Uno de los principales objetivos del movimiento indígena es la liberación de la madre tierra. En esta lucha, las confrontaciones entre el Esmad y la comunidad del resguardo Kokonuko en Puracé, Cauca, cobraron la vida de la comunicadora indígena María Efigenia Vásquez. En esta entrevista, José Navia, periodista que ha recorrido este departamento de la mano del pueblo Nasa, explica el contexto de las luchas indígenas.

Por Esteban Tavera

José Navia nació en una vereda de Popayán, fue reportero de El Tiempo durante veinte años y es autor del libro La fuerza del ombligo, un relato sobre el exterminio del que fueron víctimas los indígenas del pueblo Nasa, en el norte del Cauca. Muchos de sus trabajos periodísticas narran las luchas de los pueblos indígenas caucanos y hablan de las concepciones del mundo religioso y espiritual de estas comunidades.

En esta entrevista, José Navia resalta la importancia del trabajo que ha realizado el Concejo Regional Indígena (CRIC), organización de la que María Efigenia hacía parte. También explica cómo se organizan políticamente los resguardos y habla de lo que representa la tierra para los pueblos indígenas.

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¿Por qué es tan importante para los indígenas del Cauca la liberación de la madre tierra?
La tierra no es solo un espacio que les da de comer. Para los indígenas la tierra tiene un sentido espiritual. A los Nasa, por ejemplo, les entierran el ombligo en una tulpa para que estén amarrados al territorio. Yo he escuchado expresiones entre los Nasa que dicen que por un pedazo de tierra se hacen matar, porque para ellos es como la madre que les da el alimento, pero también es el sitio en donde ellos pueden conectarse con otras cosas. Además, dicen que la tierra no es de ellos sino que es un préstamo de sus hijos, por eso deben cuidarla y mantenerla sana.

¿Cuáles son las comunidades indígenas que habitan en el Cauca y qué aspectos las caracterizan?
No las he estudiado a todas a fondo, me he centrado mucho en el pueblo Nasa. El Nasa es un pueblo milenariamente guerrero y con una historia política muy fuerte. Los Nasa son muy organizados, son como hormiguitas.

Los Guambianos están en el resguardo de Guambía, en el municipio de Silvia. Ellos son más políticos, tienen mayor capacidad de negociar y son, principalmente, agricultores.

Los Yanaconas están al sur, principalmente, en el municipio de La Sierra, a tres horas de Popayán. Ellos son descendientes del pueblo Inca, vinieron con los ejércitos de Belalcazar, quien los trajo desde lo que ahora es Ecuador.

Los Eperara están ubicados hacia el Pacífico, de ellos no conozco mucho. Y, finalmente, los Totoroes y los Kokonukos, que están en la zona céntrica del Cauca, cerca de Popayán.

¿Cómo comenzó el problema de las tierras indígenas en el Cauca?
Antes de la llegada de los españoles, los pueblos indígenas de todo el país tenían organizaciones políticas y sociales con unas jerarquías determinadas, pero con la llegada de los españoles ese orden se quebró.

Los españoles destruyeron la organización social y los poderes religiosos. Ellos homogeneizaron todo a través del catolicismo. Desbarataron toda la parte cultural; en muchas zonas, castigaban a los indígenas que hablaban su lengua y a los que acudían sus guías espirituales.

En el caso del Cauca, además de despojarlos de su cultura, les quitaron su tierra y los obligaron a vivir en los resguardos, unos territorios más reducidos. Los empujaron hacia la montaña.

¿Cuándo comienzan los reclamos de los indígenas por sus tierras?
A principios del siglo XX, apareció un personaje que retomó la lucha pacífica de algunos caciques. Se trata de Quintín Lame, quien siguió el legado de indígenas como Manuel de Quiliciclos. Él comenzó a promover el no pago del terreaje, un sistema feudal mediante el cual el dueño de una hacienda le entregaba un pedazo de tierra a un indígena y le permitía cultivar a cambio de trabajo.

Esa fue la principal bandera de lucha: el no pago del terraje. Quintín Lame decía que esas tierras habían sido robadas, y que los indígenas no tenían por qué pagar impuestos. En 1926, se desató una persecución y Quintín Lame tuvo que salir del Cauca, ya lo habían encerrado y torturado muchas veces; finalmente, por cuestiones de seguridad, continuó su lucha en algunos resguardos del Tolima.

¿Con el exilio de Quintín Lame terminó la lucha en el Cauca?
Ese es un periodo un poco triste, porque los indígenas vivieron con las reglas de los partidos liberal y conservador. Esa situación se mantuvo hasta 1970, cuando se formó la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc). Con esa organización, los indígenas, que no se reconocían como tal, sino como campesinos, se dieron cuenta de que había unos títulos que les pertenecían, que ellos eran poseedores de unas tierras.

Comenzaron a buscar los títulos, los encontraron y se separaron de la Anuc. Fue ahí cuando se creó el Consejo Nacional Indígena del Cauca (CRIC). Entre los años 1970 y 1972, la organización se guió por las enseñanzas que dejó Quintín Lame, pero evitaron un error que, según el CRIC, cometió Lame: no preparar gente. Él era un caudillo, y cuando se murió no quedó ninguna semilla, no hubo ninguna organización política que pudiera continuar la contienda.

¿Qué solución propuso el CRIC para resolver este problema?
El CRIC comenzó a trabajar temas formativos, de capacitación. Desde el comienzo, formaron líderes, fortalecieron el cabildo. Fue una estrategia, pues ellos sabían que el cabildo era una forma de organización española y, al ser creada por el Estado, era legítima. Entonces, se apropiaron de esa figura y comenzaron a organizarse como pueblo.

El Cric reúne comunidades con intereses y visiones del mundo muy distintas, ¿cómo logran estar tan bien organizados?
Cuando hay problemas, ellos son capaces de obviar sus rencillas personales y sus discrepancias políticas para luchar por sus objetivos en común. Cuando los afecta un problema, deponen sus diferencias y se unen en acciones conjuntas.

Además, ellos tienen un principio de unidad: el movimiento indígena no puede estar separado de otros movimientos sociales. Por esta razón, en muchas declaraciones apoyan los movimientos de comunidades campesinas o afro.

¿Cómo es la organización política en los territorios indígenas?
El cabildo es el órgano de gobierno, y se compone de un gobernador, un capitán, un secretario y unos alguaciles que fueron reemplazados por la Guardia Indígena; en algunos sitios mantienen la figura del alguacil.

Pero la asamblea general es la máxima autoridad. Los indígenas, por alto rango que tengan, tienen que hacerle caso a las decisiones de la asamblea general, que reúnen cinco o seis mil indígenas para elegir el cabildo o para tomar decisiones, como sucedió hace poco en Toribío, que tomaron la decisión de no permitir la presencia de grupos armados en su territorio.

Finalmente, ¿cuál es el papel de la Guardia Indígena?
Son los encargados de mantener la tranquilidad en los territorios indígenas. Son los que mantienen el control sobre el ingreso de gente extraña, los que capturan a los indígenas que cometen infracciones, en síntesis, son los que ejercen el control sobre el territorio.