El idioma: una barrera a la información para los indígenas en la pandemia

En este episodio especial de Sin Tapabocas, grabado en kichwa, aymara y wuayuunaiki, nos preguntamos cómo el idioma ha sido una barrera a la información sobre la pandemia en pueblos indígenas.

 

Foto: Indígena de la etnia satere mawe reivindica los saberes ancestrales de los pajes y pide mejores condiciones para su pueblo en Manaos, Brasil. Autor: Bruno Kelly

En América Latina habitan 522 pueblos indígenas y se hablan 420 lenguas propias, sin embargo, al inicio de la pandemia, ninguna autoridad sanitaria expedía sus informaciones en lenguas indígenas y pocos estados se interesaron por traducir la información existente para hacerla llegar a estas comunidades. En este episodio especial de Sin Tapabocas, grabado en kichwa, aymara y wuayuunaiki, nos preguntamos cómo el idioma ha sido una barrera a la información sobre la pandemia en pueblos indígenas.

[Esteban Tavera]: Hola. Bienvenidas y bienvenidos a este episodio especial de Sin Tapabocas. Esta es una serie en la que conversamos sobre Derechos Humanos en medio de una pandemia que, aún, no termina.

Este programa es especial porque por primera vez será hablado en tres lenguas indígenas.

Durante la pandemia ocasionada por la covid-19, uno de los retos más grandes a nivel mundial fue informar bien a las personas para que tomaran las mejores decisiones en términos de salud.

Pero si para quienes hablamos inglés, o francés, o castellano era complejo comprender las informaciones que emitían las autoridades sanitarias a nivel mundial, y distinguir entre lo verdadero y lo falso, en las comunidades indígenas este reto era aún mayor.

A pesar de que, en América Latina, según UNICEF, habitan 522 pueblos indígenas y se hablan 420 lenguas propias, ninguna autoridad sanitaria expedía sus informaciones en lenguas indígenas, y pocos Estados se interesaron por traducir la información existente para hacerla llegar a comunidades que, en muchos casos, están muy lejos de los grandes centros poblados.

Por eso en este episodio de Sin Tapabocas queremos conversar sobre las vulneraciones a los Derechos Humanos que sufrieron tres comunidades indígenas en Colombia, Perú y Ecuador, y lo haremos en sus lenguas maternas.

Aquí comienza este programa especial.

 [Esteban]: Para este programa especial tenemos a tres personas invitadas. Ellas son Jenny Paucar; comunicadora aimara de Perú, Orlando Caiza; comunicador del pueblo kichwa del Ecuador, y Alfredo González Nuñez; periodista de la comunidad wayúu en la Guajira, Colombia.

Quiero empezar saludando a Orlando. Hola Orlando, bienvenido y gracias por aceptar esta invitación.

[Orlando Caiza]: Hola, saludos, soy Orlando Caiza, comunicador kichwa. Gracias por la invitación a este conversatorio.

[Esteban]: También quiero saludar a Jenny Paucar que nos habla desde Perú. Hola Jenny, un gusto tenerte en este programa.

[Jenny Paucar]: Reciban un gran saludo hermanas y hermanos en este espacio desde las comunidades aimaras. Estamos felices de compartir y conversar con ustedes. Muchas gracias.

[Esteban]: Y ahora le quiero dar la bienvenida a Alfredo González Nuñez, quien nos habla desde la Guajira. Hola Alfredo, bienvenido a Sin Tapabocas.

[Alfredo González]: Hola Esteban, muchas gracias por la invitación y saludo a toda tu audiencia.

[Esteban]: Vamos a comenzar esta conversación a tres voces con la primera pregunta que quiero hacerles, ¿Cómo fue la atención del Estado en esta pandemia a sus comunidades? Ustedes ¿Cómo la valoran?, ¿Cómo fue esa experiencia y qué problemas trabajo a sus comunidades en Perú y Ecuador?

[Orlando]: Refiriéndome a la pregunta de cómo fue la atención del Estado a la pandemia en las comunidades, quiero mencionar un punto muy concreto:  las comunidades o pueblos indígenas y nacionalidades no recibieron la misma atención que los habitantes de las grandes ciudades.

Esto comprendiendo que en las grandes ciudades se vivió el detonante, los efectos, y la situación fue bastante dramática, a diferencia que dentro de las comunidades indígenas. Capaz que por eso no fue prioridad del Estado la atención oportuna y la disposición de medidas preventivas para que no fueran afectadas las comunidades, los pueblos.

Aun así, este sector de la población tiene atención prioritaria en el Ecuador. En ese sentido, el Estado no ha tenido una directriz, una política clara de cómo precautelar la vida de los habitantes de los pueblos indígenas, de las nacionalidades. Teniendo en cuenta que muchos de ellos están en peligro de extinción, creo que el Estado queda debiendo y sigue debiendo, no solamente en el ámbito de salud sino más bien en todos los aspectos.

Lo que esta pandemia hizo es visibilizar la impotencia, la falta de políticas, y cómo las políticas implementadas por el Estado también generan desigualdades. Trato de diagnosticar, de manera general, que el Estado no está en capacidad de responder a las realidades distintas de nuestros pueblos y nuestras nacionalidades.

En este caso, cuando hablamos de la atención, si la Constitución garantiza que los derechos puedan ser atendidos desde el Estado, implementado políticas de manera equitativa, de manera igualitaria, eso no ha sido posible en la emergencia sanitaria por la pandemia.

[Esteban]: Gracias Orlando. Ahora le traslado la pregunta a Jenny Paucar desde Perú. ¿Cómo fue Jenny, en tu experiencia o en la experiencia de tu comunidad, la atención del Estado a la pandemia y a las comunidades?

[Jenny]: El Estado desde que apareció esta pandemia no tuvo políticas públicas a favor de la población, más aún de la población indígena, más aún de la población quechua, aimara, de la población amazónica aquí en el Perú, quienes estuvieron olvidados en la pandemia.

Fue sorprendente para toda la población del Perú esta pandemia, definitivamente nos sorprendió y también al Estado, quien no pudo desarrollar políticas públicas en favor de las comunidades y de los pueblos indígenas. Es por ello que también reitero que se llevó a muchas personas, a muchos hermanos y hermanas esta pandemia. Han sufrido esta pandemia y muchos de ellos han fallecido.

[Esteban]: Antes de escuchar a Alfredo, les quiero recordar que si quieren seguir esta conversación en castellano, pueden encontrar la transcripción completa en www.hacemosmemoria.org. Allí van a poder leer todo lo que estamos conversando con Orlando, Jenny y Alfredo.

Y ahora le pregunto a Alfredo, ¿Cómo fue la atención del Estado a la pandemia en las comunidades que tienes cercanas en la Guajira, Colombia? ¿Cómo fue la experiencia?

[Alfredo]: Bueno Esteban, el papel que jugó el Estado durante la peor parte la pandemia en los territorios de los indígenas wayúu en la Guajira fue el de una intervención un poco tardía, un poco deficiente e incluso digamos que un poco negligente.

Reconocemos que los territorios de los indígenas wayúu son territorios que están aislados del resto de la población o el resto de las ciudades. Hay que recorrer grandes distancias para poder llegar a los centros poblados o a las rancherías, y el territorio de la Guajira se comparte entre la frontera colombo-venezolana, lo que hace que a veces las respuestas sean complejas. Dado lo anterior no hay un acceso inmediato a cualquier tipo de asistencia médica y esto no solamente ha ocurrido durante la pandemia, sino que es estructural dentro de nuestro territorio, es histórico.

La asistencia médica en la Guajira es deficiente, es precaria. Entonces con la pandemia esa brecha se abrió mucho más, se hizo más pronunciada o mucho más profunda, de tal forma que cuando ya el Estado intervino, fue una intervención tardía.  Fue, además, una intervención no ajustada a la realidad socio cultural de los pueblos indígenas wayúu. En las intervenciones sanitarias que se establecieron en el territorio se cometieron muchísimos atropellos y muchísimas violaciones a los derechos de los pueblos indígenas.

Esa intervención, tardía, negligente y no adecuada o no acorde con los usos y costumbres de los pueblos indígenas wayúu, no fue efectiva.  El Estado improvisó diferentes mecanismos de atención e intervención para las personas contagiadas con la covid-19 en el territorio, lo que generó, por supuesto, muchísimas muertes.

Cabe destacar que muchas de esas muertes no pasaron a engrosar las estadísticas del Ministerio de Salud, porque por la misma situación de negligencia se prefirió callar, se prefirió adosarlas a otras circunstancias. No obstante, nosotros, los habitantes del territorio, conocíamos muy bien que eran casos de contagios de covid-19 pero que el Estado prefirió mantenerlos en el anonimato.

[Esteban]:  Muchas gracias Alfredo. Dejemos de mirar al Estado y vamos a conversar sobre las comunidades. Ustedes nos mostraron ya una serie de problemas que vivieron sus comunidades en medio de esta pandemia, pero ahora, ¿Cómo respondieron esas comunidades indígenas a este reto sanitario que se nos vino encima?

Orlando, empezamos contigo.

[Orlando]: Gracias por esa inquietud. Una de las actividades o acciones concretas que ha tenido mucho éxito para precautelar la vida de la población de los pueblos y nacionalidades indígenas aquí en Ecuador ha sido la organización.  La organización de la comunidad, del pueblo, de la nacionalidad para buscar estrategias y acciones propias. Una de ellas ha sido el rescate de la sabiduría ancestral de nuestros abuelos como es la medicina ancestral.

En vista de que había ausencia del Estado, las comunidades lo que han hecho es activar la medicina ancestral con las plantas que existen en sus territorios, no para curarse de la pandemia, en este caso de la covid-19, sino más bien para contrarrestar los síntomas que genera.

Últimamente esa sabiduría había estado invisibilizada, desvalorizada por las propias comunidades, y ahí el papel fundamental ha sido de los abuelos, de las abuelas, conocedores de la medicina. Ellos decían que esta pandemia no es reciente, que ha habido muchas otras pandemias que ya han afectado a la humanidad. Y un tema central en la discusión era que la humanidad no siempre valora, sino más bien, justo cuando empieza a verse afectada es que empieza a valorar los conocimientos.

De lo anterior, nace como reflexión el valorar siempre los conocimientos y no solamente esperar del Estado, sino preguntarnos cómo enfrentar, cómo valorar nuestros propios conocimientos y usarlos, porque son milenarios. Recalco que esta pandemia no es la primera vez, sino que ha habido muchos otros momentos difíciles que han tenido que enfrentar los pueblos de las comunidades indígenas.

En ese marco, creo que activar la medicina ancestral fue una de las claves para la sobrevivencia de los pueblos, nacionalidades. Y lo sigue siendo, inclusive han hecho emprendimientos a raíz de esta pandemia. También se ha visto la oportunidad de solidarizar con los hermanos que emigraron a las ciudades y que estaban atrapados y no podían acceder a la medicina ancestral.  Trataron de enviarles elementos de la medicina ancestral, de alguna u otra manera, para que pudieran prevenirse del contagio de esta enfermedad.

[Esteban]: Gracias Orlando. Jenny, ¿Cómo fue la experiencia del pueblo aimara en el Perú?, ¿Cómo respondieron a esta pandemia ante las dificultades del Estado?

[Jenny]: Bueno, en esta pandemia nosotros en las comunidades, en los pueblos, hemos tenido varias hierbas medicinales. Tanto en los cerros, como en las pampas, medicinas que de pronto nos han apoyado, nos han curado esta enfermedad.

Ya lo decía bien el hermano Orlando, nuestros abuelos, nuestras abuelas en las comunidades nos han enseñado y nos han dejado esta enseñanza de poder tomar estas hierbas medicinales y de alguna manera contrarrestar esta enfermedad, esta pandemia del covid-19.

Hemos aprendido también a valorar lo que tenemos en las comunidades, nuestras hierbas. Hemos tomado eucalipto, yerbasbuenas, mates calientes que nosotros logramos aprender, recoger y también valorar para contrarrestar esta enfermedad.

[Esteban]: Gracias Jenny. Ahora quiero preguntarle a Alfredo, quien nos acompaña desde la Guajira, Colombia. ¿Cómo fue la respuesta del pueblo wayúu, en la región de la Guajira, a esta pandemia?  Alfredo, ¿Qué nos puedes contar de ello?

[Alfredo]: En el caso de nosotros, los indígenas wayúu, primero había un profundo desconocimiento de la pandemia, por lo que ya decíamos anteriormente, la asistencia del Estado fue muy tardía.

En el caso de pueblos indígenas wayúu, la educación en materia de la covid-19 llegó un poco tardía. De tal forma que, los pueblos indígenas wayúu en sus distintos territorios asumieron que eran enfermedades comunes que ya conocíamos, lo que hizo que no tomáramos las previsiones a tiempo.

Desconocíamos las medidas de bioseguridad porque esa información tardó en llegar, porque había una brecha muy grande, a pesar de que el Estado y que el mundo hizo grandes esfuerzos por generar información sobre la pandemia. No obstante, había una gran brecha, que era la brecha lingüística. En el caso de los pueblos indígenas wayúu se producían muchos materiales comunicacionales en lengua española o en lengua castellana, pero no había información en lengua wayuunaiki.

Fue un reto muy grande para las personas que teníamos acceso a esa información y que teníamos que regarla por todo el territorio: un territorio tan amplio, tan extenso, compartido entre dos países. Eso contribuyó a que la respuesta propia, de nosotros, fuera también tardía, porque no sabíamos cómo enfrentar esta pandemia.

Además, por las mismas características socio culturales el pueblo wayúu es un pueblo muy colectivo, muy unido, que siempre está aglomerado en su estructura natural de convivencia. Entonces, el tema de las aglomeraciones, del contacto físico, del uso del tapabocas fue un gran reto.

El lavado de manos tuvo gran repercusión y es un gran desafío porque no contamos con agua en la Guajira. Este, es uno de los territorios más desérticos y que enfrenta hoy uno de los más graves problemas de escasez de agua, tanto para el consumo humano como para el uso doméstico. De tal forma que tomar agua para lavarse las manos era como un pecado, es casi un pecado hacerlo acá en la Guajira.

Entonces ¿Cuál fue la respuesta? Sin duda los wayúu tuvimos que acudir a nuestros usos y costumbres, tuvimos que acudir a nuestras medicinas tradicionales, ancestrales, que de alguna manera fueron las que mitigaron los efectos de la pandemia en el territorio.

En la Guajira contamos, en el municipio de Uribia que es el que alberga la mayor población indígena wayúu y con la mayor extensión territorial, solo con dos hospitales. Uno en el casco urbano del municipio de Uribia y un hospital de baja atención en la alta Guajira, con la frontera venezolana.  Esto significó sin duda un gran reto y un desafío.

Cuando los wayúu conocimos de la enfermedad, el aislamiento fue también una buena defensa porque muchas autoridades tradicionales decidieron cerrar los pasos hacia sus territorios. Eso fue bueno, pero también fue malo, porque cuando quisieron ingresar los agentes de salud, personas que venían a la atención clínica, médica, por así decirlo, tampoco tenían acceso. Pero también era la brecha lingüística que hay, ya que tenemos entidades que tienen su línea de acción, por decirlo así, en los territorios indígenas, pero que no cuentan con población bilingüe o con personal bilingüe. Eso hizo que la situación se complicara.

Pero como repito, la medicina tradicional wayúu ayudó muchísimo. Hasta hoy, tengo que informar, la población wayúu es una de las que más se ha negado a la vacuna. De hecho, este es uno de los municipios donde el tema de la vacuna ha sido prácticamente un fracaso, porque el wayúu no acepta la vacuna, pero ha usado con toda su fuerza la medicina tradicional wayúu.

[Esteban]: Gracias Alfredo. Tu respuesta sobre esas dificultades de trasladar la información que llegaba, muchas veces en inglés, a los territorios, me permite preguntarles a Orlando y Jenny, ¿Cómo les fue en esta situación?

Empecemos con Orlando, ¿Cómo fueron esas brechas para llevar la información a tu comunidad kichwa en el Ecuador?

[Orlando]: Esta pregunta es muy importante. Mencionarles la ausencia de la información en las lenguas indígenas en el caso de Ecuador. Tenemos 14 nacionalidades, eso significa que en los momentos bastante críticos en el tema sanitario que vivía el país se pensaría que se debió generar información por lo menos, aunque no sea en los 14 idiomas originarios, en los que agrupan más hablantes, como kichwa shuar.

También, en el manejo de la información por parte del Estado no había ese interés de cómo llegar con un mensaje claro, con un mensaje donde no solamente se generará pánico, desesperación.  A veces, por el mal manejo de la información desde el Estado, se generó mucha más preocupación a las comunidades antes que la afectación generada por la pandemia.

Y siguen apareciendo, por ejemplo, esto de las informaciones falsas, lo que suelen decir fake news, justamente viendo las debilidades por un manejo no adecuado de la información.

Ahí los medios comunitarios locales jugaron un papel fundamental, aunque tampoco son de alcance nacional ni regional ¿No? En el caso de la región kichwa, por ejemplo, los comunicadores kichwas en sus emisoras realizaron un papel fundamental generando información para el manejo de la pandemia.  No siguiendo, digamos, informaciones que van descontextualizando la realidad, sino más bien esperando los pronunciamientos de las autoridades.

Pero las autoridades a veces se contradecían en el manejo de la pandemia y ahí se generaba una forma de desconfianza en las comunidades indígenas. Si las autoridades están manejando mal la información, entonces ¿Cómo llega a las comunidades una información certera? Eso fue un desafío también para los líderes, los dirigentes del pueblo, de las comunidades, el cómo trasladar ese mensaje de tranquilidad, para no afectar, para no generar pánico en la población.

Me parece que eso fue un ejercicio y así muchas organizaciones de apoyo empezaron a trabajar en pequeñas cartillas, pequeños mensajes radiofónicos, pequeñas cuñas con la finalidad de tranquilizar a la gente y manejar adecuadamente la información. Un ejemplo es cuando estábamos en cuarentena, el manejo adecuado de la información para no generar pánico, desesperación, preocupación en la gente y más aún en las comunidades que no tenían acceso a internet, que no tenían acceso a la señal de televisión, apenas llegaba una radio local, por ejemplo, ¿no?

[Esteban]: Gracias Orlando. Ahora le traslado la pregunta a Jenny, ¿Cómo fue esa experiencia del acceso de la información en lenguas indígenas en tu comunidad aimara en el Perú?

[Jenny]: Para muchos esta enfermedad ha sido un poco compleja para poder digamos enseñar o informar en nuestros programas radiales. Nosotros tenemos un programa radial que es #15.20# donde hemos podido dar información a través de lo que conocíamos, ya sea a través de las redes sociales, a través del internet, del Facebook, la información que de pronto teníamos. Y fue un poco complicado traducir. Hasta el momento no podemos tener una traducción exacta o esencial. Cómo traducir de Facebook o cómo traducir de internet lo que queríamos nosotros informar a la comunidad.

Pero lo que salía, esa información o las noticias, nosotros teníamos que validar o tener otras fuentes de información para poder informar a través de nuestro programa y había muchas personas, muchos hermanos, hermanas en las comunidades que nos preguntaban ¿y qué hacemos?, ¿Cómo hacemos? Entonces nosotros teníamos que informarlos también para poder enseñar y capacitar a los hermanos de las comunidades en qué hacer.

Fue un poco complicado tener esta información ya que el Estado tampoco supo cómo dar la información y fue un reto y un aprendizaje darla a las comunidades aimaras, sobre todo.

[Esteban]: Para ir cerrando esta conversación me gustaría que habláramos de las experiencias positivas o las enseñanzas que nos deja esta crisis sanitaria.

Quisiera empezar por Orlando, ¿Cuáles fueron los aprendizajes que acumuló esta pandemia en el pueblo kichwa ecuatoriano?

[Orlando]: Esta pregunta es muy importante y quisiera compartir así brevemente un punto fundamental para los pueblos, las nacionalidades, las comunidades originarias en el caso de Ecuador.

Ha sido la oportunidad también para reactivar, para emprender, para revalorizar, rescatar nuestras sabidurías, nuestros conocimientos, nuestra identidad, nuestra alimentación, nuestras plantas medicinales. Y a partir de aquí hay comunidades, hay nacionalidades que han emprendido para hacer por ejemplo los jarabes de plantas medicinales, que están haciendo como un emprendimiento y están apuntando también a generar trabajo en su familia, con esta visión de autosostenernos sin renunciar a nuestra identidad, a nuestra cultura.

Y creo que eso nos ha dejado como una lección de que los pueblos no podemos olvidar nuestra identidad, nuestra sabiduría, nuestra cosmovisión y estar atentos a cualquier situación, que no solamente por la pandemia son afectados los pueblos, sino que hay muchos tipos de afectaciones que siguen afectando a los pueblos. Esta pandemia nos golpeó duro, pero también ha habido buenos emprendimientos, visionarios hacia el futuro. Por ejemplo, como les decía, estos emprendimientos de hacer huertas familiares, de rescatar nuestra alimentación propia, las comunidades empezaron a hacer chacras en el patio de sus casas, para tener hortalizas, para tener alimentos, para tener plantas medicinales, para que cuando exista algún tipo de… Bueno, no quisiera otra pandemia, pero el objetivo va por ahí, de estar atentos, de estar preparados y no olvidarnos de nuestra identidad.

Creo que esta es una de las lecciones, uno de los aprendizajes que nos ha dejado y nos alienta, nos alegra ver que la gente esté teniendo este tipo de trabajo, de emprendimientos en su propia casa, en su familia, en su comunidad.

[Esteban]: Gracias Orlando. Ahora quisiera preguntarle a Jenny, ¿Qué aprendizajes quedaron de esta pandemia en tu comunidad?

[Jenny]: De pronto lo que nosotros hemos aprendido con esta pandemia es un poco de conocernos y vernos, ¿no? Como población, como hermanos, como hermanas ya decíamos, hemos aprendido a visitarnos decíamos, a conocernos y también de pronto a llevarnos medicinas.

Y los aprendizajes para enfermedades que pueda haber en el futuro es que también tenemos que ser más solidarios, conocernos más y ver si hay crisis, tal vez económicas en las familias y nosotros poder cuidarnos y guiarnos en estas enfermedades que de pronto se avecinan en el futuro. Es lo que más hemos podido aprender para futuras enfermedades que se puedan avecinar.

[Esteban]: Gracias Jenny, y para terminar quiero escuchar qué nos dice Alfredo sobre los aprendizajes que dejó esta pandemia en su comunidad wayúu, en la Guajira, Colombia.

Alfredo.

[Alfredo]: Bueno Esteban, esta experiencia de la pandemia en el caso del territorio wayúu deja grandes lecciones en muchos aspectos y en muchas aristas. Por lo menos en lo que respecta al tema de la salud, hoy en día nos ha dejado enseñanza en cuanto a todo lo que tiene que ver con las medidas de bioseguridad y por supuesto el cuidado vital que es el de la salud en nuestros territorios, sobre todo ahora que se están generando los efectos de esta pandemia en la salud en general de la población, una población que enfrenta graves problemas de alimentación, una población que enfrenta graves problemas de acceso al agua, una población que enfrenta graves problemas de asistencia médica.

Entonces eso nos deja una lección como wayúu, como indígenas. Entender que ya no estamos solos en el mundo y que lo que ocurre a nuestro alrededor nos impacta e impacta a nuestros territorios, impacta nuestros árboles, impacta nuestro suelo, impacta nuestras aves, impacta el aire que respiramos. Creo que ha sido vital entender el tema de la contaminación, el tema de la degradación de nuestro medio ambiente, que al principio creemos que eso ocurre fuera de nuestros territorios y que no nos afecta, pero ya entendimos que esos efectos ya impactaron sobre nosotros y que necesariamente tenemos que cuidarnos dentro de nuestro territorio y dentro de nuestras comunidades indígenas, por muy aislados que estemos.

Segundo, deja una gran lección en torno al tema de la exigibilidad o en la incidencia que debemos tener en nuestros derechos y el derecho que tenemos a la salud, el derecho que tenemos al agua, el derecho que tenemos a tener hospitales disponibles con recursos médicos.  Porque eso ha llevado a que la población wayúu durante este tiempo haya hecho algunas movilizaciones de carácter ciudadano, porque el dolor de ver tantos muertos, familiares muertos, hizo que muchas personas que quizá siempre estuvieron esperando la asistencia del Estado, hoy en día estén emprendiendo cruzadas a favor de nuestros derechos como pueblos indígenas.

Y tercero, hemos aprendido que hay una línea delgada entre mantener vivos nuestros valores culturales y nuestra cultura en situaciones como esta, porque antes de esta pandemia, el uso de nuestra medicina tradicional indígena, el uso de nuestra medicina tradicional wayúu había quedado relegado a un segundo plano. Y nos pudimos dar cuenta que durante la pandemia tuvimos que regresar a nuestros bosques, a nuestro campo, a nuestros árboles, a nuestras ramas, a nuestros follajes, nuestras plantas, para rescatar nuevamente esas medicinas tradicionales que sin duda fueron las que le salvaron la vida al pueblo wayúu.

[Esteban]: Gracias Alfredo, el tiempo se nos agotó en esta conversación. Quisiera agradecer mucho a nuestros tres invitados. A Orlando Caiza, comunicador del pueblo kichwa en Ecuador que nos acompañó. Gracias por estar acá.

[Orlando]: Gracias, le agradezco de todo corazón, espero haber aportado estas ideas, esta experiencia para nuestros hermanos pueblos.

[Esteban]: Y también fue un gusto tener aquí a Jenny Paucar, comunicadora Aimara del Perú. Gracias Jenny por aceptar la invitación.

[Jenny]: Hermanos, gracias por la invitación que nos han hecho para poder participar en este espacio, en esta plataforma, para poder reflexionar y conversar sobre nuestros procesos, problemáticas, sobre todo en esta enfermedad del covid-19, que hasta el momento seguimos sobrellevando. Muchas gracias por este espacio y seguiremos conversando más adelante, un gran abrazo.

[Esteban]: Y finalmente le agradezco a Alfredo González Nuñez, periodista del pueblo wayúu, quien estuvo con nosotros desde la Guajira. Gracias, Alfredo, por aceptar esta invitación.

[Alfredo]: Muchísimas gracias a ti por la invitación y darnos la oportunidad de poder tener este compartir o este diálogo de experiencias con nuestros hermanos indígenas de otras regiones del mundo. Muchísimas gracias a ti.

(SOUNDBITE SIN TAPABOCAS)

[Esteban]: Este episodio de Sin Tapabocas fue producido por Vokaribe Radio y Hacemos Memoria de la Universidad de Antioquia con el apoyo de Orlando Caiza, comunicador indígena del pueblo kichwa en Ecuador, Jenny Paucar, comunicadora Aimara del Perú y Alfredo González Nuñez, comunicador wayúu de la Guajira, Colombia.

La producción periodística estuvo a cargo de Miguel Ángel Rojas, Matheus Maritan, Camilo Castañeda Arboleda y quién les habla, Esteban Tavera. El montaje sonoro estuvo a cargo de Iván Mercado y las locuciones son de Myriam María Montoya Obando.

Sin Tapabocas es un podcast realizado con el apoyo de la DW Akademie y la Cooperación Alemana en el marco de la alianza Ríos Voladores.