De acuerdo con registros de la Escuela Nacional Sindical, desde 1973 hasta mayo de 2018, se cometieron alrededor de 14.670 violaciones a la vida, la libertad y la integridad contra sindicalistas en el país, de las cuales 3.154 fueron asesinatos. Esta es una de las razones por las que en la actualidad el sindicalismo colombiano demanda su reconocimiento como sujeto colectivo priorizado en el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
Por: Natalia Maya
Desde mediados de la década de los ochenta el movimiento sindical fue víctima de una violencia sin precedentes contra su gremio, a causa, no solo de las reivindicaciones salariales y laborales que exigían, sino del reclamo de condiciones de vida digna para todos los colombianos, consignas asociadas a las banderas de movimientos políticos y sociales de izquierda que les valieron la estigmatización, persecuciones, amenazas y muertes.
“Violencia antisindical”, “guerra sucia” y “exterminio”, así denominaron los sindicalistas lo que les ha ocurrido en el Primer Seminario de Memoria y Paz, convocado por la Escuela Nacional Sindical (ENS). En el evento que se realizó en Medellín, participaron representantes de más de diez organizaciones.
Según Eugenio Castaño, coordinador de Memoria Histórica de la ENS, el interés que tienen los sindicatos del país de participar en la implementación del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición, especialmente en la Comisión de la Verdad, la Jurisdicción Especial para la Paz y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, motivó la realización del Seminario en el que expertos de la academia, de otras organizaciones sociales y de la institucionalidad, les presentaron a los asistentes herramientas para sus agendas de fortalecimiento organizativo, memoria y reparación, así como para su participación en estos escenarios transicionales.
“Lo que nos propusimos fue fomentar un ejercicio de concientización en torno a la importancia de la memoria en estos nuevos escenarios de construcción de verdad y justicia, partiendo del análisis que hemos hecho en torno a los informes producidos por el gobierno y el Centro Nacional de Memoria Histórica, como por ejemplo el ¡Basta Ya!, en los que hemos concluido que el movimiento sindical no se menciona, no se tiene en cuenta. Entonces, ante esa deuda histórica que existe frente a lo que ha sucedido con el movimiento sindical, violencia no necesariamente relacionada a las lógicas del conflicto armado sino al ejercicio sindical mismo, hemos venido promoviendo, desde 2008, la construcción por parte de las propias organizaciones sindicales de sus memorias, esas que hoy podrán servir de insumo a la CEV y a la JEP”, afirma Castaño.
Además de la construcción de memoria histórica, el Seminario también se ocupó de un punto crucial para el movimiento sindical a nivel nacional: las medidas de reparación integral. Viviana Colorado, profesional de derechos de la ENS, asegura que el sindicalismo en el país ha avanzado en propuestas para demandar su reparación colectiva. Organizaciones como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) y la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) han emprendido las primeras acciones formales partiendo de la idea de que la reparación colectiva al sindicalismo debe ser fundamentalmente política y redundar en un fortalecimiento del movimiento sindical en todo el país.
De acuerdo con Colorado, “desde el 2012 se inició un proceso de reparación colectiva reflejado en una mesa de negociación donde están sentadas las tres principales centrales sindicales del país: la CUT, la CGT, Fecode y el Gobierno. El proceso ha tenido algunos avances, como la instalación en 2016 de una mesa permanente de concertación para la reparación colectiva del movimiento sindical, sin embargo, la Mesa no funciona en este momento. Por eso es necesario que se reactive todo un proceso de movilización por parte de las organizaciones sindicales, pero también que el gobierno muestre voluntad política para que este proceso pueda continuar y para que se cumpla con las expectativas que tienen las organizaciones sindicales frente a las medidas de reparación colectiva”.