Con hilo y aguja, excombatientes tejen sus historias

Buscando compilar sus memorias y experiencias del conflicto armado, dos comunidades de excombatientes de las Farc usaron el bordado para crear bitácoras textiles. El proceso fue recopilado (Des)tejiendo Miradas, un libro que combina historias y tejidos.

 

Por: Daniela Jiménez González

Fotos: (Des)tejiendo Miradas

“Los hilos que recorren estas páginas buscan bordar y remendar el imaginario social que los colombianos y las colombianas tenemos del ‘otro’, especialmente de los exmiembros de las Farc-EP en proceso de reincorporación a la sociedad civil. Este imaginario sigue siendo hostil y ha sido alimentado por narrativas polarizadoras de una sociedad dividida durante tantos años de conflicto”. Este mensaje se lee en la presentación del libro (Des)tejiendo miradas: hilar, bordar y remendar la reconciliación en Colombia que, a través de narrativas textiles, explora las biografías y memorias de personas que integraron las Farc y que ahora están en proceso de reincorporación.

La publicación, lanzada de manera virtual el 25 de noviembre de 2020, se deriva del proyecto de investigación “(Des) tejiendo miradas sobre los sujetos en proceso de reconciliación en Colombia”, que fue realizada por un grupo de investigadoras de la Universidad de Antioquia y el Reino Unido, con la financiación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia y el programa Newton Fund de Reino Unido. La ejecución colaborativa estuvo a cargo de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia, de la Asociación de Víctimas y Sobrevivientes del Nordeste Antioqueño (Asovisna, Colombia) y del Departamento de Política Internacional de la Universidad de Aberystwyth (Gales, Reino Unido).

El equipo de investigadoras estuvo integrado por mujeres de Colombia y de Reino Unido en distintas profesiones: enfermeras, educadoras, antropólogas, comunicadoras, licenciadas en artes plásticas y psicólogas. Durante cerca dos años, el grupo de investigadoras realizó trabajo de campo en la vereda San José de León del municipio de Mutatá, en el Urabá antioqueño, y en el corregimiento Llano Grande del municipio de Dabeiba, en el Occidente del departamento, para trabajar con la comunidad en proceso de reincorporación.

A Mutatá y Dabeiba llegaron en 2019 y, como reseña en el libro, comenzaron a tejer primero en el caserío de San José de León, habitado por miembros del antiguo Frente 58 de las Farc-Ep que en 2017 dejaron el Espacio Territorial de Reincorporación (ETCR) ubicado en la vereda Gallo del municipio de Tierralta, departamento de Córdoba. A este caserío también llegaron hace unos meses los excombatientes desplazados del ETCR de Santa Lucía, municipio de Ituango en el Norte de Antioquia. Posteriormente, el trabajo con la comunidad en proceso de reincorporación de Mutatá se replicó de forma similar en el ETCR de la vereda Llano Grande en Dabeiba.

Durante el proceso, las historias de niños, jóvenes y adultos que habitan estas comunidades, se conjugaron con tejidos que plasman sus realidades y llenan de contenido los 14 capítulos del libro, dividido por temas y técnicas de bordado.

 

Experiencias vitales

Una de las personas que participó en el proyecto fue Luz Leidy López, líder y bordadora de San José de León. En el conversatorio que se hizo con motivo de la publicación del libro, Luz Leidy contó que todos los bordados hablan de un relato diferente. Uno de los suyos, por ejemplo, es un corazón roto. Lo hizo pensando en la época en la que integraba una organización campesina y en cómo este trabajo se tradujo en una separación amorosa, luego de aguantar los reproches injustos de su pareja sentimental.

Otro de sus tejidos está compuesto por un círculo de mujeres tomadas de la mano, este representa su ilusión de que todas sus compañeras de San José de León trabajen unidas para luchar por sus derechos. “Estos bordados son importantes porque a través de ellos expresas lo que con tus propias palabras no dices. También sirven para identificar tu territorio. Las profesoras de la Universidad de Antioquia llegaron a este rinconcito del país a ayudarnos a mostrar lo que ha significado para nosotros este proceso de paz”, expresó.

En unas de estas piezas, Rosa, una de las participantes, presenta un bordado sobre tela amarillo que fue elaborado en su caserío de San José de León. En el libro, Rosa cuenta: “Mi mamá tenía una foto de mi papá colgada en la pared… A él lo desparecieron en el monte. Lo buscamos, pero no supimos más de él. En el pueblo escuchamos muchos rumores, pero no… Nosotros éramos ocho hermanos…”.

Por su parte, Mariela, una de las excombatientes de Llano Grande, recuerda en el libro que su bordado sobre tela es un homenaje a los encuentros:  “una vez estábamos reunidas un grupo de mujeres que queríamos organizarnos. Entre ellas había personas de la comunidad, pero también excombatientes y resulta que empezamos a presentarnos. De dónde éramos y de dónde habíamos venido… A una de ellas le llamó la atención el apellido de la otra y su historia, y delante de todo el grupo dijo: ‘¡Nosotras somos primas!’ Entonces uno ve como también la escuela es un espacio para el reencuentro entre familias, que la guerra nos separó pero que la paz nos junta”.

 

Lo que dicen los tejidos sobre el imaginario social

Beatriz Elena Arias López, autora principal, enfatizó en que la publicación de este libro y de las fotografías que contiene es aún un proceso que no termina. Con ello, insistió, llegan más preguntas alrededor de esa narrativa instalada en el imaginario social colombiano, la del enemigo, y también una serie de inquietudes sobre la salud mental colectiva y el acto de tejer los lazos rotos por tantos años de guerra.

“Un paso necesario en esto implicaba preguntarse quiénes somos los sujetos que hoy nos encontramos en un momento de la historia en el que un grupo de 13.000 personas decide dejar las armas. Esa pregunta por saber quiénes somos, por esa humanidad compartida, nos llevó a pensar esta investigación”, comentó.

Con el hilo y la aguja posible acercarse a historias que a veces las palabras y el marco del lenguaje no permiten. La narrativa textil es un mediador y en eso coincide el grupo de investigadoras. Asimismo, también enfatizaron en que los bordados no se agotan en las comunidades, puesto que a través de una línea temática y de trabajo llamada Resonancias han conseguido llevarlos a exposiciones y conversatorios en otros municipios de Antioquia.

El siguiente paso del proyecto será la creación de una plataforma digital que ya está a punto de terminarse y que sumará reflexiones hechas sobre la narrativa textil y su aporte como metodología a los procesos de reconciliación y construcción de paz. Además, compartirá algunas habilidades básicas que otras personas pueden desarrollar para instalar sus propias iniciativas textiles en otros lugares.

Manuela Ochoa Ronderos, artista Plástica, prologuista del libro y colaboradora para el desarrollo de la Plataforma Digital (Des)tejiendo miradas, afirmó durante el conversatorio que el conjunto del libro es, sobre todo, una oportunidad para abrir otros mundos que permanecieron en la sombra durante muchos años. Es, dicho de otra manera, un conjunto de pequeños fragmentos de las historias de los hombres y mujeres que lo bordaron: “Los invito a mirar cada textil como un testimonio en sí, lleno de paisajes, de personajes, de contexto”.

Los interesados en acceder al formato digital del libro pueden contactarse con el equipo investigador a través del siguiente formulario.