Hacemos Memoria ofrece por primera vez el curso Violencias y Resistencias en la Universidad de Antioquia, dirigido a estudiantes de pregrado y posgrado que deseen conocer y participar de un diálogo público sobre las memorias y narrativas de lo que ha ocurrido en el Alma Máter en el contexto del conflicto armado colombiano.

Se trata de una electiva abierta a la comunidad universitaria y al público interesado, que desde este 2024-2 hace parte de la oferta formal de cursos de la Universidad de Antioquia. El curso electivo se adscribe a la oferta de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia, con 3 créditos académicos y 64 horas semestrales, que puede ser matriculado por todos los estudiantes que quieran comprender mejor las narrativas asociadas a las violencias y las resistencias en la institución.

El pasado 9 de septiembre, en el bloque 9 de la Ciudad Universitaria, comenzaron las sesiones presenciales, de 9 a 12 del día, en las que 26 estudiantes, acompañados por los docentes Sandra Arenas Grisales, Adriana González Gil y Manuel A. Alonso Espinal, de Hacemos Memoria, han ahondado en elementos teóricos, metodológicos y contextuales asociados a la línea de tiempo 50 años de violencia y resistencia en la Universidad de Antioquia, 1968-2018, disponible en línea: https://hacemosmemoria.org/udea50/.  

La profesora Adriana González Gil expresó que conocer estos elementos contribuye a “una formación académica y ciudadana, orientada al compromiso con la construcción de memorias plurales y en la perspectiva de su aporte al esclarecimiento de la verdad y la construcción de la paz”.

Así mismo, como puede leerse en el programa del curso, la cátedra Violencias y Resistencia en la Universidad de Antioquia: “Una mirada desde adentro” está estructurada en tres unidades temáticas. La primera aborda las narrativas del impacto del conflicto armado en la Universidad de Antioquia; la segunda, las narrativas de la movilización estudiantil y la resistencia a la violencia; y la tercera, las narrativas de la estigmatización de los universitarios y la universidad pública, así como las acciones encaminadas a superar la discriminación y la estigmatización.

En cuanto a la metodología, el curso asume el desafío explicativo, interpretativo y operativo que supone una iniciativa que contribuya a la pedagogía de la memoria. Según las profesoras González y Arenas, se parte de entender que la dimensión pedagógica de la memoria está relacionada, por un lado, con el deber de memoria y la construcción de futuros más democráticos y sin violencias, y, por otro, con la preocupación por los legados de la memoria y su transmisión a las nuevas generaciones, considerando las dimensiones ética, política y social de la memoria.

En las 12 sesiones del curso, que van hasta el 16 de diciembre, se realizan clases magistrales, talleres, recorridos por la Universidad de Antioquia, conversaciones con expertos y discusiones informadas entre los participantes, para propiciar la reflexión y la producción de variadas narrativas de memoria vinculadas a las dinámicas de violencia y resistencia en la institución. Como trabajo evaluativo del curso, los estudiantes realizan un proyecto en un formato alternativo al texto escrito, en torno a la comprensión de los fenómenos y acontecimientos abordados a lo largo de las sesiones.

Como lo expresó la profesora Adriana González Gil, “entendemos este ejercicio de memoria como un compromiso con las transformaciones de las prácticas cotidianas en la vida universitaria orientadas a la tramitación pacífica de los conflictos en la Universidad de Antioquia, en el contexto de los procesos transicionales que vive el país a partir del Acuerdo de Paz”.

En la sesión del 7 de octubre, dedicada al encuadramiento de los informes que abordan la relación entre universidad y conflicto, y a un taller de análisis del podcast Plazoleta Central —producido también por Hacemos Memoria—, algunos de los estudiantes matriculados expresaron cómo ha sido su aproximación a los temas explorados y qué les han aportado en su tránsito por la Universidad de Antioquia.

En el aula los estudiantes reflexionan y realizan ejercicios de memoria que aportan a la comprensión de las violencias y las resistencias en el campus de la Universidad de Antioquia.

Juan Felipe León Hernández, estudiante de tercer semestre de Sociología, comentó: “He podido aprender y entender muchas cosas relacionadas con cómo recordamos, cómo vemos hacia el pasado y también cómo olvidamos”. Su vínculo con la Universidad de Antioquia se sustenta en la diversidad de pensamiento y de formas de ser que observa en el campus. Con respecto a su paso por el curso, afirmó: “Lo que hemos visto en las clases me ha llevado a pensar que no podemos ser indiferentes con los escenarios por los que transitamos. Y también he llegado a entender que la memoria puede ser una forma de reparación”.

En cuanto al proyecto de aula que está pensando realizar, dijo: “Me gusta la poesía: quiero hacer un poema relacionado con un acontecimiento específico de violencia o de resistencia en la universidad y musicalizarlo o trabajarlo como video. Todavía no lo tengo identificado, pero quisiera que tuviera ambas miradas, la de la violencia y la de la resistencia”.

Paula Andrea Morales Gutiérrez, estudiante de último semestre de Trabajo Social, quien se encuentra desarrollando su trabajo de grado sobre el movimiento estudiantil y las violencias al conflicto en la Universidad Industrial de Santander, como parte de un proyecto de investigación en el que participa, expresó sobre el curso: “Estaba a la expectativa de que lo abrieran para poder tomarlo. Mi interés es conocer la universidad, lo que ha pasado. Esta es la historia de nosotros, de la comunidad universitaria, e influye en cómo la habitamos”.

Frente al trabajo final, agregó: “Con la reflexión sobre la línea de tiempo de Hacemos Memoria y lo que hemos visto a lo largo del curso, me gustaría abordar cómo han sido afectadas las mujeres en sus derechos humanos; cuáles han sido las violencias basadas en género que también han ocurrido en la universidad en vínculo con el conflicto armado”.

Alejandro Henao, estudiante de tercer semestre de Sociología y quien lleva seis años de estar en la universidad, porque antes estudiaba Física, comentó: “Para mí la universidad fue el ingreso a la dinámica política. Antes no tenía una mirada crítica sobre nada. Aquí empecé a aprender cosas, a reconocer las historias de las resistencias y eventualmente esto contribuyó a que cambiara de carrera; entonces cuando vi que estaban ofreciendo el curso Violencias y Resistencias, quise matricularme de una”.

El estudiante refirió que ha sido importante para él analizar en detalle los hechos que plantea la línea de tiempo 50 años de violencia y resistencia en la Universidad de Antioquia, 1968-2018. “Me he interesado en los temas del conflicto, y de hecho me había acercado a los informes de la Comisión de la Verdad, pero quise profundizar en lo que se ha vivido en la Universidad de Antioquia; reconozco en todo esto que hay una pertinencia y una pertenencia, que saber esto que no me pasó a mí ni me tocó a mí, pero que se termina incrustando en mi vida, hace parte de este lugar que habito, que ha sido mi lugar de comprensión política. Para mí todas estas historias de violencias y de resistencias tienen que ver conmigo, son como si hubieran ocurrido en mi propia familia”.

Para él que ya tenía una mirada sensible y crítica con respecto a los impactos del conflicto armado en la sociedad colombiana, el curso le ha ofrecido otras perspectivas, que espera implicar en un trabajo de curso de formato audiovisual: “El curso me ha permitido ver nuevas dimensiones de la discusión. Quizás yo estaba con el ojo puesto en una manera de entender estos discursos asociados a las violencias en la universidad, las victimizaciones, las reivindicaciones de derechos, etc.; lo veía quizás como parte de un discurso histórico sin mucha relación con el presente. Ahora, esto fue empezar a ver otras dimensiones en que esta discusión se da, que está presente en los discursos políticos, en las acciones del día a día. También me ha llevado a ver dimensiones de la universidad como victimaria, algo que a veces se invisibiliza, que de pronto yo sí había pensado, pero en lo que no había profundizado”.

Finalmente, Andrea Carmona, estudiante de segundo semestre de Trabajo Social, explicó algunos de sus aprendizajes: “Desde lo netamente académico, el curso me lleva a entender cómo se puede narrar un conflicto o cómo las diferentes narraciones tienen matices. Me apasionan las comunicaciones, los mensajes, las formas de los discursos, las narrativas, la forma en que se transmiten las ideologías. Este curso me ha dado la noción de cómo se narra también desde el testimonio, desde la memoria individual que está relacionada con la colectiva”.