El 10 de septiembre de 2020 la Alcaldía de Granada y la Gobernación de Antioquia firmaron un acta pública en la que se comprometieron a restaurar el Salón del Nunca Más, luego de que las humedades dañaran los archivos de memoria del lugar. Pero las obras aún no inician.
Por Karen Sánchez Palacio
El pasado lunes 8 de agosto un comité integrado para hacer seguimiento al proceso de restauración de la casa de la Cultura de Granada, donde está el Salón del Nunca Más, se reunió con Jorge Vergara, secretario de planeación del municipio, para hablar sobre los avances en este proceso que ya lleva más de dos años. Según Gloria Quintero, lideresa e integrante de la Asociación de Víctimas Unidas de Granada (Asovida), que asistió a la reunión, les dijeron que se destinarán mil 400 millones para las restauraciones y que solo hace falta que la Gobernación apruebe y organice todo para la firma, proceso que tardaría unos 20 días. Sin embargo, han pasado dos meses y el comité no ha recibido noticias al respecto. Ver: En Granada la Gobernación se comprometió a salvar el Salón del Nunca Más
“Yo he sentido que han jugado con la necesidad, con las ganas de tener un lugar bonito, con la memoria de las víctimas. Uno siente que el interés por la memoria en este país es nulo”, dijo Gloria Quintero, al referirse a las demoras y falta de respuestas por parte de la institucionalidad. Y es que a pesar de que les dijeron que falta poco para iniciar las restauraciones, lo cierto es que ni el Secretario de Planeación, ni el Alcalde del municipio, dan respuestas concretas respecto al proceso que se está llevando a cabo en la Gobernación.
Hablamos con el secretario Jorge Vergara y dijo que el proyecto fue presentado a la Gobernación, devuelto con observaciones, y que el pasado 16 de septiembre lo volvieron a presentar con correcciones. Y agregó que no tienen certeza de cuánto pueda tardar la aprobación y mucho menos el inicio de la ejecución del proyecto. Ver: Una tragedia anunciada: la humedad deterioró las bitácoras del Salón del Nunca Más en Granada
Por su parte, Gloria Ramírez, coordinadora del Salón del Nunca Más e integrante de Asovida, coincide con Quintero en su desacuerdo con la manera en que la institucionalidad ha respondido a este problema: “Aquí llegó una gente de la Gobernación y estuvieron mirando, tomando fotos y revisando los espacios, pero no es que se haya avanzado mucho. Se supone que van a organizar el fluido eléctrico y la humedad, pero no es que me hayan mostrado planos, nada, no me han dicho nada… Es que las víctimas siempre tenemos que recoger las migajas que caen de la mesa y eso es claro para todos”
El miércoles 5 de octubre, en la Gobernación de Antioquia, el alcalde de Granada, Freddy Castaño, se reunió con una mesa técnica para tratar el tema. Entre otras personas, asistieron el Secretario de Infraestructura de la Gobernación de Antioquia y el arquitecto encargado del proyecto de restauración de la Casa de la Cultura de Granada. Pero aunque la expectativa del alcalde era definir una fecha para empezar a ejecutar el proyecto, les volvieron a pedir ajustes técnicos que deben entregar en dos semanas. Según el mandatario: “El proyecto está más maduro. Sigue que revisen las correcciones y que inicie la fase precontractual de la Gobernación”. Sin embargo, cuando le preguntamos por una posible fecha de inicio de ejecución del proyecto de restauración, no nos dio una respuesta concreta.
Las humedades no son el único problema
La falta de presupuesto para restaurar el espacio donde están alojadas las memorias de algunas de las víctimas de Granada no es la única dificultad que enfrenta este lugar de memoria. Gloria Quintero, quien ha estado al frente de los procesos del Salón por más de 13 años, dice que el espacio continúa funcionando gracias a la voluntad de dos o tres personas que lo abren cuando les solicitan guías. “Se está abriendo muy poco el salón porque no hay recursos, todos tenemos que trabajar, tenemos que rebuscarnos por otros lados”, dijo Quintero.
Y es que, si bien, la alcaldía les dio el espacio en comodato, es decir que no deben pagar arriendo ni servicios públicos, la ayuda no es suficiente; no hay recursos destinados para hacerle mantenimientos al Salón, ni para pagar una persona que pueda dedicarse a mantenerlo abierto al público.
Al respecto, Marta Giraldo, profesora de la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia, que ha investigado la relevancia de los lugares de memoria, explicó que “si no hay recursos es muy probable que estos lugares desaparezcan, porque esas voluntades que han puesto todo el empeño en mantenerlas adelante, son voluntades que hoy están, pero no podemos asegurar que mañana continúen, y en un país en el que la existencia del conflicto no es socialmente reconocido, porque hay mucha gente que sigue negando su existencia y la de las víctimas; lo que permiten estos lugares es transmitir esa memoria de lo que ha sido el conflicto”.
En esa vía, Gloria Ramírez concluyó: “Si no existiera el Salón del Nunca Más, cómo hiciéramos nosotras para garantizar la no repetición. De parte del Estado no la vamos a tener; se va a quedar en el papel como muchas otras cosas. Nosotras luchamos, cada vez que hay una mención de violencia alzamos la voz con este proceso que tenemos porque la memoria es el vehículo que nos permite rescatar los derechos que muchas veces nos son vulnerados, y sin ella las nuevas generaciones no van a conocer lo que pasó acá”.