La Paz en el Horizonte, narraciones para la memoria y la reconciliación en el Meta

Con este audiovisual que desde la perspectiva de las víctimas aborda el conflicto armado y el Acuerdo de paz en este departamento de Colombia, el periodista Duván Arturo Romero contribuye al periodismo regional con enfoque investigativo.

 

Por: Jenny Moncada

Foto: captura de Youtube del documental La paz en el horizonte

“Yo no me había encontrado cara a cara con la violencia hasta que llegué a este departamento”, aseguró Duván Arturo Romero, realizador del reportaje audiovisual La Paz en el Horizonte, elaborado para optar al título de comunicador social periodista de la Corporación Universitaria Minuto de Dios. En su investigación, este joven que nació hace 31 años en Puente Quetame, Cundinamarca, se preguntó cómo usar el cine para hacer memoria y reconstruir de una u otra forma esos episodios de violencia que marcan a los colombianos. Por eso, en la realización de este trabajo de grado, destacado como meritorio por la universidad, Duván encontró una forma de saciar ese interés.

El punto de partida para hacer este audiovisual fue el cubrimiento informativo a todo el proceso del Acuerdo de Paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y el Estado colombiano. Es así como decidió trabajar con víctimas del conflicto armado y hacer escuchar sus voces, porque “en este departamento es que, sea cual sea el fenómeno que quieras trabajar del espectro social, te vas a encontrar con víctimas del conflicto”, afirmó el periodista.

 

Luces

La Paz en el Horizonte es un audiovisual de una hora y diecisiete minutos que da luz a la relación entre violencia, conflicto armado y construcción de paz desde la perspectiva de las víctimas, retratando el momento coyuntural que estaba viviendo el Meta en la búsqueda de la reconciliación y la superación de la guerra en el 2016.

“Tardé bastante tiempo haciendo mi trabajo de grado, aproximadamente tres años, me demoré mucho encontrando el enfoque, pero el abstencionismo del 62 por ciento en el plebiscito y el NO a la paz por parte de la población colombiana me cuestionó sobre ¿qué estaba haciendo mal el periodismo para que no se quisiera la paz?”, manifestó el estudiante.

Para Duván, la formación que tuvo a lo largo de la academia fue fundamental, allí encontró los espacios propicios de trabajo con comunidades, un enfoque de comunicación para el cambio social que incentivó su futuro en el periodismo investigativo y el enlace con entidades públicas y organizaciones sociales que después apoyaron financieramente su reportería. “Vivo muy orgulloso de mi universidad y de los formadores, uno es la suma de todos los profesores que ha tenido en la vida y de una u otra forma ellos siempre están incentivando este tipo de investigación” relató Duván, graduado de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, regional Orinoquía.

Andrea Pabón, coordinadora del programa de Comunicación Social y Periodismo de dicha institución, consideró importante y necesario que en la academia se trabajen temas del conflicto armado, de las graves violaciones de Derechos Humanos ocurridas en Colombia y de reconstrucción de memoria histórica “porque es una deuda que como país tenemos, es en este espacio donde se dan las reflexiones y el pensamiento crítico para entender las razones de fondo. Nuestra realidad está llena de situaciones que todavía no han sido reconocidas, ni mencionadas. Es necesario para sanar lo ocurrido, hacemos parte de esas generaciones futuras que no podemos olvidar lo que ha pasado, para no volver a vivirlo y como forma de hacer reparación a quienes han sido víctimas de la violencia” indicó en diálogo con Hacemos Memoria.

Duván actualmente es instructor de elaboración y producción de audiovisuales del SENA regional Meta, y desde su experiencia considera que «la educación tiene responsabilidad con la construcción de paz, la reconciliación y la memoria. Guiar a las y los jóvenes en conocer la realidad y la búsqueda del despertar social”.

 

Cámara

“La Paz en el Horizonte tiene que ver con esa máxima que dice que la utopía está en el horizonte y que cada vez que caminas hacia ella se aleja”, relató Duván, quien al hacer recorridos por varios municipios permeados por el conflicto armado como Vista Hermosa, Mesetas, San Juan de Arama, Lejanías, Granada, Cumaral, Restrepo y  Barranca de Upía, entendió que la paz estaba a miles y miles de kilómetros de distancia, pues a donde fuera, siempre encontraría víctimas y él no fue la excepción.

A través de sus redes sociales y llamadas telefónicas recibió amenazas, al igual que diferentes sobrevivientes quienes hicieron parte de su investigación, “Ernestina del municipio de Cumaral me llamó, dijo que habían entrado a su casa, le habían puesto un cuchillo en la garganta y le advirtieron que dejara de decir lo que estaba diciendo. Durante la entrevista ella indicó que tenía conocimiento de unas fosas comunes. Fue muy complejo porque en el producto periodístico sólo hablé de reconciliación, pero esto implica también revelar verdades incómodas para otros”, señaló Duván. Varios de los testimonios que documentó no salieron a la luz.

Ernestina Torres, lideresa social y sobreviviente. Foto: Captura de YouTube documental La Paz en el Horizonte.Duván como muchos de los estudiantes de pregrado que habitan esta zona del país, no contaba con los recursos económicos necesarios para la realización audiovisual y tuvo que vivir entre la dicotomía de ser gestor financiero y su labor de reportería, atravesando por diversas situaciones, como pasar sin alimentación algunas noches “siempre uno encuentra angelitos en el camino, en los pueblos la gente está muy dada a ayudarte, y al periodista se le apoya si este les da la importancia que ellos merecen, la gente está ávida de que la escuchen, en ese proceso se hacen amigos” contó con expresiones de agradecimiento.

Adicional, una de las situaciones que siempre ha tenido que confrontar Duván es la postura de su familia frente a su profesión “desde el mismo momento en que tomé la decisión de estudiar periodismo, decían que como periodista me iba a morir de hambre o que me iban a matar y cuando sucedió lo de las amenazas fue darles razón. Después de este proceso tuve que estar con terapia psicológica, pues hay muchas cosas que me quedaron dentro y hay miedos que nacieron a partir de ese episodio” indicó.

El compromiso que tiene el investigador con el periodismo, con la verdad y con la región va más allá de una obligación académica o del deber estudiantil, pues para la posproducción del documental tomó varias capacitaciones de grabación y edición de vídeo ofrecidas por el Fondo de Desarrollo Cinematográfico. De igual forma, hizo una cuidadosa revisión bibliográfica sobre teorías del conflicto, a través de las cuales comprendió que todos los colombianos han sido víctimas de violencia estructural, concepto que ratificó entrevista tras entrevista con cada una de sus fuentes.

 

Acción

Su trabajo fue reconocido como meritorio y después de su graduación ha presentado el documental en diferentes escenarios tanto educativos como comunitarios a nivel nacional e internacional, hoy Duván es estudiante de la Maestría en Cine de América del Sur de la Universidad Nacional de las Artes de Argentina, y afirmó “cuando lo proyecté en el postgrado, me dí cuenta que este material es importante para reconocer lo que está sucediendo en zonas rurales en Colombia. El conflicto se muestra de manera general en los medios de comunicación pero no se sabe realmente lo que pasa en departamentos como el Meta”.

Este periodista considera necesario realizar trabajos enfocados en la memoria porque permiten construir la verdad de lo que las personas entienden y recuerdan con respecto a su realidad, al tiempo que se llevan a la esfera pública para hacer duelos colectivos. Así mismo, favorecen la construcción de paz, la cual, en palabras de Duván, es la garantía de los derechos y el acceso a oportunidades que posibilitan el desarrollo de la ciudadanía.

A pesar de los logros y del reconocimiento que ha recibido Duván, gracias a esta idea que nació en un aula de clase, y de la cual se aferra como forma de resistencia, en sus palabras se proyecta algo de impotencia y resignación “la paz está en el horizonte hasta que no solucionemos esa contradicción que es el germen de todo el conflicto, hasta que no gestionemos esa violencia estructural que todavía se sigue dando. La paz va a existir en el momento que no tengamos que salir a las calles a exigir nuestros derechos, de lo contrario, siempre va a estar en el horizonte” relató.