Dioselina Pérez y Sandalio Escalante siembran café desde hace más de 30 años. Ambos apuestan por una finca sin cultivos de uso ilícito y con alimentos libres de agrotóxicos. Han ganado premios nacionales por la calidad de su café y sus hijos continúan el legado.
Para la hermana Luz María Gutiérrez los imposibles no existen. Su propósito es construir un Catatumbo medioambientalmente sostenible, con una economía basada en la agricultura orgánica y la soberanía alimentaria.