¿Cuánto costará en realidad la estrategia Medellín Abraza su Historia?

La Alcaldía de Medellín informó que la demolición del edificio Mónaco valió 4 mil 700 millones de pesos, y que la construcción del Parque Memorial Inflexión costará 7 mil millones. Pero siguen sin especificar el presupuesto de los demás proyectos y la ejecución de algunos aún es incierta.

Por: Yhobán Hernández
Imágenes: archivo Alcaldía de Medellín

En días recientes, algunos periodistas y ciudadanos de Medellín recibieron por correo postal un documento de la Alcaldía con información sobre la estrategia Medellín abraza su historia, que configura un ejercicio de memoria alrededor de la violencia del narcotráfico. El documento fue enviado luego de conocerse un pronunciamiento de la Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo, que advirtió inconsistencias presupuestales en la ejecución de la estrategia e irregularidades en la entrega de información pública.

Hasta ahora, los dos proyectos más publicitados de Medellín abrazan su historia, y en los que el alcalde, Federico Gutiérrez, ha sido protagonista, son la demolición del edificio Mónaco, antigua casa del capo del Cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, y su familia en el barrio El Poblado, que se realizó el 22 de febrero de 2019, y la construcción del Parque Memorial Inflexión en honor a las víctimas del narcotráfico.

Fue sobre estas dos acciones que la Veeduría centró su atención en el pronunciamiento, titulado “El Parque Memorial Inflexión”, más luces que sombras. En éste, la organización ciudadana indicó que los dos proyectos no estaban incluidos en el Plan Municipal de Desarrollo e indagó por la manera como la Alcaldía adquirió el predio del edificio Mónaco, así como por los costos de los estudios previos y la demolición de este.

Para Marta Villa, vocera de la Veeduría, lo que esto representa es una afectación a las buenas prácticas de la gestión pública, porque la no inclusión de los proyectos en el Plan de Desarrollo impide hacerle seguimiento a la ejecución de las obras, al uso transparente de los recursos y a los beneficiarios de la iniciativa.

Para Villa, ha existido improvisación de parte de la Alcaldía en el diseño y ejecución de esta estrategia que, opina, podría convertirse en “un elefante blanco para Medellín” debido a asuntos como la falta de claridad en el presupuesto.

Dentro del informe de la estrategia, publicado en julio, las únicas cifras presentadas por la Alcaldía corresponden a la gestión de un nuevo espacio y a la construcción del memorial. En el primer caso, el documento indica que los trabajos de diseño urbano y demolición del edificio Mónaco tuvieron un costo de 4 mil 700 millones de pesos, ejecutados bajo el contrato 4600076774, iniciado el 8 de agosto de 2018 y finalizado el 30 de abril de 2019.

En el segundo caso, se especifica que la gerencia, gestión y construcción del Parque Memorial Inflexión tendrá un costo de 7 mil millones de pesos, que están siendo ejecutados a través del contrato 4600080613 de 2019, cuya duración será de nueve meses, con acta de inicio del 28 de junio de 2019, según el cronograma presentado en el informe de la Alcaldía. En ambos contratos, la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) funge como contratista.

Y pese a que el informe describe que Medellín Abraza su Historia tiene otros componentes como los tours por la memoria, que visitarán esculturas, placas y lugares emblemáticos de la violencia y las víctimas del narcotráfico; el proyecto Parceros, que acompañará a más de mil jóvenes vulnerables a formular un proyecto de vida; el proceso de formación en memoria, a realizarse en colegios públicos y privados de la ciudad; la plataforma www.medellinabrazasuhistoria.com, y la ampliación y construcción de la segunda fase del Museo Casa de la Memoria, sobre ninguno de ellos se especifica presupuesto alguno dentro del documento.

Perspectiva aérea del Parque Memorial Inflexión. Imagen: Alcaldía de Medellín.

La estrategia es una intención de largo aliento, dice la Alcaldía

Buscando claridad sobre Medellín Abraza su Historia, Hacemos Memoria consultó al Secretario Privado de la Alcaldía, Manuel Villa Mejía, quien está a la cabeza de la estrategia. El funcionario manifestó que se trata de “un proyecto bonito, ambicioso, que tomará tiempo”. Agregó que no hay que reducir el tema al asunto del presupuesto y declaró que la estrategia “sí está en el marco del Plan de Desarrollo, aunque no está puntualmente considerada”. Esto fue lo que respondió a nuestras preguntas:

Secretario, ha habido críticas sobre la claridad presupuestal de Medellín Abraza su Historia ¿cuál es el presupuesto general de la estrategia?

Le soy muy sincero, creo que no va a haber claridad. Si usted me pregunta: ¿Cuánto vale la estrategia Medellín Abraza su Historia? Yo le preguntaría: ¿Usted cuánto cree que sería el presupuesto de la intención de cambiar o transformar culturalmente una sociedad? Y lo que usted me diga, esa es la respuesta. Qué quiero sugerir con eso: la estrategia es una intención público-privada de largo aliento y bastante ambiciosa, porque siempre hemos dicho: la historia que hemos dejado de contar, o no hemos contado de manera completa, integral, suficiente o contundente, y que hemos dado un vacío para que la ficción sea quien la cuente por nosotros, lleva un tiempo de mínimo tres décadas. Por lo tanto, nosotros nos demoraremos mínimo tres décadas para hacer una reflexión de ciudad, volver a mirar nuestro pasado, entender qué nos pasó, reivindicar nuestra escala de valores para las nuevas generaciones; para que esos sean los nuevos referentes y podamos decir que la cultura de la ilegalidad se dejó atrás y que fuimos capaces de dejar esa cultura mafiosa y reivindicar la cultura de la legalidad.

Entonces la pregunta tan puntual de cuánto cuesta la estrategia no tiene respuesta puntual. Tendrá un valor que será la sumatoria de todas las cosas que se hayan hecho, se estén haciendo o se pretendan hacer con miras a lograr esa transformación cultural.

Si nos preguntan cuánto valdrían las primeras actividades que estamos planeando o ideando en el marco de la estrategia, siempre hablábamos de un presupuesto de alrededor de 30 o 35 mil millones. Pero eso es la sumatoria de las actividades, acciones o proyectos iniciales, planteados y deseados. No quiere decir que se tenga la plata, ni que todo vaya a costar eso ni que esté empaquetado en un mismo presupuesto. Por lo tanto, manejamos presupuestos uno a uno de los proyectos por temas de transparencia (…). Y, así las cosas, unos proyectos están en una etapa de ejecución, otros están madurándose, otros siguen siendo un deseo o una idea.

En el informe que envió la Alcaldía sobre la estrategia se especifica el costo del proyecto de demolición del edificio Mónaco y de la construcción del Memorial Inflexión. Pero no se indica cuál es el presupuesto de otros proyectos como el Tour de la Memoria, Parceros o la segunda fase del Museo Casa de la Memoria ¿Hay presupuestos asignados para esos proyectos?

Digamos que el Tour de la Memoria no tiene un presupuesto asignado en tanto está en construcción. Museo Casa de la Memoria no tiene un presupuesto asignado en tanto está en construcción. Y así sucesivamente con los otros. Efectivamente hoy lo que ya se hizo es el Mónaco, lo que ya se hizo es Inflexión, y se han venido haciendo otras labores de socialización, pero que han sido más actividades aisladas o puntuales en algunos convenios con sectores privados.

Entonces, el Museo Casa de la Memoria, cuando lo anunciamos, inmediatamente se nos dijo: ¿cuál es el presupuesto? Nosotros dijimos, venga, hicimos un anuncio y vamos en camino a cumplir. Pero tenemos que ser responsables, nosotros nos encontramos con un proyecto que tenía diseños pero que ya habían perdido vigencia. Diseños que tenían un POT anterior al reciente, por lo tanto, estamos obligados a cambiarlos. Hoy estamos retomando los diseños, yendo a Curaduría a pedir los permisos, buscando recursos de entidades del Gobierno Nacional. Tenemos que sanear jurídicamente, porque incluso nos encontramos un desorden jurídico en el tema del Museo cuando lo recibimos.

Lo que queremos decir es: la ciudad va a tener un proyecto para materializar, como es la ampliación del Museo Casa de la Memoria, en el que queremos que se instale la sala permanente Medellín Abraza su Historia, que es donde queremos que el Museo les cuente a los turistas y a Medellín la memoria colectiva sobre la época del narcoterrorismo. Si me pregunta cuánto vale eso, no le puedo dar una cifra, porque si bien había una cifra de la administración anterior y se tenía un presupuesto alrededor de los 8 mil millones, eso no va a valer, entre otras cosas porque estamos haciendo muchas modificaciones.

En el tema del Tour de la Memoria, estamos haciendo un proceso con Procolombia, el Ministerio de Cultura, las Secretarías de Turismo y Desarrollo Económico, y los operadores turísticos de Medellín, porque queremos que en Medellín se complete un mapa de la memoria para que existan nuevos recorridos turísticos de transformación y memoria. Va a haber marcación, y las entidades privadas se están vinculando con el patrocinio de obras. Igual, si me pregunta cuál es el presupuesto, también le digo: no le voy a dar una cifra. No quiere decir que no estemos gestionando, avanzando, así ocurre con el resto de las acciones.

¿Qué cambiará en términos de contenidos en el Museo Casa de la Memoria?

Estamos haciendo cambios estructurales, físicos y arquitectónicos, pero en temas de contenido no. Lo único es que se incluye un espacio destinado para la memoria colectiva entorno a la estrategia Medellín Abraza su Historia. Absolutamente no cambian los contenidos del proyecto anterior. Es el Museo el que está en todo ese proceso colectivo e incluyente de la construcción de esos contenidos.

Lo que hemos tratado de dejar claro es que esto comienza. Aquí no queremos de ninguna manera imponer un relato. Lo único que pretendemos y con lo que soñamos es que exista una compilación de lo que hasta ahora ha hecho la ciudad, y llamar la atención para que nos sentemos y volvamos a hablar sobre esa época, y volvamos a reflexionar y volvamos no a señalar sino a autoseñalarnos. Entonces decimos: abramos ese espacio permanente en la ciudad para que entendamos que la memoria, incluso de uno de los episodios más críticos de nuestra historia, es fuente de pedagogía cultural, de reflexión social y de identidad.

Eso es lo que pretendemos, terminar de construir el museo y aprovechar y solicitar un espacio para llevar esta reflexión de ciudad y hacerla de manera permanente.

Teniendo en cuenta que esta administración termina en diciembre ¿Alcanzarán a terminar o iniciar las obras de esa segunda fase del Museo?

No te podría dar una respuesta. Si me preguntas, sinceramente, creo que no. Porque el proyecto es más complejo de la cuenta por los enredos que encontramos, por las dificultades que hay en torno a diseños, planeación por el cambio del POT, porque cuando entramos a la administración, el recibo de la obra estaba en veremos, el englobe de los bienes del predio también estaba en veremos. Nosotros hemos venido solucionando todos esos temas de filigrana y saneamiento administrativo. Y estamos avanzando con los diseños partiendo de lo que ya existía, porque no nos interesa cambiar nada, simplemente queremos completar y complementar este esfuerzo que desde hace un tiempo viene haciendo la ciudad y llamar la atención para que nos sentemos a hablar.

¿Cómo garantizar que Medellín Abraza su Historia tenga continuidad en una próxima administración y particularmente obras como la segunda fase del Museo Casa de la Memoria?

Es una de las cosas que nos desvela a nosotros, pero tenemos claro que hay una única manera y es que tenemos que ser capaces de lograr que lo que hemos hecho, y vamos a terminar de hacer este año, genere atracción suficiente para generar tracción. Eso en el papel, no es cosa distinta a que esta estrategia no puede entenderse como una intención o capricho de una administración, sino que tiene que verse como una oportunidad para abrazarnos entre todos como ciudad y para continuar este esfuerzo que consideramos es necesario. ¿Y cómo se garantiza eso realmente? A través de la vinculación de otros actores, que no tienen los tiempos políticos que si tenemos nosotros como administración, y que seguirán en la ciudad aportando a algunas actividades o proyectos puntuales.