en medio del caos, la Universidad de Antioquia enmudeció y cerró sus puertas. La única que habló fue la Emisora Cultural, en la que por veinticuatro horas sonó música clásica.