Aunque el proceso inició en 2013, la Unidad de Víctimas aún no pone en marcha el Plan de Reparación Colectiva que beneficiaría a 102 habitantes de esta vereda de Alejandría. Las víctimas dicen que el proceso está estancado. Pero la Unidad afirma que en agosto estarán listos los ajustes finales.
Fotos: Julián Roldán
En marzo de 2022 el director en Antioquia de la Unidad Nacional para la Atención y la Reparación Integral a Víctimas, Wilson Córdoba, le informó a Hacemos Memoria que en el mes de mayo sería socializado el Plan de Reparación Colectiva de la vereda La Inmaculada del municipio de Alejandría en el Oriente antioqueño. Han pasado dos meses de la fecha prevista y la institución aún no lo socializa. Ante los incumplimientos, el pasado sábado 13 de agosto durante la Asamblea Municipal de Víctimas, la Defensoría del Pueblo y algunos líderes de ese municipio afirmaron que el proceso está estancado.
A través de la oficina de comunicaciones, la Unidad Nacional de Víctimas le informó a Hacemos Memoria que el plan está priorizado para su aprobación en 2022. Además, detalló los últimos trámites que ha tenido este proceso: “Durante el segundo semestre de 2021 las profesionales del territorio formularon el Plan de Reparación Colectiva, en el mes de diciembre fue remitido al Nivel Nacional para su revisión, dicho documento fue revisado en el mes de febrero del año 2022. Durante los meses de mayo y junio, los profesionales del nivel territorial y los misionales de cada una de las medidas (restitución, satisfacción, rehabilitación y garantías de no repetición) revisaron, ajustaron los documentos y solicitaron el apoyo a la Administración Municipal frente a los proyectos de infraestructura. En este mes (agosto) se realizarán los ajustes finales para realizar el Comité Técnico de Aprobación con el Nivel Nacional”.
Así las cosas, cuando el plan de reparación esté aprobado, la Unidad convocará al Comité de Impulso a la Reparación Colectiva de la vereda La Inmaculada para socializarlo, recibir retroalimentación y ajustarlo para su respectiva aprobación. Una vez el plan esté aprobado, será socializado en el Comité de Justicia Transicional.
Sobre el contenido, Wilson Córdoba explicó que “el plan de reparación está compuesto por 14 acciones, entre ellas la atención psicosocial, mejoras para las instituciones educativas y servicios de formación”.
Al respecto, Maribel Martínez, Enlace Municipal de Víctimas de Alejandría, precisó que el plan comenzó a desarrollarse del 2013 y dijo que algunas de las peticiones de la comunidad son: el mejoramiento de la escuela con equipamientos tecnológicos; el arreglo de vías que les permitan movilizar y comercializar productos como el café, la caña, el frijol, el maíz y el tomate; la adecuación del salón comunal para encuentros y celebraciones; la capacitación a tejedoras y tejedores, grupo conformado por líderes; la realización de torneos deportivos para integrar a la comunidad; los murales alusivos a la convivencia y la memoria; y el retorno de la Semana Santa, con sus caminatas, encuentros y eucaristías.
En ese sentido Wilson Córdoba destacó que el objetivo de la medida de reparación es aportar a una reconstrucción de un tejido social que encause proyectos de vida, así como prácticas sociales, religiosas, políticas y culturales que se perdieron o se debilitaron a causa del conflicto armado, el cual generó asesinatos, amenazas, desapariciones, masacres y desplazamientos.
La vereda La Inmaculada tiene una extensión de 654 hectáreas. Está ubicada en la zona de embalses del Oriente antioqueño, cerca de la represa de San Lorenzo. Debido a que este territorio limita con los municipios de San Carlos y San Rafael, en el Oriente, y con Santo Domingo y San Roque en el Nordeste del departamento, en medio del conflicto se convirtió en un corredor estratégico para los grupos armados.
Entre 1998 y 2004, La Inmaculada sufrió primero la incursión de las guerrillas de las Farc y el ELN, y luego de los paramilitares del Bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá. De hecho, uno de los acontecimientos de violencia más recordados por la población es el combate del 31 de julio del 2001 entre las Farc y el Bloque Metro. El enfrentamiento duró 16 horas y generó el desplazamiento de 520 personas que huyeron hacia el casco urbano. En estos hechos murieron 16 paramilitares y al menos 17 guerrilleros cuyos cuerpos quedaron abandonados en la vereda donde cinco días después fueron inhumados por la Fiscalía. Ver: Liberto. Un nombre desaparecido en combate
Tejiendo memoria
En Antioquia, explicó Wilson Córdoba, hay 65 territorios en los que la Unidad Nacional de Víctimas trabaja para llevar a cabo Planes de Reparación Colectiva. De hecho, en el departamento “hemos cerrado cuatro planes de reparación colectiva con una inversión de más de 10 mil millones de pesos, tres de ellos en el Oriente antioqueño: en Nariño, Cocorná y Argelia; y otro en el corregimiento La Encarnación, en Urrao”, reveló el funcionario.
Ahora, agregó Wilson Córdoba, el turno es para Alejandría, un municipio que hoy se proyecta como un centro turístico por sus paisajes cafeteros, boscosos e hidrográficos: un embalse, tres ríos, termales, quebradas, cascadas y balnearios.
Quien ha seguido de cerca el proceso de reparación colectiva de La Inmaculada es Jacinta Vergara Gil, promotora de vida y salud mental y lideresa comunitaria desde el 2005. Jacinta afirmó que, paralelo a la medida de reparación, los colectivos de víctimas del municipio se han encargado de restaurar las relaciones entre los pobladores de La Inmaculada con ayuda de corporaciones y ONG’s como AMOR, Conciudadania y el Cinep.
Según Jacinta Vergara, uno de los grandes objetivos del trabajo de memoria y reparación en Alejandría es enseñarle a los más jóvenes a no albergar sentimientos de venganza, sino de “perdón y reconciliación”, entre otras cosas, dice ella, porque muchos adolescentes de la época no tuvieron más alternativa que enrolarse en uno u otro bando en medio de amenazas.
Datos del Centro Nacional de Memoria Histórica muestran que entre 1998 y 2004, al menos 200 personas fueron asesinadas en Alejandría, 24 fueron desaparecidas y el 62 por ciento de la población, unas 4 mil 300 personas, fueron desplazadas de las 15 veredas que conforman Alejandría, municipio que está ubicado a 90 kilómetros de Medellín.
“Hace 19 años venimos conmemorando actos simbólicos conforme a la Ley 1448 de 2011, como el Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas que es el 9 de abril”, manifestó Jacinta Vergara, quien añadió que otras fechas especiales en el municipio son el 31 de agosto, Día del Detenido Desaparecido; la Semana por la Paz, celebrada a finales de septiembre, y el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
La vereda La Inmaculada tiene su propio evento de memoria. Fue denominado Trochas por la Vida, que se celebra desde el 2012, con el propósito de recorrer lugares de la vereda en los que se conoce fueron cometidos algunos crímenes en medio del conflicto armado. Durante el recorrido las víctimas y la comunidad realizan actos religiosos, cantos y remembranzas de quienes ya no están.
Maribel Martínez, enlace de víctimas en Alejandría, resaltó que uno de los lugares más significativos de La Inmaculada es el Alto del Chocho, sitio en el que estuvieron enterrados los cuerpos de ocho de los guerrilleros muertos en el combate de 2001, los cuales fueron exhumados por la Fiscalía en septiembre de 2021. Allí, por petición de la comunidad, fue instalado un monumento con el Ángel del Silencio.
Lo que esperan hoy los alejandrinos para continuar fortaleciendo estos procesos de memoria y reconstrucción de su tejido social, es que el plan de reparación colectiva de La Inmaculada no tenga más dilaciones para avanzar con firmeza hacia la superación de un pasado doloroso que para el municipio fue doloroso.