Excomandantes del Ejército Nacional, de las Farc y de las AUC reconocieron sus responsabilidades en los crímenes que afectaron la vida de niñas, niños y adolescentes en el marco del conflicto armado colombiano.
Por: Juan Camilo Castañeda
Rodrigo Londoño, último comandante de las Farc; Fredy Rendón, excomandante del Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia; y Daladier Rivera Jácome, excomandante del Grupo Pelotón Especial Escapada 1, del Ejército de Colombia, pidieron perdón a los niños, niñas, adolescentes y a sus familias que fueron víctimas de sus acciones en la guerra.
El acto de reconocimiento de responsabilidades se dio en el Encuentro por la Verdad, convocado por la Comisión de la Verdad, que se realizó en 22 de noviembre en Medellín y en el que se pretendía visibilizar los impactos del conflicto armado en niños, niñas y adolescentes. El pedido de perdón contó con la presencia de víctimas de distintas regiones del país, quienes dieron testimonio de las afectaciones que sufrieron en la infancia: reclutamiento forzado, secuestro, el homicidio de sus padres y madres, fueron algunas de las historias que se relataron.
Daladier Rivera pidió perdón, puntualmente, por una ejecución extrajudicial ocurrida el 28 de octubre de 2006 en la vereda El Sur, en la región del Catatumbo. “Este delito se cometió debido a las presiones de los altos mandos para tener resultados en la guerra. Esto no lo digo con el fin de justificarme, sino explicar el contexto de estas prácticas. Hoy miro hacia atrás, con un arrepentimiento total, con mi corazón arrugado por las malas decisiones. Por eso quiero pedirles perdón, un perdón con sentido que sale del fondo de mi corazón, ofreciendo mi arrepentimiento, con el compromiso de no repetición, sobre todo para que entre víctimas y victimarios construyamos una verdadera reconciliación, y una Colombia diferente y en paz. Los niños nunca deben involucrarse en la guerra y ser víctimas de esta guerra”, expresó el exmilitar.
Por su parte, Fredy Rendón reconoció que durante los años en que participó en la guerra en el Urabá chocoano, antioqueño y cordobés, el Bloque Elmer Cárdenas reclutó, asesinó, desapareció y afectó física y emocionalmente a niños, niñas y adolescentes. “Es un delito invisible en el país. Empujamos a miles de niños, niñas y adolescentes a un laberinto que los arrojó al destino del cual muchos no pudieron volver. No fue fácil encontrarme en las audiencias de Justicia y Paz con los jóvenes que siendo niños fueron reclutados por mi para entrar en la guerra, pues tantos dolores y pérdidas que causé en la vida me mostraron que el uso de la violencia me había llevado a un camino de degradación, destrucción y terror del cual no me reconocía y me había conducido a mi propia vergüenza”, confesó Rendón.
Rodrigo Londoño, por su parte, reconoció las responsabilidades de las Farc relacionadas con las víctimas de minas antipersonal, el secuestro y el reclutamiento forzado de menores. “Aquí brilla la oportunidad de asumir la responsabilidad por estos hechos, de pedir perdón con respeto y honradez. Este acto no repara lo irreparable, pero nos pone frente a ustedes y frente al país para renovar nuestro compromiso de renunciar a las armas y continuar luchando solo por medio de la política”, dijo Londoño.
Previo al Encuentro por la Verdad en Medellín, la Comisión de la Verdad organizó otros encuentros: el primero en Cartagena, en el que habló sobre la violencia sexual en el marco del conflicto; y el segundo en Pasto, en el que se reconoció la persistencia de los familiares de personas desaparecidas.