El profesor Hernán Henao Delgado fue asesinado en el campus de la Universidad de Antioquia, el 4 de mayo de 1999. A 25 años de su asesinato, persiste la impunidad. Honramos la memoria del profesor a través de dos piezas que lo evocan: la columna “Réquiem para un amigo” (septiembre de 1999) de María Teresa Uribe de Hincapié y el documental Hernán Henao Delgado: La memoria del amor (2013).
Por Fabián Uribe Betancur y Margarita Isaza Velásquez
Foto: archivo prensa de El Colombiano
En 56 minutos, el documental Hernán Henao Delgado: La memoria del amor, publicado en el 2013, reconstruye aspectos significativos de la vida del profesor, a través de los relatos de sus seres queridos, amigos y colegas; además, narra cómo vivieron ellos el trágico momento de su asesinato, ocurrido el 4 de mayo de 1999, mientras trabajaba en su oficina como director del Instituto de Estudios Regionales, INER, de la Universidad de Antioquia.
Así mismo, el texto “Réquiem para un amigo”, escrito por la profesora María Teresa Uribe de Hincapié (fallecida en enero de 2019) a cuatro meses del crimen, lo recuerda con sus inmensas calidades humanas, su ancha y generosa sonrisa, y haciendo un llamado a “seguir pensando en los futuros posibles”, algo que, en aquel momento de terror y tristeza en la Universidad de Antioquia, parecía difícil de asir.
Hernán Henao Delgado nació en Manizales el 3 de noviembre de 1945, se formó como antropólogo en la Universidad Nacional, en Bogotá, y durante su trayectoria como docente en la Universidad de Antioquia, en Medellín, se dedicó a la investigación social; abordó temas como la violencia contra las comunidades, el desplazamiento forzado, los derechos humanos y el desarrollo urbano en Colombia.
En 1970, el profesor Hernán Henao llegó a la Universidad de Antioquia; luego, se trasladó a Estados Unidos para realizar una maestría en Antropología en la Universidad de Berkeley. Al volver a Colombia, continuó en la Alma Máter con una destacada trayectoria; se desempeñó como profesor y decano en la recién creada Facultad de Ciencias Sociales, como director del Departamento de Antropología y como representante ante el Comité Regional para la Promoción de la Familia. En 1989, junto a otros profesores, fundó el Instituto de Estudios Regionales, del que fue director desde 1992 hasta su muerte.
Estuvo casado con la profesora de literatura Dora Elena Tamayo, unión de la que nacieron Marcela y Natalia. En entrevista con UdeA Noticias, Tamayo dijo el 10 de diciembre del 2013, que el documental ofrecía la oportunidad de preservar la memoria en la universidad y reconocer la labor de aquellos que formaron parte de ella y fueron víctimas de asesinato. De él dijo entonces que “era un académico que solo tenía la palabra, esa era su única arma”.
A lo largo de su carrera académica, el profesor Henao Delgado se enfocó en dos actividades centrales: la investigación y la enseñanza. Como investigador, se dedicó al análisis de varios grupos sociales en Colombia desde una perspectiva cultural, incluyendo a los indígenas de la Amazonía y el Urabá, así como a las comunidades campesinas del Oriente antioqueño. Durante sus últimos años, en los convulsos noventas, se centró en el estudio de los jóvenes de Medellín.
En cuanto a su carrera como docente, fue profesor del pregrado en Antropología. Algunas de las materias que dictó fueron: Teoría Antropológica, Antropología Social, Etnología Urbana, Teoría de la Cultura, Simbolismo y Religión.
En el cruce de la docencia y la investigación, escribió diversos documentos y artículos que reflejaban su pensamiento sobre aspectos de la realidad nacional, como la familia, la cultura regional y local, las comunidades indígenas, la identidad y la antropología, así como sus reflexiones en torno a lo urbano y la gestión cultural.
El martes 4 de mayo de 1999, cerca de las 4 de la tarde, dos hombres y una mujer irrumpieron violentamente en la sede del INER, en la oficina 293 del bloque 9 de la Universidad de Antioquia. En ese momento, se llevaba a cabo una reunión de equipo, y fue entonces cuando los sicarios aparecieron y sacaron por la fuerza al director del instituto, el antropólogo e investigador social Hernán Henao Delgado; lo llevaron a la sala de espera de su oficina y allí le dispararon tres veces, de forma letal. Así lo publicó el portal Verdad Abierta en agosto de 2009, a diez años de su asesinato.
Persiste la impunidad
En mayo de 2019 Hacemos Memoria publicó el artículo “El crimen de Hernán Henao, 20 años de impunidad”, en el que se recogen los pormenores del caso judicial hasta aquel momento, que no llegaba a reconstruir la verdad sobre los motivos y los actores de su asesinato. El 6 de diciembre de ese año se llevó a cabo la primera parte de la audiencia de formulación y aceptación de cargos contra Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, por sus acciones al mando del Bloque Cacique Nutibara, en la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín. En ella se recogían más de 578 hechos violentos que dejaron al menos 3992 víctimas, 825 de ellas en Medellín.
Dentro de los hechos, la fiscalía presentó como “priorizado y de connotación” el homicidio de Hernán Henao Delgado. La respuesta de alias Don Berna ante la indagación de la fiscalía fue escueta y vaga. En la transcripción de la audiencia se lee: “El postulado informa que no tiene más información que aportar sobre este hecho, solicita perdón a las víctimas, indicó que Carlos Castaño pudo ordenar este hecho, no pasó por sus manos, pero lo reconoció por el modus operandi y es atribuible a la banda La Terraza, estructura que era un apéndice del bloque Cacique Nutibara”.
La magistrada María Isabel Arango insistió entonces en saber por la actuación de las Autodefensas Unidas de Colombia en la Universidad de Antioquia. Ante ello, el exjefe paramilitar continuó con las evasivas: “El postulado dice que no se acuerda, pero que más adelante podrá suministrar información al respecto”.
De esa audiencia quedó la promesa del postulado a Justicia y Paz de aportar a la verdad de los asesinatos cometidos por el grupo armado contra la comunidad académica. Una promesa que hasta el momento no ha sido cumplida.
En la pandemia y después de ella, Diego Fernando Murillo Bejarano, entonces recluido en distintas cárceles de Estados Unidos, adujo tener quebrantos de salud y haber recibido amenazas, por lo que no volvió a presentarse a las audiencias. Por ello, el Fiscal 4 Delegado de Justicia y Paz, Albeiro Chavarro, solicitó el 16 de mayo de 2022 su exclusión del proceso transicional.
En agosto de 2022, la Sala de Conocimiento de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín negó la expulsión de alias Don Berna y pidió a la fiscalía hacer lo posible por verificar los problemas del postulado para que pudiera aportar a la verdad de hechos cometidos por el Bloque Cacique Nutibara, como el crimen de Hernán Henao Delgado, que comparte similitudes con el del defensor de derechos humanos Eduardo Umaña Mendoza, cometido en abril de 1998.
En febrero de 2024, la Jurisdicción Especial para la Paz citó a dar testimonio reservado al exparamilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, en el contexto del Caso 08: Crímenes cometidos por la fuerza pública, agentes del Estado en asociación con grupos paramilitares, o terceros civiles en el conflicto armado. Quizás allí los magistrados puedan preguntarle por los crímenes de La Terraza y su impacto en la comunidad académica de la Universidad de Antioquia.
“Réquiem para un amigo”
El texto firmado por María Teresa Uribe de Hincapié apareció publicado en septiembre de 1999 en la revista Estudios Políticos, número 14, del instituto homónimo de la Universidad de Antioquia. Enlace de la Biblioteca Digital Universidad de Antioquia: Réquiem para un amigo.
Hernán Henao Delgado: La memoria del amor
El documental fue grabado y publicado en el año 2013 por el grupo de investigación Estudios del Territorio y el Instituto de Estudios Regionales de la Universidad de Antioquia, y por la corporación Pasolini, colectivo de investigación social y trabajo audiovisual.