En 1982, el F2 de la Policía Nacional detuvo y desapareció forzadamente a 13 jóvenes, en su mayoría universitarios y trabajadores, en Bogotá y Cundinamarca. Desde hace 40 años las familias de 11 de ellos los buscan sin encontrar respuestas. Hoy, son las segundas generaciones las que continúan una lucha en la que han tenido que enfrentar problemas de salud física y mental derivados de la ausencia, las estigmatizaciones y los seguimientos por preguntar: ¿Dónde están?