El proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha recibido críticas de distintos sectores políticos y sociales que consideran inadmisible negociar con un actor armado que insiste en prácticas como el secuestro y los atentados a la infraestructura del país. Mientras tanto, otros grupos afirman que sin un acuerdo con esta guerrilla no se podrá hablar de paz en Colombia. ¿Cuál debe ser la estrategia del próximo Gobierno?
Iván Duque, candidato a la presidencia por el Centro Democrático, ha insistido durante toda la campaña que no está de acuerdo con los diálogos que desarrollan el Gobierno y el ELN. Duque ofrece a este grupo guerrillero una negociación centrada en la desmovilización, el desarme y la reinserción. “Esto se hace si hay una concentración previa, la supervisión internacional y suspensión de todas las actividades criminales y terroristas”, comentó en el Primer Debate Presidencial Regional, realizado en Medellín el 3 de abril de 2018.
En esa misma discusión Germán Vargas Lleras dijo que si llega a la presidencia suspenderá los diálogos con el ELN. “Yo creo que en ese proceso estamos repitiendo lo del Caguán, mientras en Quito se negocia, esa organización en Colombia se fortalece territorial y militarmente”, comentó (Ver video)
Por su parte, Humberto de la Calle ha expresado la necesidad de continuar con la negociación, siempre y cuando el ELN deje de secuestrar y suspenda las acciones que afectan el medio ambiente. “Este es un momento que hay que aprovechar para la negociación y es necesario que el ELN entienda que no hay espacio para la violencia”, dijo De la Calle en una entrevista en Caracol Televisión (Ver video).
Sergio Fajardo ha expresado en diferentes medios que si llega a la presidencia dará continuidad a los diálogos con el ELN, poniendo en práctica los aprendizajes que dejó la negociación con las Farc. Adicionalmente, ha dicho que mientras el ELN siga alzado en armas, las Fuerzas Armadas no descansarán un minuto en las acciones contra el grupo guerrillero” (Ver video).
Gustavo Petro, por su parte, ha expresado su deseo de dialogar con el grupo guerrillero. Sin embargo, en diferentes espacios ha insistido en que el ELN tiene que escoger entre dos caminos: el político, como el que exponía Camilo Torres o el de Pablo Escobar, haciendo referencia a las actividades relacionadas con el narcotráfico que desarrolla el grupo armado. “Si siguen el camino de Pablo Escobar, eso no se llama guerrilla y no hay política, eso se llamaría organización criminal en base a un producto ilegal de exportación” (Ver video).
¿Qué opinan los expertos?
Carlos Velandia, gestor de paz y excomandante del ELN
“Independientemente de quién sea el jefe de Estado, considero que la estrategia debe ser la de darle continuidad a todo lo que significa el gran paquete de paz: continuar con los acuerdos que se firmaron con las Farc; darle continuidad al gran compromiso que asumió el Estado colombiano con la reparación a las víctimas; darle continuidad al proceso de diálogo con el ELN. En el momento en el que asuma el nuevo Gobierno, el ELN estará en un cese bilateral al fuego y de hostilidades y con una agenda de paz activa, de tal forma que deben darle continuidad. Además, mantener vivo el interés de la comunidad internacional para seguir apoyando el proceso de paz en Colombia y asumir con cierto protagonismo el reto de combatir toda forma de criminalidad, llámese bacrim o disidencia, y en ese marco desarrollar una política de sometimiento a la justicia con estos grupos”.
Víctor de Currea Lugo, docente e investigador de la Universidad Nacional
«Hay que negociar como si no hubiera elecciones. No se debe caer en ese inmediatismo electoral. Desafortunadamente nuestra cultura política sí cae en esa lógica, entonces, temas como la paz o la implementación de los acuerdos con las Farc se politiza de una manera simplista.
Yo he recomendado que hay que seguir negociando pese a que hay elecciones. Pero hoy la continuidad de la mesa de paz entre el Gobierno y el ELN depende de la agenda del próximo gobierno: Si gana el candidato Duque, no creo que haya proceso de paz, si gana Vargas Lleras habría proceso de paz pero con muchísimas dificultades, si gana Fajardo las dificultades vendrían por parte de la vicepresidente Claudia López que es bastante enemiga del proceso, y si gana De la Calle o Petro habrá proceso de paz».
Germán Valencia, docente e investigador del Instituto de Estudios Políticos
«El país ha alcanzado un grado alto de madurez en el conocimiento sobre la paz negociada. De allí que haya que insistir en que uno de los retos más cruciales para el próximo Gobierno Nacional en materia de paz es retomar los aprendizajes alcanzados en los diez procesos anteriores e incorporarlos en los diálogos de negociación con el ELN. Entre los más importantes aprendizajes están: Mantener y fortalecer organizaciones especializadas en la negociación de la paz; rodear el proceso con variados actores externos, como las Fuerzas Armadas, los empresarios y los partidos políticos; tener una comunidad internacional activa y proclive a la paz, en especial, comprometer a aquellos países que han tenido impacto en nuestro conflicto, como lo es Estado Unidos e intentar que las negociaciones se den en medio de un cese al fuego y de hostilidades.
Además de este primer reto, el Gobierno Nacional debe reconocer que las negociaciones de paz con el ELN tienen sus particularidades. Una de ellas, y tal vez la más significativa, es trabajar en permitir la participación amplia de la sociedad civil en la fase de la negociación. Esa guerrilla ha insistido en incorporar a este actor tanto en la estructuración de la agenda como en la discusión y aprobación. En este sentido, un segundo reto del Gobierno Nacional es explorar con más agilidad y prioridad los mecanismos de participación de la sociedad civil en la Mesa de Conversaciones. Se hace urgente avanzar en este viejo aspecto. El Gobierno debe de estar más abierto a aceptar propuestas y avanzar en realizar acciones que permitan la participación.
Aceptar lo anterior permitirá avanzar en las negociaciones con el ELN, pero traerá otros retos, entre ellos, las dificultades de construir una agenda de paz alcanzable y negociable en el mediano plazo. El Gobierno Nacional tendrá como tercer reto insistir en que las negociaciones de paz con el ELN deben atender a los asuntos sustantivos del conflicto. Debe defender la idea que, a pesar de que son muchos los conflictos colombianos por resolver, en este proceso de negociación se atenderán solo los aquellos asuntos que aparezcan en la agenda pactada. De allí que sea necesario resolver con urgencia y seriedad el primer punto de la agenda: la participación de la sociedad».