El prodigio de contar la historia

Acaba de salir en tercera edición ¿Qué nos pasó? El conflicto armado contado a los jóvenes (la primera fue lanzada en 2019) de Yolanda Campuzano, un relato de los hechos de la guerra en Colombia, que busca tocar la sensibilidad y comprensión de las nuevas generaciones, quienes han sido testigos del Acuerdo de Paz. La periodista y excomisionada de la Verdad, Marta Ruiz, extiende esta reseña sobre el libro.

Por Marta Ruiz*

Hay libros necesarios. Incluso urgentes. Durante muchos años, cuando estuve trabajando como reportera sobre temas de la guerra en Colombia, sentí que este país necesitaba un libro que le explicara a las nuevas generaciones por qué hemos tenido tanta violencia, tantos conflictos armados. Pero siempre tuve el temor de que ese libro fuera una tarea demasiado titánica. ¿Cómo contar un conflicto que tiene múltiples orígenes y finales? ¿Cómo narrar los múltiples factores que inciden en ese enfrentamiento largo y nefasto? ¿Cómo darle un tono amigable y aun así que produzca el necesario estremecimiento? Ese libro casi imposible lo escribió Yolanda Campuzano, y de qué manera tan asertiva. ¿Qué nos pasó? El conflicto armado contado a los jóvenes es un prodigio.

Acierta desde el inicio, cuando nos devuelve un siglo atrás, a la guerra de los Mil Días, y el enfrentamiento cíclico y prolongado entre los partidos políticos. Ah, pero no de cualquier manera. Yolanda hunde su mirada en las tensiones sociales no resueltas por la tierra, los conflictos intrínsecos a una modernización del país que no estuvo exenta de abusos, colonialismo, racismo. Esas violencias estructurales que han profundizado la desigualdad y también han propiciado que sean los sectores populares quienes más hayan sufrido con las guerras que nos acechan hasta el día de hoy.

El relato que sigue en los capítulos que explican nuestro tormentoso siglo XX están delicadamente hilados a través de las disputas políticas. El libro no pierde nunca de vista que es el poder, y todo lo que él encarna, el telón de fondo de la violencia. Es el dominio del Estado, de los privilegios que otorga, lo que ha encendido de manera más brutal la disputa permanente.

A la autora no se le escapan ángulos o facetas para llevarnos por ese viaje explicativo o más bien comprensivo sobre nuestro pasado más reciente. De manera ordenada va mostrando fenómenos que intrincan y vuelven más compleja una guerra aparentemente partidista. Por un lado, el papel de Estados Unidos, que involucró a Colombia en sus intereses geoestratégicos, hizo más larga e insensata la confrontación. De otro lado, por la manera como integra el problema del narcotráfico y la criminalidad como una de las vertientes explicativas de la duración y la degradación del conflicto. Ah, y la lucha por la tierra, siempre ahí, como la gran constante.

Campuzano mantiene tensa la cuerda del pensamiento crítico a lo largo de toda la historia. Los jóvenes que lo lean se harán nuevas preguntas, tendrán que interrogarse sobre las narrativas oficiales y facilistas que circulan en los medios de comunicación y que se repiten sin cesar. Aquellas de los buenos y malos, del blanco y negro. El secreto está en que nos entrega hechos y trayectorias políticas ricamente contextualizadas y escritas de manera sencilla, y para nada neutras. En el subtexto del libro hay una evidente crítica a las élites, a la manera como la violencia ha sido un recurso de poder, a mostrarnos quiénes han sido los verdaderos perdedores —las víctimas—, y finalmente a mostrarnos por qué la paz, y en particular el Acuerdo de Paz de 2016 entre el Estado de Colombia y las FARC-EP era y sigue siendo una obligación histórica y ética con las nuevas generaciones.

Portada de la tercera edición, con ilustraciones de Laura Ospina. Editorial Grámmata.

Sé que Yolanda Campuzano ha vivido toda su vida entre libros y por eso destaco su conocimiento de la bibliografía más seria sobre la violencia en Colombia. En sus páginas está citado el canon que todo colombiano debería conocer sobre su país, lo que le da un peso académico al texto, sin ser un texto propiamente académico, sino que se inscribe en el género del relato o de las historias contadas para que nunca sean olvidadas.

En sus últimas páginas logra el texto un resumen realmente comprensivo y supersintético del Informe de la Comisión de la Verdad. Recoge el alma que palpita en él: el alma de quienes sufrieron y claman por la no repetición. También los datos fundamentales. Ahí está la síntesis que el país debería aprehender.

A toda esa profundidad y sutileza hay que agregar las ilustraciones impresionantes de Laura Ospina, que logran una narración paralela que captura nuestros rostros, nuestros paisajes, nuestras víctimas y también nuestros verdugos. Y la edición de Grámmata de 2023 es una joya.

¿Qué nos pasó? Parece un libro para jóvenes, pero en realidad es un libro para todos. Es una historia como las que las abuelas nos transmitieron en sus cocinas… porque efectivamente la autora la escribió para sus nietos. Este es uno de los pocos libros que conozco que permiten realmente entender qué pasó, por qué, quién ganó, quién perdió, y qué debemos hacer para que ese pasado no sea el futuro de nuestros hijos. Nos devuelve, contra todos los malos pronósticos, la alegría de soñar un país en paz.


* Marta Ruiz es periodista, egresada de la Universidad de Antioquia, con experiencia de cubrimiento de prensa y análisis del conflicto armado interno por más de dos décadas. Entre sus temas de trabajo están el desarrollo rural, las dinámicas de la guerra, la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información. Fue comisionada de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.


Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan una opinión o posición institucional de Hacemos Memoria ni de la Universidad de Antioquia.