Por Esteban Tavera
El papel del periodismo en el desarrollo del conflicto armado colombiano ha sido un tema recurrente tanto en las agendas de los medios de comunicación como en muchos espacios académicos
Sea para examinar el uso de determinados lenguajes o para analizar un enfoque o una forma de narrar el conflicto, el uso de la información periodística en medio de la guerra ha motivado una gama amplia de cuestionamientos.
Igual está pasando con la posibilidad de transitar hacia la paz. En este escenario la pregunta ya no es sobre cómo se informa sobre los hechos y las víctimas que deja la confrontación, sino sobre cómo se están preparando los periodistas para comunicar la paz.
A esta segunda pregunta quiso responder el Encuentro Comunicación y Paz, organizado por Común Acuerdo, Ciudadanías para la Paz y Corporación Región el pasado10 de junio en el Museo Casa de la Memoria. En la conversación participaron Federico Ríos, fotógrafo y periodista con experiencia en el cubrimiento del conflicto armado; Faruk Saman González, comunicador del Comité Internacional de la Cruz Roja; y Juan Mosquera Restrepo, periodista del portal Las 2 Orillas.
Durante el encuentro, los asistentes, la mayoría comunicadores y periodistas de distintos medios de comunicación, tuvieron la oportunidad de conversar con los invitados sobre los retos que le impone la negociación de paz en La Habana al ejercicio del periodismo.
Para Federico Ríos, en un escenario de posconflicto “el periodismo no solo necesita investigar el hecho. Para hacer periodismo responsable, lo más importante es la contundencia de los antecedentes. Si uno conoce los antecedentes de un grupo, de un sujeto, de una comunicad o de una línea de acciones, tiene una visión global mucho más acertada sobre un acontecimiento específico”.
Algo similar agregó Juan Mosquera Restrepo: “el periodismo que busca narrar la paz tiene que tener un compromiso con la verdad, y tiene que declararse opositor de cualquier tipo de engaño; es decir, cuando alguien hace periodismo no puede servirle a un interés particular. El periodista tiene que ser sincero con sus intereses y con lo que está contando”.
Por su parte, Faruk Saman advirtió sobre algunos retos que vendrán después de que el país firme un acuerdo de paz: “Es importante tener presente en las agendas locales, regionales y nacionales que hay temas que van a seguir siendo muy importantes así se tenga un acuerdo en La Habana. Temas como la protección de la misión médica, el drama de las minas antipersonal, la búsqueda de personas desaparecidas. No se nos puede olvidar que no habrá una solución automática después del acuerdo; vamos a tener una etapa de implementación en donde va a ser muy importante el papel de los medios de comunicación”.
Catalina Cruz, coordinadora del proyecto Ciudadanías para la Paz, resaltó la importancia de eventos de este tipo: “Hemos podido evidenciar que los medios comunitarios, que son los que están viviendo más de cerca las realidades de conflicto, no tienen las mismas posibilidades de acceso a las fuentes y a la información que tienen los grandes medios; por esta razón, necesitan de un proceso de acompañamiento, de redes de apoyo”.
Los asistentes al Encuentro Comunicación y Paz concluyeron que el tránsito de la guerra hacia la paz que está viviendo el país demanda, de parte de los periodistas, un nivel de formación acorde a los retos que este proceso impone. Además, hablaron de la necesidad de aterrizar los discursos alrededor de la paz a lenguajes más cotidianos para lograr que los mensajes lleguen a todas las comunidades.