Las jornadas más recientes de incorporación al Ejército Nacional revivieron la iniciativa legislativa para dar por terminado el servicio militar obligatorio en Colombia, proceso que en ocasiones se da de forma irregular, como en el caso de Yon Dairo, un joven que, al acercarse a resolver su situación militar por vía económica, terminó siendo reclutado por casi dos años.
Excomandantes del Ejército Nacional, de las Farc y de las AUC reconocieron sus responsabilidades en los crímenes que afectaron la vida de niñas, niños y adolescentes en el marco del conflicto armado colombiano.
Luces para la Verdad es un documento desarrollado por académicos de la Universidad de Medellín y militares de la Séptima División del Ejército cuyo terreno de estudio fue el Nudo de Paramillo. El informe fue entregado a la Comisión de la Verdad.
Cuando Divier Alexander Jiménez Clavijo fue asesinado, tenía diez años de edad, los bolsillos llenos de guayabas y los ojos repletos de sueños. Ocho años después ese nombre evoca, entre los jóvenes y viejos de Santa Rita, una vereda del municipio de Aipe, en el departamento del Huila, una época difícil por cuenta del miedo que infundían las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Ejército Nacional de Colombia.
El acuerdo Gobierno-FARC no contempló una transformación de las funciones de las Fuerzas Militares, pero en meses recientes se ha visto una tendencia a que parte de sus integrantes apoyen las labores de la Policía en capitales departamentales. Mientras, la ONU ha solicitado que, por lo menos en Medellín, no continúen con estas actividades. Analistas dan pistas sobre el fenómeno.
El general más condecorado del Ejército colombiano, Mario Montoya Uribe, compareció ante la Jurisdicción Especial de Paz en medio de críticas y reclamos de víctimas y organizaciones de derechos humanos que le exigen toda la verdad sobre cientos de casos de ejecuciones extrajudiciales.