“Hay inequidad en la distribución de las vacunas”: Carol Zavaleta

En Perú, la desinformación, las condiciones geográficas y las dinámicas políticas han hecho de la vacunación un proceso más lento en algunos lugares del país. Esta situación expuso las carencias de las poblaciones vulnerables.

 

Por Hacemos Memoria

Foto: cortesía

Según la médica peruana, Carol Zavaleta, la llegada de la pandemia ha dejado al descubierto las carencias de las poblaciones vulnerables en Perú. Aspectos como la desinformación, el manejo político de la vacunación y el difícil acceso a los lugares apartados, ha producido que la distribución de las vacunas se dé de manera inequitativa, lo cual incide en la lentitud que presenta la vacunación en estas zonas del país. A lo anterior agregó la necesidad de que los servicios de salud se preparen para atender otras enfermedades físicas y mentales que han emergido por la pandemia.

Hacemos Memoria quiso conocer acerca del manejo de la pandemia y el proceso de vacunación en las comunidades de Perú, para ello, hablamos con la doctora Carol Zavaleta, quien nos ilustró la situación de la comunidad de Loreto, una de las regiones de la Amazonía peruana situada al noreste del país. Ella es médica cirujana y doctora en Geografía Humana. Trabaja en la universidad peruana Cayetano Heredia de la Facultad de Salud Pública y lidera la investigación de Los Observatorios de Covid, en la que trabaja con observadores indígenas, tanto locales como nacionales.

 

¿Cree que exista algún tipo de manejo político en la vacunación?

Ante tu pregunta, lo que se me viene a la mente es el tema de la desinformación. 

A las comunidades con las que yo he trabajado en Perú han llegado estos conflictos o estas situaciones políticas que se dan a nivel de país. Durante el contexto de las elecciones, el tema de la vacunación, específicamente la vacuna de Sinofarm, fue mencionada por algún político, diciendo que no tenía una buena efectividad, que no era una buena vacuna y que no se deberían vacunar.

Esta información que se ha generado en Lima en redes sociales, ha llegado y nosotros la hemos recogido en una comunidad remota, en la zona de Loreto, donde se ha mencionado incluso que es una mala vacuna y que no entienden por qué la están llevando a las comunidades.

Esto ha sido detectado gracias a una iniciativa de las comunidades de hacer un programa de radio, justamente debido a que toda esta desinformación no permitía que las comunidades acepten la vacuna, porque, por otro lado, llegaban informaciones que no eran claras, no eran precisas, entonces los comuneros al no tener acceso a internet, a medios electrónicos o a informaciones de especialistas o de mejor calidad, asumían que lo que les comentaban de persona a persona era toda la verdad. 

¿Cree que haya una distribución inequitativa de las vacunas?

Considero que sí. Las comunidades indígenas, por ejemplo, tienen acceso básicamente a puestos de salud que no tienen personal especializado, ni siquiera médicos, enfermeras, obstetras. Tienen probablemente un técnico que está para resolver emergencias menores, pero si se presenta un caso de Covid severo y la persona tiene que ir a un hospital, no puede ser atendida. 

Ha sido lo mismo con las vacunas, la vacunación se ha iniciado en las zonas de la capital de Perú y luego se ha ido distribuyendo en las capitales de la costa y finalmente ha llegado a las zonas de la Amazonía. Por el contrario en San Martín, otra región que es fronteriza, la vacunación empezó mucho antes.

Sin embargo, hay que decir que por cuestiones geográficas la vacunación en Perú es compleja y no permite que, por ejemplo, las cadenas de frío estén disponibles para poder transportar las dosis, así que el personal de salud llega con su termo de vacuna y no puede terminar de vacunar porque no tiene dónde almacenarlas y toda esa distribución se hace caminando o en bote, entonces yo creo que sí, que definitivamente hay inequidad de diferentes aspectos.

¿La pandemia terminará con la vacunación?

Es una pregunta para reflexionar y de hecho sí lo he pensado y también basados en la información que tenemos hasta ahora, no parece que esta pandemia termine de un día para otro con una sola vacuna, por el mismo hecho de que el virus continúa mutando y que se están desarrollando nuevas variedades del mismo virus.

Entonces con la vacuna lo que vamos a hacer es disminuir la transmisión y con eso disminuir los chances de que el virus continúe mutando, pero es probable que vayamos a tener que acostumbrarnos a la vacunación, o sea, a que se hagan refuerzos o que se genere quizá (no sabemos qué vamos a pasar el próximo año) que así como en el caso de influenza, todos los años haya que desarrollar una vacuna específica para cada variante del virus.

Al mismo tiempo, hay que pensar en las consecuencias que esta enfermedad nos está dejando con cuestiones de salud mental, ansiedad, estrés, cuestiones médicas, físicas, neurológicas, vasculares, renales. En ese sentido, los servicios de salud tienen que estar preparados, o sea, aún no hablamos de eso, seguimos pensando ahorita en que estamos en medio de la pandemia, pero ya tendríamos que decir: bueno, esto no va a acabar de la noche a la mañana, tenemos que empezar a recuperarnos, tenemos que cambiar de actitud y aunque sigamos con la mascarilla y sigamos cuidándonos, tenemos que empezar a pensar cómo continuamos y cómo recuperar a esas personas que tienen condiciones poscovid, algo que también va a afectar su calidad de vida.