Son tres diplomas en memoria que forman de manera gratuita a gestores culturales, agentes educativos, líderes sociales, periodistas y comunicadores, a través de una alianza entre la Universidad de Antioquia y el Museo Casa de la Memoria de Medellín.
Por Paulina Mesa Loaiza – Hacemos Memoria
En portada: recorrido de los estudiantes del Diploma Narrativas y Pedagogías de la Memoria en el Salón del Nunca Más de Granada, Antioquia, el 2 de octubre del 2021. Foto: Hacemos Memoria
Narrativas y Pedagogía de la Memoria; Conflicto Armado, Memoria y Liderazgos Sociales; y Comunicación y Memoria; son los tres diplomas que desde el pasado 8 de septiembre pusieron en marcha Hacemos Memoria de la Facultad de Comunicaciones y Filología de la Universidad de Antioquia y el Museo Casa de la Memoria de Medellín a través de una alianza estratégica que posibilita la formación gratuita de 90 habitantes de la ciudad.
Luego de un proceso de convocatoria abierta al que se postularon más de 227 ciudadanos, el Museo y el proyecto Hacemos Memoria seleccionaron tres grupos de 30 estudiantes para cada uno de los diplomas.
“El número de postulaciones a los diplomas demuestra que las personas confían en dos instituciones como el Museo Casa de la Memoria y la Universidad de Antioquia. Además, logramos identificar iniciativas muy valiosas en barrios y comunas que se adelantan individualmente, entonces nuestro propósito es fortalecer ese interés que tienen las personas por conocer y aprender sobre el conflicto armado, la construcción de memorias y sus diversas formas narrativas”, expresó Víctor Casas, coordinador de Hacemos Memoria, proyecto que recibe el apoyo de la Cooperación Alemana a través de la DW Akademie.
El primer diploma, Narrativas y Pedagogía de la Memoria, dirigido a agentes educativos y gestores culturales, inició clases el miércoles 8 de septiembre; el segundo, Conflicto Armado, Memoria y Liderazgos Sociales, dirigido a líderes sociales y comunitarios, empezó el jueves 16 de septiembre; y el tercero, Comunicación y Memoria, dirigido a comunicadores y periodistas comunitarios, comenzó el sábado 25 de septiembre.
Con este proceso de formación que combina clases teóricas, actividades prácticas y salidas de campo a lugares de memoria de Medellín y Antioquia, el Museo y Hacemos Memoria esperan fortalecer los conocimientos de líderes sociales y profesionales en el campo de la memoria histórica para que puedan aplicar y replicar sus aprendizajes en los espacios en los que desempeñan su labor.
De acuerdo con Víctor Casas, los debates en torno a la construcción de paz, al conflicto armado y a la construcción de memoria siguen siendo un eje central dentro de la responsabilidad social de la Universidad de Antioquia, por eso la apuesta académica por la formación de las comunidades se mantiene a pesar de las dificultades: “Es importante destacar cómo la Universidad de Antioquia en medio de una situación económica difícil, porque todas las universidades públicas del país llevan años atravesando una crisis financiera, sigue adelantando procesos de formación para capacitar a las personas de la ciudad de manera gratuita. Aunque hay que decir que sin alianzas esto no sería posible”.
Entre tanto, Daniel Botero, integrante de Hacemos Memoria y coordinador del diploma Narrativas y Pedagogías de la Memoria, manifestó que este es un proceso de formación pensado principalmente para brindarles a los estudiantes herramientas que permitan comprender las narrativas y pedagogías de la memoria. Para él, el conocimiento académico permite que las comunidades tengan la posibilidad de formarse e interpretar su contexto para así buscar soluciones a sus problemas. “Esto hace que la Universidad tenga realmente una razón social y que ese apellido de lo público se refleje en este tipo de proyectos y alianzas”, concluyó.
Para Daniel Botero el impacto del diploma que hoy coordina puede ser muy grande porque un maestro o maestra en una comuna de Medellín es un agente social y político importante para el territorio, con capacidad de incidencia en procesos de la comunidad que pueden impactar posteriormente el contexto de la ciudad.
Narrar las memorias y las ausencias
“¿Por qué tengo las pecas de él? ¿Por qué tengo los ojos de él, la sonrisa de él? ¿Por qué la gente habla tanto de este hombre? Es encontrarlo a él, pero también encontrarme a mí en los relatos colectivos, por eso el hallazgo del diplomado fue muy importante para dar el paso entre ser la víctima y ser la creadora”, comentó Sandra Benítez, estudiante del diploma Narrativas y pedagogías de la memoria.
El interés de Sandra para postularse a este diploma nace desde una experiencia personal. En 1987 su padre, que entonces tenía 19 años, fue víctima de la violencia de la ciudad; fue detenido, desaparecido y asesinado debido a su participación en distintos procesos sociales y a su trabajo con las comunidades a través del arte.
Este hecho violento ha hecho que Sandra se cuestione y reflexione constantemente sobre la resolución violenta de los conflictos en la ciudad. La memoria sobre su padre se construyó a partir de relatos colectivos de su familia y, por eso, acercarse de manera académica a su propio proceso de memoria ha sido lo más valioso del diploma pues le ha permitido encontrarse con memorias ajenas y construir una propia.
“Cuando llegué a este diplomado vi la potencia de lo pedagógico, lo narrativo y la memoria, pensé que ese podía ser un lugar en el mundo para uno encontrarse desde las apuestas de construir la ausencia, narrativa y literariamente. Además, es importante poder ayudar para que en el país construyamos muchas más ausencias a tal punto que lleguemos a llenar un poco más los huecos que deja la violencia”, expresó Sandra, quien hace parte de la Corporación Consonante.
Para Sandra, “estos diplomados lo que hacen es poner a conversar a personas muy distintas con ausencias distintas y hacer memoria de nuestros conflictos y silencios, de eso que no sabemos cómo decir, y eso es un acto profundamente político y fundamental en esta ciudad”.
Por su parte, Andrés Calle, otro de los estudiantes del diploma Narrativas y pedagogías de la memoria, expresó que su motivación para postularse también nació de una historia personal, pues su familia fue víctima de la violencia en el corregimiento Santa Rita en Ituango. Para él este diploma ha sido la oportunidad para tratar de entender por qué la violencia le arrebató a sus seres queridos y para reconocer la importancia de los procesos de memoria en el país, porque afirmó: “Con la memoria se pueden esclarecer sucesos importantes, además el daño ha sido precisamente por falta de memoria, por no darle la atención necesaria”.