Aunque desde la Casa de la Memoria han enviado derechos de petición a la Alcaldía de Tumaco, la Gobernación de Nariño y el Ministerio de Cultura no han recibido una respuesta que solucione de fondo su problema: la desfinanciación.

 

Por Karen Sánchez Palacio

Imagen de portada: Facebook Casa de la Memoria de Tumaco

Durante nueve años la Casa de la Memoria de Tumaco ha sido el lugar donde algunas víctimas del conflicto armado se reúnen para hablar de sus hechos victimizantes, reciben acompañamiento psicosocial, participan en actividades orientadas a tramitar sus dolores y reciben asesorías enfocadas en la construcción de paz y el respeto de los derechos humanos. Este trabajo ha sido posible gracias a la ejecución de proyectos con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y al Servicio Civil para la Paz de Alemania, pero estos recursos solo estarán vigentes hasta el próximo 31 de diciembre.

Aunque desde hace ocho años, la Alcaldía de Tumaco, la Gobernación de Nariño y el Ministerio de Cultura fueron exhortados a respaldar económicamente a este lugar de memoria, con la sentencia proferida por la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá el 29 de septiembre de 2014, los encargados de este espacio han tenido que reclamar ante el incumplimiento de esta sentencia a través de derechos de petición dirigidos a cada una de las instituciones exhortadas. Sin embargo, estas no han respondido de manera satisfactoria a sus demandas. Ver: La mala hora de los lugares de memoria por la cuarentena

La anterior ministra de Cultura, Angélica Mayolo, «respondió diciendo que no tienen plata. Como ahora tenemos una nueva funcionaria, volvimos a escribir otro derecho de petición. Y la Alcaldía contestó que tiene un apoyo de 20 millones, pero con eso no hacemos funcionar el museo que tiene a tres personas contratadas y una serie de acciones para las que se necesitan recursos”, dijo José Luis Foncillas, integrante del equipo coordinador de la Casa de la Memoria. 

Según un derecho de petición enviado en mayo de este año al Ministerio de Cultura, el presupuesto anual que la casa museo demanda para su funcionamiento es de 200 millones de pesos, es decir, unos 16 millones seiscientos mil pesos por mes; así que los 20 millones ofrecidos por la Alcaldía no alcanzan ni para cumplir los gastos del museo durante dos meses. “Por eso le respondimos a la Alcaldía que más bien lo reconsidere y nos den una solución a largo plazo, porque tampoco queremos que nos de ahora un poquito de plata como para decir que han cumplido con la sentencia, pero que no nos solucionan la financiación, ni en el corto ni en el medio, ni en el largo plazo. Nosotros queremos que la Alcaldía se comprometa, por medio de un Acuerdo Municipal en el Concejo, a financiar la casa de la memoria por los próximos años y no solo una cantidad muy pequeña este año”, complementó Foncillas. 

Foto: página oficial Casa de la Memoria de Tumaco.

En cuanto a la Gobernación de Nariño, según José Foncillas, el gobernador John Rojas ha manifestado interés en apoyar la Casa de la Memoria de Tumaco. El pasado 3 de noviembre, en el contexto de los Diálogos Regionales Vinculantes, en Tumaco, le hicieron la propuesta al Gobernador de presentar un proyecto departamental que pase por la Asamblea, a través del cual se decrete un financiamiento anual para el sostenimiento de este espacio; a lo que el funcionario respondió que estudiaría la propuesta. «Esperamos que el Gobernador se comprometa en esta iniciativa tan importante para nuestro territorio».  

La reiteración del derecho de petición al ministerio de cultura fue enviada la última semana de septiembre y los términos se vencían el 18 de octubre, sin embargo, la Casa de la Memoria no recibió respuesta alguna por parte de esta entidad. Posteriormente, el 8 de noviembre de 2022 la coordinadora de la Casa de la Memoria de Tumaco se reunió en Bogotá con un delegado de la ministra de cultura, quien, según Foncillas, mostró voluntad de esa entidad para apoyar la Casa de la Memoria. Ver: El futuro incierto de los lugares de memoria

En cuanto a la respuesta de la Alcaldía, los integrantes de la casa de la memoria están a la espera ante la reiteración de una tutela que presentaron pidiendo a la rama judicial que le exija a la Alcaldía responder de fondo al Derecho de petición, sin embargo faltan algunas semanas para que se cumplan los términos de este trámite. 

Por su parte, la alcaldesa María Emilsen Angulo manifestó a Hacemos Memoria que su alcaldía está pasando por una situación financiera difícil, que viene desde la pandemia, pero dijo que, “el municipio, de conformidad con su situación financiera, dispuso de 20 millones de pesos. Porque hay que considerar que las responsabilidades en este caso son compartidas, no solo del municipio sino desde luego de la Gobernación y del Ministerio de Cultura. Nosotros no tenemos la obligación de asumir todas las necesidades que tiene la casa de la memoria”

La mandataria agregó que está en disposición de sentarse a conversar con los representantes de la casa de la memoria, “porque hay otras cosas que se pueden gestionar, que no necesariamente son de plata y que seguramente el municipio las tiene y podríamos disponerlo para ellos”, concluyó. 

 

A las víctimas les preocupa la situación de la Casa de la Memoria 

Foto: página oficial Casa de la Memoria de Tumaco.

El pacífico colombiano ha sido una de las regiones del país que más ha sufrido las consecuencias de la guerra. Según cifras del Registro Único de Víctimas, con corte al 30 de septiembre de 2022, solo en Nariño 576 mil doscientas cinco personas han sido reconocidas como víctimas del conflicto armado bajo la Ley 1448 de 2011. De estas, 187 mil ochocientas treinta y ocho en Tumaco, es decir, el 32,5 por ciento del total en el departamento.  

Por esto y porque el conflicto en Tumaco y en el departamento de Nariño continúa, es que lugares como esta Casa de la Memoria son tan relevantes para ayudar a reconstruir el tejido social, contribuir a la reparación de las víctimas por medio de procesos y trabajos colectivos y aportar a la no repetición de las diferentes violencias en el territorio. “Si conocemos nuestra historia, podemos evitar caer en lo mismo y que se siga aumentando el conflicto armado y las violencias contra las comunidades”, dijo Luis Arboleda, víctima de desplazamiento forzado, e integrante de la Asociación por el Desarrollo Comunitario de las Víctimas (Aporcoví). 

Y es que, según Jaime Arboleda, integrante de la Mesa Distrital de Víctimas de Tumaco y víctima de desplazamiento forzado desde 2006, la Casa de la Memoria, la cual le ha servido como lugar de reunión con diferentes colectivos, instituciones e integrantes de la misma mesa de víctimas, busca integrar y beneficiar a la comunidad en general, independientemente de que sean o no víctimas del conflicto armado. Por eso dice que su cierre “sería un caos, no solamente para nosotros que somos los victimizados sino para toda la comunidad en general. Yo creo que es deber del Estado conservar la casa de la memoria, porque es un lugar que se presta en beneficio de la comunidad y de las víctimas. Entonces si el Estado no respalda este proyecto, nos está faltando directamente con el derecho que tenemos las víctimas de ese acompañamiento que nos hacen”. 

Por lo pronto, queda esperar a que los acercamientos con la Gobernación de Nariño y el Ministerio de Cultura den frutos y a que las instituciones cumplan con la recomendación del Informe Final de la Comisión  de la Verdad que sugiere poner en marcha una política de memoria y verdad para la construcción de la paz y la no repetición, construida con enfoque territorial, en la que se garantice “la preservación, financiación, construcción y fortalecimiento de los lugares e iniciativas de memoria y la declaración de nuevos lugares, especialmente en sitios donde hayan ocurrido graves violaciones de derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario”.