Organizaciones de mujeres buscadoras de personas desaparecidas han expresado su inconformidad ante la demora del Instituto Nacional de Medicina Legal para identificar los restos de sus familiares cuando estos han sido hallados. La institución, por su parte, responde que la identificación es un proceso complejo y difícil que se toma su tiempo.
Por Emmanuel Zapata Bedoya
Foto ceremonia de entrega digna el 1 de agosto de 2022. Archivo Medicina Legal
Luz Amparo Mejía, lideresa de Madres de la Candelaria – Línea Fundadora, con sede en Medellín, refiere que Medicina Legal, a pesar de tener buenas instalaciones, carece de equipos técnicos suficientes que permitan acelerar los procesos de identificación y que por ello los procesos que aplica para el reconocimiento y la identificación de un cuerpo o cadáver son lentos.
“Nosotros acá tenemos un laboratorio, pero no lo han surtido, no lo han implementado de la forma que debe ser. Esto lo digo porque cómo es posible que nosotros tengamos casos en los que hemos encontrado cuerpos y nos ha tocado esperar hasta tres años para saber si sí era nuestro familiar o no”, dice Luz Amparo Mejía, específicamente sobre el caso de su compañera de organización Nohemí Henao, cuyo esposo desaparecido fue identificado y entregado por Medicina Legal en 2020, aunque sus restos habían sido hallados por la Fiscalía en 2017. O sea que la institución tardó tres años en confirmarle que esos restos que tenían bajo custodia sí eran de su esposo. “Lo que nosotros estamos peleando es que no se demoren tanto para identificar un cuerpo. Ponen los cuerpos en fila y la demora es mucha”, agrega la lideresa.
Desaparecidos Colombia Huellas de Cristal también tiene sus reparos frente a los procesos de búsqueda e identificación de personas y a la labor de las instituciones estatales que ostentan esta responsabilidad. Rossy Roa, su directora, afirma: “Cuando uno sufre la desaparición de un ser querido, uno se vuelve investigador y desarrolla habilidades en ese sentido, porque lastimosamente las instituciones en Colombia no funcionan. Es por eso que cuando se encuentran los restos de alguien y tenemos certeza de quién es, queremos que nos lo entreguen rápido”.
Rossy Roa, como Luz Amparo Mejía, cuestiona la forma y los tiempos que tiene Medicina Legal para la identificación y entrega de un cuerpo, pero expresa que ello se debe a su falta de personal. “La cuestión no es culpar a Medicina Legal. Desde Huellas de Cristal sabemos que hacen falta médicos forenses, profesionales en este tema que ayuden a acelerar los procesos”, explica.
Es decir, ambas lideresas reconocen que hay carencia de recursos técnicos y humanos, lo que dificulta una labor de por sí compleja. Rossy Roa hace énfasis en la importancia de que las entidades del Estado y las organizaciones de la sociedad civil se vinculen para adelantar búsquedas y encontrar a los desaparecidos de Colombia; esto es, persistir en los esfuerzos y en la incidencia para que las responsabilidades no decaigan. “Si las instituciones del Estado le prestaran un poco más de atención a lo que hacemos desde las organizaciones, con seguridad que encontraríamos a muchas más personas”, afirma Rossy Roa.
Una nueva forma de identificar un cuerpo
¿Qué es entonces lo complejo en la identificación y el reconocimiento de un cuerpo o cadáver? Para responder a esta pregunta, consultamos a Quebin Fabian Mejía Muñoz, director Regional Noroccidente del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Medellín, que explicó los pormenores implicados en este procedimiento.
El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, denominado comúnmente Medicina Legal, reglamentó mediante la resolución 281 de 2008 el acceso al Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres, SIRDEC, que es la base de datos del Registro Nacional de desaparecidos (RND), creada para guardar información correspondiente a las personas desaparecidas de todo el país.
Esa gran base de datos, a la que tienen acceso la Registraduría Nacional, la Fiscalía General de la Nación y Medicina Legal, es alimentada constantemente por esos organismos con el fin de cruzar información y dar con el paradero y la identificación de las personas desaparecidas en el territorio colombiano. Cuando una persona está desaparecida, sus allegados hacen el reporte de búsqueda y así queda ingresada en la base de datos.
El SIRDEC está disponible en la página de Medicina Legal para que la población consulte y conozca detalles de casos de desaparecidos, restos y cadáveres hallados. El sistema, además, permite realizar búsquedas alfabéticas, filtrar por fechas y visualizar cifras estadísticas en ciudades, regiones y departamentos.
El proceso de identificación es cambiante, y normalmente está apoyado por las instituciones que tienen acceso al SIRDEC, las cuales son conscientes de que cada reconocimiento debe realizarse de acuerdo al contexto particular de cada caso.
El Código Penal colombiano solo acepta la identificación de un cuerpo de forma fehaciente, es decir, con pruebas de que esos restos sí son de determinada persona. Para esto, se usan tres tipos de método: huella dactilar, carta dental y cotejo genético.
Antes de la aplicación del Código Penal (Ley 599 de 2000), una madre podía acercarse a Medicina Legal y decir: “Ese es mi niño porque tenía tales prendas”, prendas que coincidían con los restos encontrados, por lo que se les hacía la entrega de ese cuerpo, pero esta forma de reconocer y entregar un cuerpo ya no es válida en Colombia.
Con el Código Penal, la identificación fehaciente de los cuerpos o los restos toma más tiempo debido a las pruebas que deben realizarse.
Métodos de identificación de cuerpos y restos en Colombia
A continuación, con base en la información proporcionada por el director Regional Noroccidente de Medicina Legal en Medellín, Quebin Fabian Mejía Muñoz, explicamos en qué consiste cada uno de los actuales métodos de identificación y reconocimiento de cuerpos o restos encontrados:
Huella dactilar o cotejo dactiloscópico: esta forma de identificar cuerpos es rápida. Para ese proceso, Medicina Legal tiene acceso a las bases de datos de la Registraduría. “Supuestamente todos tenemos las huellas en la Registraduría, entonces allá buscamos y cruzamos información”, afirma Mejía Muñoz.
Cuando la identificación del cadáver llega a Medicina Legal orientada, es decir, que personas se acercan y dicen “esos restos son de tal persona o parece ser tal joven”, se busca el nombre en la base de datos de la Registraduría y se comparan resultados.
Por otro lado, cuando el cadáver llega sin ser identificado, se hace el proceso de dactiloscopía en Medicina Legal y este arroja un resultado. Como garantía, ese resultado es revisado por otro dactiloscopista de otra ciudad. Asimismo, se envía una tarjeta a la Registraduría con las huellas obtenidas y el ente las devuelve diciendo qué persona es.
Carta dental: La Ley 38 de 1993 indica que, a partir del 1 de enero de ese año, “en todos los consultorios odontológicos, tanto públicos como privados será obligación levantar una Carta Dental”, dicha carta dental es una especie de historial único de cada paciente.
En el procedimiento de necropsia medicolegal un odontólogo realiza la carta dental post mortem, describiendo cuidadosamente las particularidades encontradas en cada una de las piezas dentales. Dicha información se incluye en el SIRDEC y se compara con la carta dental ante mortem (siempre y cuando se tenga). Si las características coinciden se procede a generar el informe de identificación y se continúa con el proceso de entrega.
“El problema es que nosotros no sabemos dónde está la carta dental de la persona, como no conocemos el nombre, entonces no sabemos dónde está”, explica Mejía Muñoz.
No obstante, ese procedimiento ha facilitado el reconocimiento de militares muertos en combate, pues su carta dental reposa en los archivos médicos del Ejército. “Por ejemplo, en un accidente aéreo es muy posible que no queden huellas o quedan los cuerpos muy fragmentados, entonces se hace muy difícil la identificación de los cadáveres, por lo que se recurre a las cartas dentales” puntualiza Mejía Muñoz.
Cotejo genético: Aunque es una forma de reconocer un cadáver, este proceso no identifica quién es esa persona. Por ejemplo, un papá tiene tres hijas desaparecidas y se encuentran unos restos altamente deteriorados. El antropólogo está en la capacidad de decir la edad de los restos, pues el tamaño de los huesos lo permite.
Sin embargo, el cotejo genético sirve solamente para afirmar que esa persona encontrada es o no es familiar de alguien. “En los casos en donde es más de un desaparecido en un grupo familiar y se encuentran unos restos, nosotros los entregamos sin poder decir su nombre. Solo tenemos la certeza de que sí son familiares de esa persona. Se requiere hacer un trabajo adicional por parte del médico, el antropólogo y el odontólogo”, afirmó Mejía Muñoz.
Para esa prueba se realiza la toma de una muestra biológica del cadáver, ya sea de sangre, ósea o de los tejidos, dependiendo las condiciones, y ésta se comparada con otras muestras biológicas tomadas a familiares, que generalmente corresponden a una muestra de sangre o saliva.
Los resultados del informe de genética son presentados en términos de probabilidad, lo que incluye o excluye al cuerpo de la persona que se está identificando con el referente familiar. Entre más coincidencias se presenten, mayor será la probabilidad de que se trate de un familiar biológico.
A diferencia de otros procesos, el proceso de identificación por genética requiere de equipos de alta tecnología, lo que hace que sus resultados no se reporten de forma inmediata.