Desde el 2014, las víctimas de El Carmen de Viboral están a la espera de que se cumpla con el Acuerdo Municipal 003 de mayo de ese año en el que se contempló la construcción de un “Centro de Memoria, Paz y Reconciliación”.
Por: Esteban Tavera
Foto: Mauricio López
El Acuerdo Municipal 003 del 28 de mayo de 2014, expedido por el Concejo Municipal del Carmen de Viboral establece una serie de medidas para la reparación integral de las víctimas del conflicto armado que habitan en ese municipio del Oriente antioqueño. Una de esas medidas, expresada en el artículo tercero, señala que: “la Administración Municipal en asocio con la Personería, con el propósito de socializar y sensibilizar a la sociedad civil acerca de la historia que se ha vivido en nuestra región (…) dispondrá de un espacio o un bien municipal con el fin de permitir a los ciudadanos Carmelitanos (sic) manifestar y plasmar los hechos que cambiaron o afectaron el curso de sus vidas por razones de los violentos”.
Ese espacio, en el papel, recibe el nombre de “Centro de Memoria, Paz y Reconciliación”, y se establece que tanto la creación como las modalidades de funcionamiento serán responsabilidad de la Alcaldía y la Personería Municipal. Sin embargo, ya han pasado más de cuatro años desde que se firmó el Acuerdo y aún la comunidad no cuenta con dicho espacio.
La razón de la demora, según el alcalde Néstor Zuluaga, es que aunque tienen la voluntad de cumplir con el mandato aún no han encontrado un espacio que se adecue a esa necesidad. “Ese fue un compromiso que asumió el alcalde anterior pero no dejó nada preparado para cumplirlo, por eso nosotros estamos trabajando en avanzar con ese tema. En este momento estamos trabajando en la verificación de los bienes del municipio porque esa es una obra que no podemos hacer en bienes privados. Luego tendríamos que entrar a socializar ese tema con las víctimas y avanzar”, afirmó Zuluaga.
Por su parte, la personera Alejandra Arenas, en quien también recae la responsabilidad por el “Centro de Memoria, Paz y Reconciliación”, afirmó que en varias ocasiones le ha solicitado al Alcalde el cumplimiento del Acuerdo, pero no ha recibido una respuesta satisfactoria. Por esa razón, desde la Mesa Municipal de Víctimas, de la cual hace parte la Personería Municipal, están considerando emprender acciones jurídicas. “El año pasado pedimos la asesoría de la oficina de Derechos Humanos de la Gobernación y allá nos recomendaron que buscáramos que el Centro fuera construido en un edificio público, pues experiencias de otros lugares han dejado como enseñanza que muchas veces quedan abandonados. Por eso hemos solicitado que sea en el Instituto de Cultura, porque la gente va al museo de la cerámica se puede interesar por el tema de la memoria”.
Aparte de la construcción del espacio, su sostenimiento es la gran preocupación de algunos líderes de la comunidad para quienes, en caso de que el lugar exista, debe trabajarse fuertemente para que no pase lo mismo que ha ocurrido con otros espacios de memoria del municipio, como el horno de la memoria que las víctimas construyeron en el Cementerio Municipal.
Para Alba Lucía Gómez, integrante de la Corporación Conciudadanía y abanderada de los ejercicios de memoria en El Carmen de Viboral, el nuevo Salón debe servir para compilar los diferentes esfuerzos de memoria que se han realizado en el municipio, pero demanda un esfuerzo por parte de la comunidad. “No tiene que ser un espacio extraordinario, basta con que se puedan poner las galerías que hemos hecho y que sirva como un lugar de encuentro, pues muchas personas han hecho trabajos en este tema pero están muy dispersos. Ahí hay un reto grande y es sensibilizar a la gente para que se apropie de ese espacio, para que no pase lo que sucedió con el horno, en donde no se logró forjar ese sentido de pertenencia entre las víctimas”, expresó Gómez.
De acuerdo Julián Vasseur, enlace de víctimas de El Carmen de Viboral, en ese municipio habitan un poco más de once mil víctimas de hechos ocurridos allí mismo, como personas que llegaron de otras regiones del país.
Entre los lugares más afectados por el conflicto armado en El Carmen de Viboral se encuentra la vereda La Esperanza, ubicada sobre de la autopista que conecta a Medellín con Bogotá. En ese lugar, integrantes del Ejército Nacional, en asocio con paramilitares de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, ocasionaron un sinnúmero de afectaciones contra la población civil. El episodio más recordado fue la desaparición de 13 campesinos entre junio y diciembre de 1996, crimen por el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano.
Para Flor Gallego, familiar de tres personas desaparecidas en La Esperanza, El Carmen de Viboral requiere con urgencia de un lugar de memoria que sirva para compartirle al país los relatos de dolor y de resistencia que lleva consigo la población. “Nosotros nos soñamos un espacio en el que podamos recoger todo lo que hemos hecho, pero donde también podamos contar nuevas cosas con audios, imágenes, videos y obras de arte. Pero además, un salón que sirva como espacio de reunión para nosotras las víctimas, donde podamos dialogar sobre lo que nos pasó”, señaló Gallego.
El casco urbano del municipio también fue un escenario de guerra en que el que varios civiles perdieron la vida, como por ejemplo el entonces personero Helí Gómez, asesinado el 26 de noviembre de 1996, aparentemente por denunciar las desapariciones ocurridas en la vereda La Esperanza. Asimismo, alcaldes, líderes comunales, maestros y conductores de transporte público, de quienes se conocen muy pocos relatos, fueron víctimas de señalamientos que luego se convirtieron en ataques contra su vida o presiones para que se desplazaran hacia Medellín y otros municipios aledaños. Por eso, para la actual Personera, en caso de que se logre construir un Salón de memoria, el relato que allí se establezca debe reconocer a este grupo de víctimas tan diverso y apuntar a reparar los daños tan profundos que dejó el conflicto.
Finalmente, el alcalde Néstor Zuluaga afirmó que para él la memoria es un mecanismo que aporta a la no repetición. Por esa razón, se comprometió con las víctimas del municipio a que antes del 31 de diciembre de 2019, día en que finaliza su mandato, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación del Carmen de Viboral que prometió la administración anterior, estará en funcionamiento.