El 16 de diciembre, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, recorrió el Salón del Nunca Más, en la Casa de la Cultura de Granada, cuyas obras de restauración para evitar filtraciones de agua y daños por humedad terminaron hace pocos días. El mandatario visitó el municipio como parte de los actos de inauguración oficial de la pavimentación de la carretera entre Granada y San Carlos, una zona de potencial turístico que fue gravemente afectada por el conflicto armado.
Por Margarita Isaza Velásquez
Las obras de restauración del Salón del Nunca Más corresponden a un trabajo muy esperado por los granadinos, pero frente al que aún tienen sus dudas de si aguantará los embates de las lluvias y de la humedad natural del municipio, cercana al 90%. El Salón está dentro de la Casa de la Cultura, que es una casona de tapia, de tres pisos, contigua a la vía que comunica a Granada con San Carlos.
La Asociación de Víctimas Unidas de Granada, Asovida, y ciudadanos como Ana María Bustos, que han desarrollado procesos de memoria y comunidad en el Salón, denunciaron desde 2018 las afectaciones en los muros y a los archivos y objetos que representan el dolor y la resistencia de los habitantes del municipio en los años más aciagos del conflicto armado. Estos objetos, como las bitácoras, donde los familiares de personas desaparecidas y asesinadas escribían mensajes en su recuerdo, se mojaban y cada tanto volvían a ser reemplazados por Asovida y otros emprendedores de memoria. Durante la pandemia, el Salón tuvo sus días más críticos, pues fue semiabandonado por las circunstancias. Se expresó entonces una solicitud por parte de la sociedad civil de restaurar el edificio completo, lo que implicaba la realización de estudios previos para identificar los problemas de la estructura.
Las humedades en los muros de tapia y las filtraciones en los techos afectaron los objetos de memoria que hacen parte de la muestra permanente del Salón del Nunca Más. Bitácoras, carteles, líneas de tiempo, fotografías, todos han sido realizados por las víctimas y por la comunidad cuando han participado de procesos de memoria histórica, autogestionados u organizados con el acompañamiento de entidades públicas y privadas, universidades y proyectos de cooperación internacional. Foto: cortesía de la docente Jenny Giraldo y la líder Gloria Quintero.
Ante este deterioro, en 2022, la Gobernación de Antioquia entregó a los granadinos un cheque simbólico por 1500 millones de pesos para restaurar el Salón, ubicado en una esquina dentro de la casona, con acceso interior y exterior.
Este dinero llegó al Municipio de Granada a través del IDEA, y allí se celebró, en abril de 2023, un contrato de cinco meses por 1266 millones de pesos entre la Empresa Autónoma de Guatapé (EAG) y el Consorcio Casa de la Cultura, que recibió invitación privada para la ejecución de las obras. El Consorcio Casa de la Cultura está compuesto por las empresas IntegrarConstrucciones S. A. S. y Volquetas y Maquinarias de Colombia S. A. S. (Volmaco). Para la interventoría EAG contrató a Corpobosques, por 242 millones de pesos. De ambos contratos está pendiente la entrega de los informes de ejecución.
Auditorio principal de la Casa de la Cultura, donde se realizan actividades comunitarias, como las asambleas de Asovida, organización que ha gestionado el Salón del Nunca Más. Foto: ejecución de obra en la página web de Volmaco.
Con el dinero girado por la Gobernación se realizaron obras de “mantenimiento, mejoramiento y rehabilitación” de la Casa de la Cultura, con la construcción de una unidad sanitaria, reemplazos de pisos, ventanas y una parte del techo, revoque de las tapias, cambio de cubierta en el patio central de la casona y acabados de pintura. Si bien los ciudadanos de Granada recibieron con agrado el cumplimiento de la ejecución de estas obras, aún no hay recibo a conformidad por parte de la comunidad.
El arquitecto granadino Mauricio Piedrahita, quien ha hecho parte del comité de veeduría ciudadana a la obra, le dijo a Hacemos Memoria que si bien estas ejecuciones “pueden estar bien hechas hasta cierto punto, hubo fallas en el diseño arquitectónico de lo que se necesitaba, originadas en insuficientes estudios de suelos y de patologías del edificio. Hoy deberíamos estar celebrando que se realizó lo que se tenía que hacer, pero no es así”. Algunas de las inconformidades que expresan ciudadanos como Piedrahita y como Gloria Quintero, custodia de la memoria del conflicto, están relacionadas con el revoque de las tapias –que las instituciones patrimoniales desaconsejan– y con la cubierta e impermeabilización del patio central, que, según el arquitecto, no impedirá las humedades en el piso inferior, donde se ubica el Salón del Nunca Más. Así mismo, cuestionan que con el valor total de las obras pudo haberse hecho una reparación más sólida para el largo plazo.
Las actividades en la Casa de la Cultura se retomarán en febrero del 2024. Los habitantes de Granada esperan pronto la reapertura del Salón del Nunca Más, un espacio que ha contribuido no solo a la memoria histórica de la violencia en Colombia, sino también al fortalecimiento de los lazos de comunidad en ese municipio. En cuanto a los trabajos realizados, la expectativa es que los muros y los techos soporten los aguaceros, y que los objetos, como bitácoras, líneas de tiempo y fotografías, no se vuelvan a dañar.
Las víctimas y resistentes de Granada, Antioquia, volverán a fijar en el mural principal (arriba) las fotografías de sus familiares desaparecidos y asesinados durante el conflicto. En las puertas que dan la bienvenida a los visitantes (abajo), los ciudadanos decidieron que se pintara un sirirí como homenaje al legado de Fabiola Lalinde; un pequeño letrero al pie del ave dice: «Persistir y joder como un sirirí». Fotos: Margarita Isaza.