El recorte presupuestal lleva a que la Comisión de la Verdad busque apoyo en organizaciones que hacen presencia en gran parte del país. La Ruta Pacífica de las Mujeres ya trabaja en ocho departamentos en la recolección de testimonios.
Por: Carlos Olimpo Restrepo S.
Foto: Ruta Pacifica Bolívar
La sociedad civil será fundamental para el cumplimiento de los objetivos de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, no solo por lo que le ordena la ley y su reglamento interno, sino porque diversas organizaciones servirán de apoyo para la recolección de información en todo el país.
“En vista de que hemos tenido serios recortes presupuestales, la comisión está empezando a hacer alianzas con algunas organizaciones, con el propósito de que nos ayuden sobre todo con la toma de testimonios a víctimas, testigos y familiares”, explica Alejandro Valencia, comisionado para la región Antioquia-Eje Cafetero, que también incluye parte del sur de Córdoba.
Los acuerdos piloto que están en marcha son con la Ruta Pacífica de las Mujeres, “con la que ya se hizo una formación. También hay una alianza con Dipaz, que reúne a algunas iglesias evangélicas, que están interesadas en documentar casos de violencia contra esos sectores, y también ya hemos tenido acercamientos con pastorales sociales de algunas diócesis católicas del país”, agrega Valencia.
El caso de la Ruta es uno de los destacados. Durante 6 meses, en 2013, un equipo conformado por 36 documentadoras y 8 investigadoras, recorrió los departamentos del país y recogió el testimonio de más de mil mujeres de diferentes etnias y regiones, con los cuales se construyó el informe La verdad de las mujeres víctimas del conflicto armado en Colombia, publicado en 2014.
Esta experiencia, que contó con la asesoría del hoy comisionado Valencia, fue tenida en cuenta, para elaborar parte de la metodología que emplea la Comisión de la Verdad en su trabajo de campo.
Y el nexo que se ha construido entre estas dos entidades sirvió para que la Ruta Pacífica decidiera apoyar el trabajo de campo en diferentes regiones del país, como una manera de respaldar a la Comisión de la Verdad ante el recorte presupuestal que afronta esta última.
El compromiso es claro: las 300 organizaciones que hacen parte de la Ruta y que están en 142 municipios del país, recogerán y entregarán mil 500 testimonios de mujeres víctimas del conflicto armado en ocho departamentos del país. En la seccional Antioquia-Eje Cafetero realizarán 900 entrevistas, que se harán según la metodología definida en la Comisión.
“Ahí tenemos un saber que ya conocemos y eso fue lo que le propusimos a la Comisión de la Verdad: recoger nosotras los testimonios, con la metodología de ella. Y nosotras conseguimos unos recursos para pagar las documentadoras, porque, si uno quiere apoyar, da todo el paquete”, afirma Marina Gallego, directora de la Ruta Pacífica.
“Estamos haciendo el mapeo de las víctimas y también empezamos la documentación. Tenemos planeado trabajar en Antioquia, Eje Cafetero, Putumayo, Cauca y Valle. En Antioquia vamos a hacer el trabajo en Bajo Cauca, Urabá, Suroeste, parte del Oriente, en el Norte y en Medellín”, agrega la dirigente.
Aclara que “por ahora sólo estamos trabajando con mujeres y esa es la información que le suministramos a la Comisión, para que tenga una muestra importante sobre la violencia contra las mujeres” en el marco del conflicto armado.
Avance en formación
La Comisión realizó en febrero de 2019, en Bogotá, un taller nacional para presentar su equipo de trabajo y dar algunas directrices que le permitan alcanzar uno de sus propósitos básicos: el esclarecimiento, objetivo que es común en todas las comisiones de la verdad en el mundo.
“En marzo vamos a hacer capacitaciones en las seccionales de Colombia y en el exterior, en Barcelona, en las que se harán indicaciones y criterios para realizar entrevistas individuales, tanto a víctimas como a testigos y familiares, a responsables de actores armados, a terceros civiles”, indica Alejandro Valencia.
En los talleres también se prepara a quienes hacen el trabajo de campo en la realización de entrevistas en profundidad y de historia de vida, así como en la preparación de talleres colectivos con diferentes sectores sociales y se les dan guías para presentar los casos y los informes.
“De igual manera se les dan orientaciones para adelantar las entrevistas a niñas, niños y adolescentes, que son de una consideración especial, y directrices para elaborar diagnósticos comunitarios. Con esta batería de herramientas, la idea es que se empiece con mucha más fuerza el acopio de la información durante este año, que es el año primordial con las tareas de esclarecimiento”, sostiene Valencia.
Además de los talleres, quienes deseen aportar al trabajo de la entidad, encuentran en su página web un enlace con indicaciones muy precisas sobre el tratamiento de estos aspectos.
La razón es clara: de la meta trazada, que es la recolección de al menos veinte mil entrevistas individuales, en Colombia y el exterior, durante los tres años del mandato de la Comisión, se aspira adelantar, por lo menos, catorce mil en 2019, para avanzar en el proceso de sistematización y en la construcción del informe final, que pretende ser un relato amplio, que incluya a todos los sectores de la sociedad. En Antioquia, la meta es llegar a dos mil testimonios, entre víctimas, familiares, responsables y terceros civiles.